Anoche, con permiso de Vox y su apoyo irreductible a Marine Le Pen, solo había un partido político celebrando los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas. Mientras los candidatos a las primarias del PSOE, Susana Díaz y Pedro Sánchez, atribuían la derrota del socialdemócrata Benoit Hamon a las políticas del contrario; Mariano Rajoy guardaba silencio sobre el conservador François Fillon, hundido por sus propios escándalos; y Pablo Iglesias enfurecía por la derrota de la izquierda alternativa de Jean Luc Mélenchon, en Ciudadanos era el momento de la euforia.
Emmanuel Macron pasa a la segunda vuelta con ligera ventaja. Un candidato liberal en lo económico que propugna sin embargo políticas sociales, que busca a ocupar el centro para alcanzar acuerdos con fuerzas de ambos lados del espectro ideológico y que capitanea, sin hipotecas en su carrera política, una formación de nuevo cuño. Las similitudes, las existentes y deseables, eran demasiadas como para que desde la sede de Ciudadanos no se festejase con una bandera tricolor.
La victoria de Macron, sin embargo, no era la única detrás del entusiasmo de Albert Rivera. Como revelaba en Twitter, también andaba emocionado por la otra noticia de la noche, la victoria en el último minuto del Barça sobre el Madrid en el Bernabéu. El líder de Ciudadanos publicó el mensaje de una seguidora: "Para ser feliz, hoy hay que ser del Barça y liberal". Rivera remató la optimista premisa con un emoticono de guiño y gafas de sol, símbolo definitivo de chulería en la red. Los comentarios, medio en broma medio en serio, le auguraban una caída de votos por su concesión al forofismo culé.
No fue la única 'sobrada' de la noche. Rivera no se resistió a 'trolear' - burlarse, en la jerga de la red - al secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique. El responsable de Podemos había augurado que las encuestas "quizás" fallarían en las elecciones francesas, aludiendo al paso a la segunda vuelta de Mélenchon en el que confiaba Unidos Podemos, momento en el que sus rivales políticos se quedarían sin nada que decir. El líder de Ciudadanos retuiteó el mensaje para que sus seguidores hicieran el apropiado escarnio.
La euforia desatada en el partido naranja terminó por pasarse de frenada, sin embargo. Como recoge Bluper, el eurodiputado de Ciudadanos Javier Nart soltaba una bomba en La Sexta: Albert Rivera y él mismo ya habían mantenido reuniones con Mélenchon, potencial próximo presidente de la República francesa. Pero cuando el líder del partido entró en directo, negó la mayor: había hablado con miembros de En Marche!, pero no con el candidato.
Ante la insistencia de la periodista Ana Pastor, Rivera terminó irritado: "¡Sabré yo con quién me he reunido!". La conexión volvió entonces a la mesa de debate y la cámara enfocó a Nart. Tras un embarazoso silencio, el eurodiputado se explicó diciendo que la reunión con Macron se había producido, pero Rivera no estuvo presente.
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