Mientras las tropas rusas siguen avanzando desde el norte y el sur de Ucrania para hacerse con el control de las infraestructuras claves del país y de su capital, se suceden las reacciones en todo el mundo. En España, el presidente Pedro Sánchez ha dejado claro el respaldo de su Gobierno a Volodímir Zelenski, jefe del Ejecutivo ucraniano. Sin embargo, no todos los miembros del Consejo de Ministros suscriben sus palabras o, al menos, no las hubiesen respaldado hace algunos años, como es el caso de Alberto Garzón.
Las últimas horas de la guerra entre Rusia y Ucrania se saldaban con muertes desde el estallido del conflicto. En concreto, en la primera jornada de contienda han perdido la vida al menos 22 civiles en un ataque aéreo orquestado por los rusos en la región de Odesa, a orillas del Mar Negro. Asimismo, han muerto 14 personas a bordo de un avión militar que se ha estrellado cerca de Kiev y constan al menos 40 soldados fallecidos durante los ataques del Ejército ruso contra aeródromos y bases militares.
Las tropas de Vladimir Putin no dejan de avanzar y Zelenski, lejos de pedirle a su población que se recluya, les ha pedido que salgan "a las plazas" para instar al líder ruso que cese el ataque. En mitad de este devenir bélico, el ministro de Consumo también ha querido pronunciarse en solidaridad con el pueblo ucraniano. Así, desde su cuenta de Twitter, Alberto Garzón ha defendido que están sufriendo "una agresión imperialista por parte de Rusia" que "vulnera el derecho internacional y los acuerdos":
El mensaje continuaba en un segundo tuit, pero Garzón ha optado por eliminarlo al comprobar el enorme revuelo que había ocasionado. ¿El motivo? Que hace ocho años, en febrero de 2014, su postura era muy distinta a la de ahora y cargaba contra los opositores de Ucrania, hoy al frente del poder en el país. En aquellos días fueron decenas de civiles los asesinados por francotiradores en la capital.
Aquella crisis, de la que deriva esta guerra, estuvo motivada por la negativa del Gobierno de Kiev a firmar el acuerdo de asociación de la Unión Europea en noviembre de 2013 y decir, a cambio, que reforzaría sus vínculos con Rusia. La oposición convocó manifestaciones, se llegaron a enfrentar a la policía y tomaron las plazas pidiendo la dimisión del entonces presidente Yanukóvich, que firmó a cambio un acuerdo comercial entre con Putin.
"Madre mía"
La oposición respondió creando la Unión Popular Maidán, exigiendo elecciones anticipadas y la reforma constitucional. El 15 de enero de 2014 bloquearon el Parlamento y los días siguientes se radicalizaron las protestas.Tras una tregua que no dio sus frutos, cayó el alcalde de Kiev y días después dimitió el Ejecutivo.
En este caldo de cultivo se suceden tres jornadas claves para explicar el tuit del ahora ministro. El 18 de febrero, con opositores intentando entrar en el Parlamento y otros edificios oficiales; el 19, con las negociaciones fracasadas, y el día 20, con la violencia de nuevo en las calles y decenas de muertos. Alberto Garzón, en aquel entonces diputado pero no coordinador todavía de IU, decía lo siguiente:
En los días posteriores, 21 y 22 de febrero, el régimen cedió y el Parlamento sustituyó al presidente Yanukóvich, que calificó lo sucedido como un "golpe de Estado". Garzón le dio entonces la razón, pero ahora, integrado en el Consejo de Ministros, su visión es muy distinta. Por eso, sobre todo los tuiteros de izquierda, han querido criticarlo tirando de hemeroteca y preguntándose cómo ha sido posible el cambio:
Pero, como decíamos, este no es el único tuit de Garzón contra el Gobierno ucraniano:
Lo cierto es que estos tuits han envejecido especialmente mal. Eso sí, como solemos hacer, desde aquí nuestro agradecimiento a Garzón por apechugar y no haberlos eliminado.