"Se desabrochó los pantalones": Steven Seagal, acusado de acoso sexual
Las actrices Portia de Rossi y Julianna Margulies revelan sus experiencias como víctimas del machismo del mítico actor de cine de acción.
El movimiento #MeToo, por fortuna, no fue flor de un día y cada semana se suman nuevas voces a la reivindicación contra el acoso sexual, impune, hasta ahora, por la cultura del silencio, la tiranía de la jerarquía laboral y el pánico al estigma si se denuncia. La última mujer en dar un paso al frente ha sido Portia de Rossi, actriz australiana-estadounidense que saltó a la fama por su papel de abogada de Nelle Porter en Ally McBeal, y de Lindsay bluth en la comedia Arrested Development.
La profesional de la industria cinematográfica ha contado una de sus experiencias como víctima del machismo en su cuenta de Twitter. "Mi última audición para una película de Steven Segal tuvo lugar en su oficina", relata. "Me dijo que lo importante era tener química fuera de la pantalla y se sentó sobre mí mientras se desabrochaba sus pantalones de cuero. Salí corriendo y llamé a mi agente. Imperturbable, ella respondió: 'Bueno, yo no sabía si él era tu tipo'".
No es la primera mujer en acusar a Steven Seagal de acoso sexual. También la actriz de The Good Wife Julianna Margulies le ha señalado esta semana: explica que una agente de cásting le pidió que acudiese a la habitación de un hotel de Nueva York donde se alojaba Seagal para una audición de última hora. "Yo vivía en Brooklyn y dije 'no hago eso, no tengo dinero para el taxi ni cojo el metro tan tarde'. Ella me dijo que no me preocupase, que me lo pagarían y que ella estaría allí. Llegué al hotel a las 22.40 y ella no estaba. Estaba él, solo. Se aseguró de que viese su pistola. Nunca había visto una en la vida real. Salí de allí ilesa, no sé cómo. Grité para poder salir de allí".
Antes lo habían hecho la actriz Rae Dawn Chong y la periodista Lisa Guerreros. Sus declaraciones no chirrían cuando se escuchan las grabaciones del actor desveladas por el DailyMailTV. Seagal insulta el trabajo de unas reporteras: "Son un montón de putas sucias, malfolladas y chifladas". No sólo eso. También se sintió legitimado para dar un consejo a estas mujeres: "Si queréis que os escuchen, dedicaos a la pornografía y no al Periodismo. Son un montón de putos agujeros".