Son los ángeles de la guarda en el infierno de la guerra civil Siria. Casi tres mil 'cascos blancos' trabajan principalmente en las zonas ocupadas por los rebeldes, arriesgando su vida para sacar de los escombros a las víctimas de los bombardeos. Nominados al premio Nobel de la Paz, aseguran que sus esfuerzos han logrado frenar siquiera un poco la sangría: más de 56.000 vidas salvadas desde 2013. Pero su último intento de llamar la atención sobre el drama humanitario ha sido aprovechado por sus detractores para desacreditarlos.
El canal RFS, mantenido por la facción rebelde del Ejército Libre Sirio, se dedica a difundir campañas virales para concienciar sobre las víctimas del conflicto. Su técnica es la de sumarse a las tendencias en las redes sociales para conseguir difusión. En verano, le dieron la vuelta al fenómeno Pokémon Go con un mensaje conmovedor: niños sirios sostenían imágenes de los personajes para pedir al mundo que fuera a buscarles.
La última operación ha sido la de sumarse al mannequin challenge, la moda de grabar un vídeo en la que un grupo de personas posa congelada en las posiciones propias de su actividad antes de recuperar el movimiento. El martes RFS publicaba un vídeo en su canal en el que dos miembros de la organización de rescate posaban en lo que para ellos es su día a día: sacando de entre los escombros a un herido.
24 horas después, sin embargo, el órgano de comunicación de los rebeldes emitía un comunicado de retractación. No han sido las acusaciones de frivolizar la violencia en Siria que habían brotado en las redes sociales lo que les ha llevado a arrepentirse. Según el comunicado, el Gobierno de Bashar al Asad está usando el vídeo para acusarles de manipulación y de agravar las consecuencias de los bombardeos de cara a la opinión pública.
"El vídeo muestra el trabajo de los cascos blancos en forma de maniquíes estáticos que simulan la realidad. Sin embargo, el régimen lo ha usado para distorsionar los hechos y retorcer las percepciones" - reza el comunicado. "Los trabajadores de los medios del régimen sirio lo cogieron, lo sacaron de contexto y comenzaron a propagar historias falsas (...) acusando a la oficina de prensa de RFS de fabricar vídeos falsos de operaciones de rescate por parte de los equipos de defensa civil".
"El vídeo ha sido un error de juicio y pedimos disculpas a los voluntarios involucrados" - termina el mensaje. Los 'cascos blancos' son una organización apolítica, pero las acusaciones hacia los rebeldes de fabricar imágenes impactantes para conmover a Occidente también han terminado por poner en cuestión su imagen en determinadas corrientes de opinión.
El régimen de Bashar al Asad llegó a decir que la fotografía del niño de cinco años Omran Daqneesh, herido y cubierto de polvo que dio la vuelta al mundo era falsa; por otra parte, la 'pillada' a un falso herido en un hospital controlado por los rebeldes se convirtió en fenómeno viral. En el clip compartido de la cadena Al Jazeera se puede ver hacia el final como un hombre recostado contra la pared que está sonriendo finge repentinamente estar sedado cuando se da cuenta de que le están grabando.