Tal día como hoy, un 1 de julio del año 1916, una oleada de ataques de tiburón asolaron las costas de Nueva Jersey dejando decenas de heridos e incluso varios muertos.
Unos terribles sucesos que el escritor Peter Benchley plasmó en su novela ‘Jaws’ (en nuestro país, ‘Tiburón’) y posteriormente, allá por el año 1975, inspiraron a Steven Spielberg para dirigir el clásico film que fue un auténtico éxito en taquilla. Tanto, que de ella salieron tres secuelas y numerosos largometrajes imitando la idea y, en particular, al asesino blanco de cartón piedra.
Cierto, han pasado muchos años desde aquel estreno que revolucionó medio mundo marcando el inicio de un nuevo género en sí mismo: los éxitos cinematográficos veraniegos que hoy hacen las delicias los aficionados a los thrillers de terror y acción.
Pero por mucho tiempo que pase, hay algo que siempre nos recuerda a ‘Tiburón’. Ese tema instrumental que sonaba en cada momento de tensión y que, no nos cabe duda, habrás canturreado más de una vez mientras nadabas en el mar fingiendo que tu mano era una aleta de un escualo.
La película, aunque fue rodada en la isla de Martha's Vineyard, Massachusetts, narra los acontecimientos ocurridos en las playas del noreste de EEUU hace ahora 100 años. Fue precisamente un día 1 de julio cuando se destapó la tragedia.
Nueva Jersey, julio de 1916: ola de ataques de tiburones
Tal y como explican en un extenso artículo publicado en la revista Reader's Digest, el 1 de julio de 1916, en Beach Haven, Charles Vansant aparece muerto tras un ataque de tiburón. Cinco días después en Spring Lake, Charles Bruder, botones del Hotel Essex and Sussex, fallece en otro encuentro con un escualo y, apenas tres días después, el 8 de julio, un vigilante de la playa de la zona de Asbury Park alertó a los bañistas de la presencia de un tiburón cerca de la costa. Ese mismo día, en Bayonne, un policía dispara a otro que pretendía atacar a unos niños.
El día 11, Rennie Cartan, de 14 años, sufre arañazos provocados por lo que él describe como “un enorme pez” en una poza del río Matawan. Al día siguiente, varios ciudadanos alertan de haber visto al escualo dirigiéndose al pueblo a través del río. Dos personas más mueren en la zona desangradas y desmembradas y se da aviso de más ataques en la zona.
A la caza del depredador
Ante tales y tan cercanos acontecimientos, no tarda en cundir el pánico en las costas cercanas y el alcalde de Matawan ofrece una recompensa de 100 dólares a quien mate al depredador. Comienza la cacería del escualo con escopetas y dinamita hasta que, por fin, en la madrugada del 14 de julio, un tal Michael Schleisser acaba con un tiburón blanco que contiene huesos humanos en su interior.
¿Les suenan? Son los mismos sucesos que Spielberg narró con ayuda del propio Benchley, quien hizo los borradores iniciales del guion reescritos por el guionista Carl Gottlieb durante el rodaje.
Dieron vida a los protagonistas de estos terribles sucesos el actor Roy Scheider, en el papel del jefe de policía Martin Brody; Richard Dreyfuss como el oceanógrafo Matt Hooper; Robert Shaw interpretando al cazatiburones Quint; Murray Hamilton como el alcalde de Amity Island y Lorraine Gary como Ellen, la atemorizada esposa de Brody. Todos ellos son los cabezas de cartel de la mítica producción que aún hoy pone los pelos de punta incluso a los amantes de los efectos especiales.
Humanos asustados: el gran depredador de tiburones blancos
Como cabría esperar, los ataques hicieron que la opinión pública sintiese auténtico pánico por los escualos y decidiese acabar con aquel animal “come-hombres”. Su turismo estaba en juego y no pensaban quedarse de manos cruzadas, así que se organizaron cacerías para erradicar la población de escualos en las costas de Nueva Jersey.
Era el año 1916 y los conocimientos científicos que se tenían sobre los escualos eran más bien escasos, lo que llevó a atribuir toda la responsabilidad al tiburón blanco. Creencia que supuso la sentencia de muerte para esta especie en EE.UU.
“¡Pero si el tiburón blanco no es de agua dulce!’, pensarás. Ya, pero eso lo sabemos ahora. Diversas investigaciones realizadas a lo largo de los años trataron de encontrar al verdadero responsable de aquellos ataques de Matawan. Pero, como se explica en el documental ‘Los ataques del tiburón misterioso’ de National Geographic, hubo que esperar hasta 2002 para que el explorador submarino Fabien Costeau, nieto del mítico Jacques-Yves Cousteau, demostrase que los ataques producidos en agua dulce fueron responsabilidad de tiburones toro y no por aquel tiburón blanco al que asesinaron.
Considerado responsable de los acontecimientos ocurridos aquel 1 de julio de 1916 durante más de 85 años, aquel tiburón blanco se convirtió en el protagonista principal de una película que está considerada como una de las mejores producciones de la historia. Numerosos galardones al guion, dirección, banda sonora y montaje avalan la trayectoria del que fue el filme más taquillero de la historia del cine hasta el año 1977, cuando se estrenó ‘Star Wars’. Ambas son consideradas las películas que cambiaron el modelo de negocio de Hollywood, que a partir de este momento se basa en acción y aventuras.