A menos de haber disfrutado de la vida disoluta llena de excesos nocturnos y mañanas desmemoriadas que atribuímos a una estrella del rock, es razonable asumir que sabemos con cuántas personas hemos hecho el amor a lo largo de nuestra vida. Rizando el rizo, y en función de nuestra experiencia, podríamos aventurar la cifra de personas con las que se han acostado respectivamente nuestras parejas. ¿A qué vienen estas cábalas? Son las variables que nos pide la calculadora de exposición sexual que el sitio británico Dr.ED ofrece online. No se trata de un ejercicio de curiosidad morbosa, sino de una medida de prevención.

Y es que, cuando nos entrelazamos entre las sábanas, ¿Imaginamos realmente a cuántas parejas sexuales nos estamos exponiendo? ¿Qué antecedentes están aceptando nuestros amantes sin saberlo? Con toda probabilidad, cualquier cifra que imaginemos se quedará corta. ¿Qué tal un tercio de la población de Madrid? ¿O la totalidad de la de Valencia?

Efectivamente, la función de esta calculadora consiste en darnos una dimensión ilustrativa de a cuántos desconocidos nos exponemos sin imaginarlo en nuestra vida sexual. Seleccionamos nuestro país y ciudad de origen, nuestra cifra de parejas y la suya respectiva, y nos preparamos para llevarnos una sorpresa. Más de un millón de amantes se han entrelazado en una cadena que llega hasta nosotros. Sin especular con la promiscuidad de cada cuál: esta es la cifra que resulta de calcular a partir de la media europea.

10 parejas sexuales a lo largo de nuestra vida: es la media en la UE, según recogía la Sociedad Europea de Ginecología en 2013. Un dato inferior a las que se tienen en norteamérica, que son 11, y latinoamérica 12. Asia, donde se relatan una media de más de 14 amantes se lleva la palma. Así, la calculadora invita a permutaciones, en la que nos damos cuenta que que tenemos poco control sobre el factor determinante: las parejas de nuestras parejas.

Imaginemos que resido en Barakaldo y he tenido 3 amantes, pero estas personas ha tenido una vida sexual "asiática", de 14 parejas: me habré expuesto a 1,737,585 individuos, por encima de la media. "Lo que equivale a la población de Barcelona", asegura la calculadora. Pongamos que soy vecino de Marbella y me he mantenido en la media europea, pero mis amantes han sido turistas de las dos Américas que se han atenido a la suya: la exposición sexual ya supera los 2,7 millones y roza la totalidad de Madrid.

¿Para qué estos cálculos desmedidos sobre personas con las que, strictu sensu y sexualmente hablando, no tenemos nada que ver? Se trata de concienciar sobre la transmisión de enfermedades sexuales, que pueden saltar con facilidad de un individuo a otro pese a los famosos seis grados de separación según explican desde Dr.Ed. 

"Aunque pueda resultar chocante el ver tu cifra de exposición como un porcentaje de la población de una ciudad de tu país, la exposición sexual indirecta puede tener un alcance largo cuando el historial sexual de una persona se combina con el de su pareja, y con el de las parejas de sus parejas. Las implicaciones son inquietantes, ya que ilustran el riesgo de contraer una enfermedad de transmisión sexual y con suerte harán reflexionar para evitar las relaciones de riesgo".

"Incluso si tus parejas y tú sumáis un número de amantes de una sola cifra, esto puede suponer un cómputo de cientos de miles de exposiciones sexuales - una cifra que justifica de sobra el tomar precauciones. Recuerda: basta una exposición para contraer una enfermedad de transmisión sexual, pero el correcto uso de protecciones como el condón pueden parar una infección transmisible en seco".

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