Jorge Moragas en plena presentación de la campaña del PP.

Jorge Moragas en plena presentación de la campaña del PP. EFE

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El autor del himno del PP dice que su versión jazz refleja "el lío" interno del partido

Manuel Pacho explica lo que hay detrás de esta nueva interpretación de su legendaria melodía: "Una vez habla Soraya y otras Rajoy. Los instrumentos se responden, unos parecen hablar y mandar callar".

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Las versiones del himno del PP se acercan a las 30 con las dos nuevas incorporaciones: rock y jazz. Euforia y reflexión, dice su creador Manuel Pacho, que compuso la musiquilla hace 26 años para que se inoculara en el oído y la memoria de votantes propios y ajenos. Sobre el fondo azul con el lema “España en serio” arranca la presentación de la campaña 20D del PP y un riff de guitarra acompañado con batería a tope. Es el turi-turi-turirururiru de chupa de cuero, pantalones pitillos, pinchos, tachuelas, botas militares o botines y gafas de aviador. Dice Elton John que “las chicas peligrosas adoran las chaquetas de cuero”, pero Jorge Moragas, director de campaña del PP, acaba de anunciarlo con su inconfundible estilo conservador trotamundos.

“La del rock es una versión muy directa y muy clara, no como la del jazz”, explica Pacho a EL ESPAÑOL. “La del jazz está llena de segundas lecturas y enigmas”. El compositor anuncia, provocador y atrevido, jaleo en sus creaciones: “Hay una discusión entre los instrumentos. Hay momentos de muchísima tensión, momentos de verdadero caos. Está interpretada por varios instrumentos, eso quiere decir que una vez habla Soraya y otras Rajoy. Se responden continuamente, unos parecen hablar y mandar callar. Se puede captar el doble sentido de la composición perfectamente”.

No llegan a las manos, pero las voces de los instrumentos se interrumpen continuamente. “Es el debate que sucede es el seno y con la oposición”, cuenta. Riñas en el partido y enfrentamientos. No es el himno limpio y azul, es un jardín de notas que sonará antes de que el mitin arranque. “La versión rock no tiene dobles sentidos, es mucho más clara”, explica. El encargo es de Pablo Casado. “Ha sido muy receptivo porque él también es músico”.

La del jazz es para antes de que aparezca el líder. Antes de la euforia el jazz, la reflexión, para que el asistente piense 'menudo lío hay aquí, estos luchando cada uno por imponer su voz'

Sólo le pidieron temas nuevos para los mítines de campaña y él se tomó la libertad de proponer estas dos versiones: “La del jazz es para antes de que aparezca el líder. Antes de la euforia el jazz, la reflexión”, para que el asistente "piense 'menudo lío hay aquí, estos luchando cada uno por imponer su voz'”. “Del momento expectante pasamos al de rock, que es un instante previo a la aparición del líder. Un momento antes de que suene el que utilizan desde hace años, que es una fanfarria total. Un “We Are The Best!”.

La clave del éxito del himno de Manuel Pacho, según Manuel Pacho, es la “claridad liberal” del mismo. A pesar de que la versión jazz lo complica todo, asegura que la melodía lo aguanta todo. “Es sencillez y repetición, como hacía Beethoven”. Una comparación que coloca la estima muy alta.

El follón de la izquierda

¿Y el del PSOE? “¿Tú recuerdas cómo es? Pues eso… Está lleno de errores, porque no se recuerda. Es un himno del que no se entiende la música cuando se escucha por primera vez. El éxito de un himno es entenderlo a la primera. Cuando escuchas el del PSOE piensas: ¿qué locura es esta? No tiene ninguna consistencia conceptual, con frases muy largas”, asegura.

Pacho, creador de melodías que no se olvidan, explica que lo que hizo hace casi 30 años para el PP no tiene nada que ver con la música de izquierdas, porque ésta “tiene pomposidad y decorado”. “Es una música grande, pero artificial. Es una música colectiva. La escuchas y piensas en una manifestación de gente pidiendo un aumento de salario igual para todos. No es el caso del himno del PP, donde lo individual prima sobre lo colectivo. Es una música para emprendedores”. Aunque reconoce que le gustaría hacer la música de un partido de izquierdas, dice que no lo haría en España. “Nunca trabajaría para la competencia”, reconoce. “El PP me ha tratado muy bien durante 26 años, así que nunca le traicionaría”. Su trabajo es remunerado al encargo y por derechos de autor. “No me pagan con sobres”.