Los niños, seres inocentes donde los haya, suelen regalarnos a menudo momentos que esconden grandes lecciones de humanidad. Es lo que ocurrió hace unos días en Louisville (Kentucky) con Jax Rosal, un niño de cuatro años que propuso a su madre raparse el pelo y eliminar la cresta que lucía hasta la fecha. ¿Para qué? El pequeño quería parecerse a su mejor amigo, Reddy Weldon, un chaval negro con el que comparte clase. Según el inocente plan imaginado por Jax, de esta forma su profesor sería incapaz de distinguirlos.
Lydia Stith Rosebush, la orgullosa madre de Jax decidió contar la anécdota en Facebook el pasado viernes junto con una de foto de Navidad de ambos amigos. Una semana después, la publicación ha sido compartida más 80.000 veces.
Así contaba ella misma la anécdota: "Esta mañana, Jax y yo estuvimos discutiendo sobre su pelo salvaje. Le dije que necesitaba un corte este fin de semana. Él dijo que quería que le rapara la cabeza para parecerse a su amigo Reddy. No podía esperar para ir a la escuela el lunes con el pelo como el de Reddy para que su profesor no pudiera distinguirlos. Pensó que sería hilarante confundir a su maestro gracias al mismo corte. Aquí está la foto de Jax y Reddy en Navidad. Estoy seguro de que todos vosotros veis el parecido", escribió Rosebush. "Si esto no prueba que el odio y el prejuicio es algo que se aprende, no sé qué puede hacerlo. La única diferencia que ve Jax entre los dos es su pelo”.
"Me pareció muy gracioso que Jax no se hubiese enterado de que Reddy es de color negro", señala la orgullosa madre a la cadena KSLA. "Cuando describe a Reddy, nunca menciona su color, así que pensé que podríamos utilizar todos esta lección de un niño de cinco años".
El éxito del post publicado por Lydia Stith Rosebush hizo que las cámaras de televisión se desplazasen con los dos chavales a una peluquería para captar el momento en el que Jax pasaría por fin a ser 'exactamente igual' que su amigo Reddy.
Tal y como recoge el Daily Mail, Kevin Weldon y su esposa Debby, adoptaron en 2014 a Reddy y a su hermano Enock, que nacieron en la República Democrática del Congo. Weldon asegura que la complicidad existente entre ambos chavales es la mejor prueba de la adaptación de su hijo. "Los niños tienen una inocencia que nosotros muchas veces perdemos", explica Weldon.