Tener a Oliver Stone delante impone. Espera sentado mirando fijamente y con cara de pocos amigos. Te obliga a presentarte y cuando le dices tu nombre te responde con un: “como Bardem, la imagen de España”, con el que intenta romper el hielo, aunque su voz grave y seca no ayudan. El realizador ha venido a San Sebastián a presentar Snowden, su visión sobre el espía de EEUU que filtró la información a los periodistas denunciando las actividades ilegales de la Agencia de Seguridad norteamericana. El filme se acaba de estrenar en EEUU, donde no ha sido muy bien recibida, y llega a España el 13 de octubre. Stone confía en que “en Europa funcione mejor, sois más abiertos de mente”. Acto seguido suelta su primer dardo de la tarde: “En Alemania las críticas han sido muy buenas porque saben lo que fue la Stasi”. Zas.
Recuerda perfectamente lo que sintió al conocer la filtración de Snowden, que considera de vital importancia. “Me di cuenta de lo importante de presentar pruebas de lo que estos cabrones estaban haciendo, se lo estaba mostrando al mundo”, añade.
No todo el mundo pensó así, incluido el Gobierno que le convirtió en enemigo del estado forzando su exilio a Rusia. Snowden ha pedido ahora que Obama le perdone para poder volver a su país y tener un juicio justo. Algo que para Stone sería justo y “un acto de misericordia”. Será lo único bueno que diga del pesidente de EEUU. “Obama ha sido peor que George Bush. Esto explotó con él y Obama fue el que dobló la inversión en seguridad y espionaje, puso el doble de dinero en estos programas”, cuenta a EL ESPAÑOL y añade que para los ciudadanos cualquier persona “que filtra secretos del Gobierno se convierte en inmediatamente sospechoso” a pesar de la importancia de denunciar que “se estaba haciendo ilegalmente”.
Stone tiene cariño a Snowden. Se muestra en su película y se muestra cuando se dirige a él con la palabra 'boyscout' muchas veces. El filme muestra cómo se ha creado esa situación de miedo en la sociedad que han aprovechado los gobiernos para controlarnos a su antojo e ir imponiendo su voluntad en pos de la defensa de las libertades. “Esto viene de lejos. En 1984 ya las televisiones se inventaban un enemigo nuevo cada semana. Iba cambiando. Los medios han creado los enemigos de EEUU. 'China nos hackea', 'Rusia quiere acabar con el imperio', 'Irán está construyendo una bomba nuclear', 'Venezuela'... pobre Venezuela. No se acaba nunca. Es increíble ver cómo funciona esto”, dice mientras se enciende su conocida verborrea.
Los medios han creado los enemigos de EEUU. 'China nos hackea', 'Rusia quiere acabar con el imperio', 'Irán está construyendo una bomba nuclear', 'Venezuela'... pobre Venezuela. No se acaba nunca
“Repetir algo hace que funcione y la gente lo crea. EEUU tiene un poder enorme para crear enemigos, desde siempre en la historia de EEUU. Mira cómo provocaron una guerra con España inventándose la explosión del Maine. Irak, Irán, Afganistán, ellos mintieron. Mienten sobre Siria, sobre Libia… sobre todo. Cuando enciendes esto la gente reacciona, y la gente se vuelve más violenta. Se militarizan las ciudades, se da más armas a los policías y da miedo si eres una persona negra, bueno o cualquier persona. Hay muchos asesinatos. Somos muy polarizados y esto está llegando también a Europa porque EEUU está promoviendo está violencia para luchar contra el terrorismo. El terrorismo no es un problema, es una amenaza menor. No hay grandes amenazas, se las inventan. Dicen que los países intentan hackear nuestros sistemas, pero somos nosotros los que lo hacemos, es extraño, pero creamos el enemigo y promovemos este proceso de polarización. Es un círculo vicioso que nadie parece ser capaz de cambiar”, zanja.
EEUU está promoviendo está violencia para luchar contra el terrorismo. El terrorismo no es un problema, es una amenaza menor. No hay grandes amenazas, se las inventan
Oliver Stone es una máquina de dar titulares, y su presencia en San Sebastián se ha ido caldeando desde primer hora de la mañana donde en su rueda de prensa se ha despachado a gusto y criticado a los dos candidatos a la presidencia de su país. "Si la señora Clinton o el señor Trump ganan las elecciones, el viaje va a ser complicado, pero quizá conduzca a algo positivo porque a veces es en la adversidad donde se espabila, y América necesita entender que se encamina hacia la autodestrucción", ha advertido Stone en sala a reventar que jadeaban sus perlas.
Se ha atrevido a comparar el momento actual de los EEUU con la Alemania nazi y sin despeinarse. "Esa idea de sacrificar las libertades civiles en aras de la seguridad, los alemanes también la escucharon en los años 30; lo primero que hicieron fue decir 'estamos aquí para protegerles y necesitamos su lealtad. Esa es la muerte de la libertad y el comienzo del totalitarismo", ha proseguido arrancando los aplausos de la sala. Genio y figura de uno de los realizadores más políticos y necesarios de la historia del cine.