Christopher Nolan rodó Oppenheimer en menos de 60 días, toda una hazaña para una superproducción de 100 millones de dólares filmada en gran formato de 65mm. Sin embargo, ese no era el plan inicial. El plan de rodaje de su última película tenía 85 días en el calendario y el director lo recortó para poder construir el decorado que sentía que necesitaba esta obra. 

En una entrevista en el podcast Team Deakins, Ruth De Jong, la diseñadora de producción de Oppenheimer, reveló que Nolan hizo un recorte de más del 30% de tiempo de rodaje para reasignar esos costes del presupuesto al diseño de producción.

"Esto no es Tenet, parecía una película independiente de 100 millones de dólares", dijo De Jong. "Chris quería rodar por todos Estados Unidos... sólo los billetes de avión y mover todo el equipo por todas partes es mucho dinero. Por no hablar de que quería que construyéramos el pueblo entero de Los Álamos. Ahí es donde realmente sentí que era imposible". 

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"Chris me dijo 'Piensa por un momento que el dinero no importa y diseñemos lo que queremos'", recuerda De Jong. "Así que eso es lo que hicimos. Cuando nos dijeron que el presupuesto para construir Los Álamos era de 20 millones de dólares nos pusimos delante de esa enorme maqueta y empecé a sacar edificios...".

Fue entonces cuando Nolan hizo "lo más increíble" para "conseguir todos los diseños que tenía en mente", relata De Jong. El cineasta le dijo: "Tengo que ir a hacer mis deberes". Más tarde comprendió que sus deberes eran reorganizar el calendario de rodaje de la película para liberar presupuesto para el diseño de producción.

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"Tom Hayslip, el productor ejecutivo, vino a mi despacho y me dijo: 'Chris va a rodar la película entera en 55 días'. Eso era mucho dinero liberado. En ese momento sentí que tenía que hacer todo lo posible por mi parte porque él estaba renunciando a días de rodaje, algo muy preciado para un director".  

En comparación, Dunkerque se rodó durante 68 días y Tenet en 96 días. 

Con el presupuesto liberado gracias a un calendario de rodaje limitado, De Jong pudo disponer del dinero necesario para reconstruir Los Álamos desde cero en Nuevo México. Una de las únicas concesiones que tuvo que hacer fue rodar en Nuevo México partes de la película ambientadas en Washington D. C., ya que Nolan no tenía permiso para rodar en edificios gubernamentales reales.

"Hicimos la película increíblemente rápido", dijo Cillian Murphy en el podcast "WTF" de Marc Maron. "El ritmo fue una locura".

"Los platós son enormes, pero es como estar en una película indie", añade Murphy sobre su trabajo con Nolan. "Sólo están contigo Chris, el cámara y el operador de micrófono, y eso es todo. No hay combo, no hay monitores, nada. Es un cineasta muy analógico".