Crítica: ‘Kamikaze’, una atípica reflexión sobre el duelo de una adinerada huérfana adolescente
La serie danesa, premiada en el Festival de Serie Mania, acaba de llegar a HBO Max con el estreno de sus dos primeros capítulos.
14 noviembre, 2021 01:18Noticias relacionadas
La ficción danesa sigue dando alegrías a los amantes de las series. La cantera de creadores que hizo posible la aparición de títulos como The Killing, Borgen, Rita, El puente y The Rain tiene un nuevo vástago, aunque este le ha salido más rebelde que de costumbre. Kamikaze es la rabiosa adaptación de Muleum, de Erlend Loe, una miniserie que retrata el descenso a los infiernos de una adolescente que lo tiene todo en la vida hasta que pierde lo que más quería. Desde este domingo se pueden ver en HBO Max los dos primeros episodios de la serie escrita por Johanne Algren y dirigida por Kaspar Munk.
La producción de ocho episodios de 30 minutos de duración cuenta la historia de Julie, una adolescente de 18 años que aparentemente tiene todo lo que la gente sueña: dinero, juventud y belleza. Todo cambia el día que sus padres y sus hermanos mueren en un accidente de tráfico. La única forma que encuentra la joven de seguir con su vida es iniciar una huida hacia adelante por todo el mundo con dos objetivos en mente: dejar atrás su pesadilla y, con un poco de suerte, seguir el camino de sus seres queridos.
Loe y Algren toman un par de decisiones creativas arriesgadas que determinarán la reacción a la historia de caída ¿y resurrección? que cuenta Kamikaze. La heroína de la primera serie danesa de HBO Max no pone las cosas fáciles a la audiencia para conectar con su dolor después de la tragedia. Cuando Julie pierde la base sobre la que gira su existencia (la relación con una familia, y en concreto con su padre, que reaparece periódicamente en forma de recuerdo o fantasía), emprende un viaje a la autodestrucción que deja un reguero de víctimas a su paso. Ella la primera.
La joven no tiene problema alguno en utilizar o ignorar a todos los que la rodean, desde el joven “manitas” de su familia con el que tiene una conexión especial y al que impide volver a su país aunque ella haya abandonado su casa, o el rider surcoreano de snowboard con el que se obsesiona después de verlo por televisión. Julie no es una víctima al uso y tampoco lo es su duelo.
La abultada herencia que le deja su familia permite que Seúl, Londres, España, México y el Sáhara se conviertan en el patio de recreo de sus fantasías suicidas después de descubrir, apesadumbrada, que las probabilidades de morir en un accidente de avión como su familia son prácticamente inexistentes. Los ricos también lloran, pero si algo nos han enseñado sus vecinos de plataforma, la familia Roy, es que lo hacen en sus propios términos.
La cámara de Kaspar Munk (director de otra popular serie danesa, Algo que creer) eleva la propuesta nórdica con cambios de formato, insertos de animación o secuencias oníricas mientras se apoya en una extraordinaria dirección de fotografía de Adam Wallensten.
La producción es capaz de disimular casi siempre (su visita a México en el sexto episodio es algo genérica) los problemas de logística derivados del COVID-19 que impidieron que la serie viajara por diferentes rincones del planeta para retratar la odisea de Julie. Finalmente, hicieron que Gran Canaria y Lanzarote se hicieran pasar por diferentes localizaciones internacionales.
El gran efecto especial de Kamikaze es, sin embargo, su estrella protagonista: Marie Reuther. La intérprete de 25 años solo había aparecido en un puñado de cortometrajes y personajes episódicos en series menores cuando fue elegida para interpretar a la desafiante Julie. Presente en el 95% de las escenas, la danesa es una revelación absoluta que se entrega de lleno a la destrucción y catarsis de una joven que siente que la Tierra desaparece bajo sus pies. Es una interpretación desgarrada, física y emocional que jamás cae en lo melodramático.
Reuther consigue trasladar a la audiencia la mezcla de ruido atronador y silencio absoluto que resuena en la cabeza de Julie. Su premio a la mejor interpretación en el Festival de Series Mania celebrado en Lille el pasado verano puede ser el primero de muchos para una de las grandes revelaciones de la televisión europea en 2021. Ella es la razón por la que Kamikaze nos atrapa incluso en sus momentos más desafiantes.
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