Ricardo Darín presidente. Así, sin anestesia. El argentino podría dirigir lo que quisiera, la escalera de vecinos, la asamblea del barrio o hasta Argentina. Precisamente ese es el pape que toma en su nuevo filme La cordillera, una obra llena de contenido político dirigida por Santiago Mitre y que ha presentado en San Sebastián con motivo del Premio Donostia a su carrera que le ha entregado el certamen. Con un filme que habla de una cumbre de líderes latinoamericanos era inevitable que la corrupción, las argucias y la desilusión ante nuestros gobernantes saliera por algún lado, aunque Darín lo haya evitado en la rueda de prensa más multitudinaria de las que ha habido hasta ahora.
Menos contenido estuvo con un corrillo de periodistas en el que habló sin tapujos de las cloacas de los gobiernos. A pesar de todo, de los casos de malversación, de las intrigas y las risas en nuestra cara, Ricardo Darín prefiere ser optimista. “Yo soy de los ingenuos que creo que debe haber funcionarios públicos que se levantan pronto y luchan por el bien común, no puedo creer que todos sean unos hijos de puta, me parece tan injusto como cargar contra la policía cuando cometen algún error, el problema es que las comunicaciones, lo que se vende es lo catastrófico, hablamos sólo de los tipos que lo hacen mal, no de los que hacen bien, así que no me quiero entregar a pensar que todos lo hacen mal porque sería una desilusión, bajar los brazos, y es verdad que a veces estamos cercanos a esa sensación, y ahí es donde perdemos todos”, ha asegurado.
Cree que todos los problemas se solucionarían con más diálogo, con “el cara a cara y el contacto personal” y sigue confiando en que la mayor parte del mundo son gente que quiere lo mejor para sus vecinos, “aunque tenemos un 10% de hijos de puta que nos aplastan la cabeza, y esto es de siempre, hace 400 años te cortaban la cabeza, no había abogados, así que en el fondo hemos evolucionado, pero es que queremos más, necesitamos más, y aunque cueste creerlo se supone que estamos mucho mejor”.
En esa cumbre ficticia que plantea La cordillera sólo dos gobernantes son mujeres, y aunque Darín apueste por “un punto de equilibrio”, quiere que llegue “de forma natural y sin empujarlo, porque entonces sería mentira, sería hipócrita”. “En la sociedad el avance es inevitable y es reparador que intente compensar las injusticias con la mujer, creo que ni siquiera ha empezado eso, se está empezando. No tengo ninguna duda de que si las mujeres tomaran más decisiones el mundo iría mejor, no estarían jugando a ver quién la tiene más larga”, ha dicho provocando las carcajadas de los periodistas.
Yo soy de los ingenuos que creo que debe haber funcionarios públicos que se levantan pronto y luchan por el bien común, no puedo creer que todos sean unos hijos de puta
Darín ha apostado por la unión de los pueblos latinoamericanos, y ha lamentado que a los pueblos originales se les impusiera una religión. Por ello cree que “a pesar del avance cruel y sanguinario que se produjo hace mucho tiempo y que no ha permitido que se cicatricen las heridas”, existe un pueblo que debe caminar junto. “Cada vez que entro en contacto con pueblos originarios a los que realmente pertenecía la tierra siento vergüenza de lo que es la civilización que le clavó las cruces en las montañas y que les dijeron que eso era lo que tenían que creer”, ha criticado con dureza.
Ante el desembarco político quedaba la duda, ¿tenemos entonces lo que nos merecemos presidiendo nuestros países?. “Tenemos lo que nos merecemos, porque dejamos que las cosas lleguen a puntos inimaginables, ¿por que no saltamos antes?, ¿por qué esperamos a que el agua anos llegue a los tobillos? La pregunta tiene trampa, y es que se puede leer de la misma forma, tenemos lo que merecemos y al revés, porque nuestros gobernantes no llegaron desde Plutón, han salido de la comunidad. Vosotros estáis muy dolidos con lo pasado con las reelecciones, que yo no puedo entender lo que pasó, no sé como la izquierda no se ha dado un par de golpes en la cara y se preguntan por lo que hicieron. Somos artífices de lo que nos ocurre, no de la culpa total”, ha continuado.
Tenemos lo que nos merecemos, porque dejamos que las cosas lleguen a puntos inimaginables, ¿por qué no saltamos antes?
Una inacción del pueblo que cree motivada porque “nos tienen narcotizados con algunas cositas que nos sacan de foco”. “En ese sentido somos artífices, porque aunque no les votes, algo dejaste de hacer, hemos perdido la confianza en el poder individual, en el poder del ciudadano, y aunque nos convoquen en las elecciones nos damos cuenta de que nos ignoran, de que están mirando otra película”, ha opinado con convicción.
Hasta con Cataluña se ha atrevido el presidente Darín, que se ha posicionado “a favor de un referéndum pactado y con las garantías necesarias”. “Es difícil mojarse porque vengo de otro país, pero a pesar de eso me gustaría que no dejaran de lado la opinión del ciudadano, y creo que tienen que poder expresarse y decir lo que quieren en términos razonables y garantizados, que sea por el bien común, que ya no se habla de eso. No hay que olvidarse de escuchar a la gente. La verdad la tiene el pueblo”, ha zanjado. Que vaya preparando su partido político, Rajoy ha encontrado quien le barra en las urnas.