Aparta, Sasha Grey. Tus lúbricas cadencias en las escenas para adultos no pueden compararse al fluir sensual de la mozzarella fundente. Adiós, Rocco Siffredi. Tu carnalidad exagerada ya no fascina a los italianos, sino la hamburguesa con bacon, berenjena y provolone. Albóndigas con huevo, parmesano y cheddar. El 'Santo Grial': Mollete de queso y huevo con aros de cebolla. Mini croquetas de pasta. Y de postre, plum cake relleno de nutella y helado. ¿Notamos cómo tragamos saliva? Ya hemos caído la seducción del food porn napolitano, el placer de ver preparar ante nuestros ojos recetas que desbordan nuestra fantasía.
No, no se trata de fetichismo que junte comida y sexo en el mismo acto. Eso ya existe en la Red, y en abundancia. La pornografía está en el concepto, en la exhibición voyerística y tentadora del que cocina y en la mirada concupiscente del espectador. Nacida este verano, la página de Facebook Italy Food Porn ha atraído ya a más de 360.000 decadentes de los placeres de la mesa. Su éxito rebasa fronteras. Su creación más escandalosa, una orgía indecente de porchetta de cerdo, próvola, jamón, bacon, fingers de pollo, patatas fritas y tranchetes de queso se hizo viral como el sandwich más calórico del mundo.
"El Food Porn nace de la idea de que la comida puede provocar placer visual, incluso aunque no sea consumado" - explica Ferdinando Cirillo de la agencia Cookie, creadora del proyecto. "Fotografías de platos que, con solo verlos, te hacen la boca agua. Imágenes gozosas de tartas de chocolate, asados suculentos, platos de pasta rebosantes de salsa" - describe a través del correo electrónico como si dictase un pasaje de una novela erótica. "No tienen nada que envidiarle a una chica de Playboy".
El proyecto, explica Cirillo, nació de la mente de dos food bloggers napolitanos, Egidio Cerrone y GianAndrea Squadrilli, como una manera de promocionar la cultura culinaria de la ciudad, pero también con visión de negocio. La agencia Cookie se subió a bordo aportando la producción. Son ellos los que graban los vídeos y gestionan los perfiles de Instagram y Facebook. "Nuestra misión es la de mostrar a los usuarios los platos más originales y porno que pueden degustar en los restaurantes italianos".
Sí, no se trata de experimentación desaforada. Estos platos se pueden probar si acudes al lugar indicado, insiste Cirillo. "A diferencia de formatos estadounidenses como Tasty, que proponen recetas para preparar en casa, nosotros mostramos qué platos exagerados y originales se pueden comer y dónde. Seleccionamos personalmente los locales que aparecen, y son los chefs quienes diseñan y proponen las recetas que luego inmortalizamos en vídeo".
Fotografías de platos que, con solo verlos, te hacen la boca agua. Imágenes gozosas de tartas de chocolate, asados suculentos, platos de pasta rebosantes de salsa.
El objetivo es demostrar que existe una cocina italiana moderna y diferente, más allá "de la pizza margarita y los espaguetis" y capaz de competir con las nuevas tendencias. "El mercado de la food en Italia ha cambiado muchísimo" - explica Cirillo. "Hay muchísima competencia, y cada vez hay más restauradores que inventan platos nuevos. Se trata de una revisión de las recetas clásicas manteniendo al mismo tiempo la misma calidad de los ingredientes que distinguen a la cocina italiana".
La monetización del canal viene a través de la promoción de ciertas marcas de alimentación en los vídeos. Los propietarios del restaurante en el que se graba la receta compran en ocasiones el material para sus propias estrategias de promoción. "Pero rechazamos a quienes nos ofrecen comida que no respeta la línea de nuestro formato" - matiza el publicista.
La pregunta, en tiempos de preocupación por la epidemia global de obesidad en el primer mundo, es obligada. ¿No han recibido ninguna crítica por el bombardeo inclemente de calorías que supone su canal? ¿Planean moderar su amor desinhibido a la grasa? Cirillo responde con sorna. "Que los americanos se preocupen por eso".
"Sí que hemos recibido algunas críticas" - admite a renglón seguido. "Algunos de los platos propuestos son una fusión de la cocina americana y la italiana. Hemos descubierto que pese a todo y ante todo, los italianos prefieren la mozzarella al queso cheddar". Y cómo reprochárselo, que defiendan con uñas y dientes a la exuberante Sasha Grey de su gastronomía frente al McPorno industrial.