¿Qué fue del chaval de 'Karate Kid' que daba cera junto al señor Miyagi?
- Ralph Macchio ya había salido en 'Rebeldes', de Coppola, pero esta película le llevó a la fama.
- Más allá de las dos secuelas que protagonizó, nunca hizo nada de repercusión... hasta ahora.
- Qué fue de Liberto Rabal, el prometedor chico Almodóvar al que todos olvidaron.
Noticias relacionadas
Hay frases que quedan para la historia del cine, y que años después todo el mundo recuerda y las suelta en el momento menos pensado. Una de ellas es, sin duda, aquella que pronunciaba el maestro Miyagi al joven Daniel en aquel éxito ochentero, Karate Kid, “Dar cera, pulir cera”, le decía como parte de su entrenamiento, pero también para que le levara el coche mientras aprendía disciplina y técnica para ser un buen karateka.
Una película emblemática, que marcó a una generación que hacía la gruya a la mínima oportunidad, y que inició una saga (y hasta tuvo un remake posterior protagonizado por el hijo de Will Smith). Karate Kid no hubiera sido lo mismo sin la labor del director John G. Avildsen (que ganó el Oscar por Rocky) y de sus dos actores principales, el inolvidable Pat Morita que estubo nominado al Oscar por dar vida al Señor Miñagi, y un joven con cara de prepúber que se ganó el corazón de la gente
Le daba vida Ralph Macchio, que parecía que tenía muchos menos años, pero que ya gastaba 23 cuando se estrenó el filme en 1984. A Macchio le pesó demasiado un papel que le encasilló y que no le permitió triunfar como todos pensaban. Hiciera lo que hiciera siempre sería el joven Daniel, y a saber cuántas veces tuvo que escuchar que alguien le pidiera dar y pulir cera.
Sería injusto decir que la carrera de Macchio empezó ahí, ya que antes ya había participado en varios episodios de Con ocho basta, y había salido en Rebeldes, la gran película de Francis Ford Coppola, junto a futuras estrellas como Tom Cruise, Patrick Swayze, Rob Lowe y Matt Dillon, pero Karate Kid le convirtió en una estrella que seguiría explotando en las dos secuelas en las que salió. Desde entones su carrera tuvo alguna otra película, como Cruce de caminos en 1986 y Mi primo Vinnie, en 1992, el filme que le valió a Marisa Tomei su controvertido Oscar.
Desde entonces sus apariciones se han limitado a episodios sueltos en series de segunda, y TV Movies sin importancia, y también a interpretarse a sí mismo y reírse de su propia fama en shows como El séquito o Cómo conocí a vuestra madre. El típico cameo que todos los espectadores recuerdan y les hace preguntarse dónde había estado este chico todo este tiempo. Quizás su suerte hubiera cambiado si hubiera logrado otro papel mítico de la historia del cine para el que hizo varias pruebas y fue uno de los favoritos, el de Marty McFly en Regreso al futuro, que luego interpretó Michale J. Fox.
Muchos años en la retaguardia, hasta que en 2012 tuvo una nueva oportunidad, y en un proyecto importante dentro de la industria, el biopic de Alfred Hitchcock que protagonizó Anthony Hopkins como el realizador y Helen Mirren como su sufrida esposa. En ella Macchio se puso en la piel de Joseph Stefano, el autor de la novela en la que se basó Psicosis, la obra maestra del realizador. Su aparición quedó como anécdota, y no tuvo ninguna repercusión ni le colocó de nuevo en el mapa.
En una industria en la que se llevan los remakes, reboots y las secuelas, era casi inevitable que Ralph Macchio volviera a interpretar a Daniel Larusso. Lo hizo este mismo año en la serie Cobra Kai, que recupera la enemistad entre el protagonista y su enemigo Johnny Lawrence 34 años después. La serie fue todo un éxito, y el reencuentro entre dos personajes míticos y el recuperar a los actores originales, fue un chute de nostalgia para todos los fans de la saga.
Lo más curioso de todo es que no fue Netflix o ninguna cadena la que revitalizó la saga, sino Youtube, que en una de sus pocas apuestas por producción original lanzó Cobra Kai y puso a todo el mundo a hablar de ella, tanto que hasta la renovó por una segunda temporada que se estrenará en 2019 y con la que cerrará esta secuela tardía. Al menos de momento, hasta que Hollywood vuelva a ver en ellos un filón para seguir engrosando sus arcas.