Mercedes 'Mili' Hernández es un prodigio con el balón entre los pies desde que su padre, Gerardo, la puso a jugar a los cinco años. De esa época data la costumbre de cortarle el pelo corto. Ahora Mili tiene ocho, pero gracias a su talento juega con las chicas de once. Cuando Gerardo le preguntó si no querría llevar el pelo más largo ahora que es mayor, la niña respondió que no. "Siempre lo he llevado corto y si me crece, me lo corto" - contaba a una televisión local de Nebraska, su estado natal.
El equipo de Mili, el Azzuri Cachorros, se había asegurado el pase a la final el pasado sábado ganando tres partidos del torneo femenino del Springfield Club. Pero horas antes del encuentro del domingo, su padre recibió una llamada: la niña, y con ella todo el resto de jugadoras, quedaban inmediatamente descalificadas. El motivo: una queja por incluir a un niño en la alineación femenina. Con estupor, Gerardo comprendió que se referían a su hija.
"Mili intentaba guardar la compostura, pero nos dábamos cuenta de que lo estaba pasando mal" - relataba su hermano Cruz a The Washington Post. "Sentía que había defraudado a todo su equipo". La propia pequeña lo explicaba en sus términos: "Solo porque parezca un chico no significa que sea un chico. Eso no es razón para echar al equipo entero".
Gerardo llamó al presidente del Azzuri, Mo Farivari, y llegaron a la conclusión de que se había producido un error burocrático: alguien había inscrito a Mili bajo el género equivocado. Pero la documentación del equipo no dejaba lugar a dudas y, si hiciera falta, a la familia no le faltaban maneras de probar que se trataba de una niña. Así que Hernández se plantó en la sede del torneo con su hija de una mano y su tarjeta del seguro médico en la otra, convencido de que el equívoco se resolvería de inmediato.
Estaba equivocado. "No quisieron escucharnos. Dijeron que el presidente había tomado una decisión y que no había manera de cambiarla". Tras la difusión de la historia, los organizadores emitieron un comunicado asegurando que el aspecto de Mili no había tenido nada que ver. La errata tenía la culpa de todo. "Inscribir a un jugador masculino es una violación de las normas del estado y el torneo". No aclaran, sin embargo, por que no atendieron a las rectificaciones. A Gerardo le tocó explicarle a su hija que el mundo es en ocasiones sencillamente injusto. "A veces la gente se equivoca, pero tienes que seguir jugando".
"Hay más torneos en los que podré jugar" - declaraba una resuelta Mili a la televisión. Y como compensación ha recibido el apoyo de algunas de sus heroínas. Mia Hamm, que llegó a ser considerada la mejor futbolista de la historia, la ha invitado a participar en la Academia de verano de su club, Los Angeles FC. Y Abby Wambach, doble medallista olímpica y Balón de Oro, le ha enviado un emocionado mensaje a través de sus redes sociales.
"Mili, NUNCA permitas que alguien te diga que no eres perfecta tal y cómo eres. Yo gané campeonatos llevando el pelo corto. Eres maravillosa en todos los aspectos. Eres una líder natural, cariño, y estoy muy orgullosa de ti".
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