Uno de cada tres jóvenes en España ni estudia ni trabaja, es decir, es "nini". Esta cifra sitúa a nuestro país en el cuarto de la OCDE con más "ninis" entre sus jóvenes, un 22,8%, superado solo por Turquía (28,8%), Italia (27,4%) y Grecia (26,1%).
Estos son algunos de los datos que arroja el informe Panorama de la educación. Indicadores de la OCDE, que apunta a que una manera de remediarlo es invertir más en Formación Profesional porque en muchos países, entre los que se cuenta España, "el interés" por los programas de Formación Profesional es cada vez mayor, ya que se consideran "eficaces" para el desarrollo de las habilidades que aseguren una mejor transición entre los estudios y el mercado laboral. La media de alumnos matriculados en Formación Profesional dual (programas mixtos impartidos entre la empresa y en el instituto) en la OCDE es 7%, mientras que en España sólo está matriculado un 0,2% en este tipo de programa.
Sin embargo, el propio informe admite que "es difícil" reintegrar a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, porque "pueden haber salido del radar de los sistemas educativos, sociales y laborales".
Seguir estudiando para no ir al paro
Una de las opciones por las que optan los jóvenes cuando terminan una etapa de estudio es "seguir estudiando", como una forma de ocupar su tiempo, formarse más y evitar el desempleo. Las dificultades para acceder al mercado laboral que los jóvenes han encontrado en los últimos años- acrecentadas por la crisis económica- parecen haber propiciado la permanencia en el sistema educativo.
En España, de 2010 a 2014, el número de jóvenes que estudian entre 20 y 24 años ha aumentado 10 puntos porcentuales, valor que supone más del triple del incremento medio de la OCDE y la Unión Europea.
Más estudios, mejor sueldo
Tanto en España como en el resto de los países de la OCDE, a mayor formación, mayor tasa de empleo y mejor sueldo. En nuestro país, un 77% de los adultos españoles con un Grado, Diplomatura o equivalente está trabajando, cifra que asciende a un 79% para quienes cuentan con un Máster o Licenciatura y a un 87% para los que tienen un Doctorado.
Así, la población con niveles educativos bajos tiene más probabilidades de estar desempleada que la que tiene niveles educativos más altos. En España, la tasa de desempleo de la población con un nivel educativo inferior a la segunda etapa de Educación Secundaria era de un 31% en 2014. Esta cifra supera en 9 puntos porcentuales la tasa de desempleo del grupo de personas con educación correspondiente a la segunda etapa de Educación Secundaria, y en 17 puntos la tasa de desempleo del grupo de personas con Educación superior.
Desventaja laboral para las mujeres
En la mayor parte de los países analizados por el informe se encuentran más mujeres que hombres con niveles educativos altos. Sin embargo, en 2014, la presencia de las mujeres en el mercado laboral seguía siendo inferior a la de los hombres. De media, en los países de la OCDE solo un 66% de mujeres trabajaba, frente a un 80% de hombres, según los datos del mismo informe.
El estudio denuncia además que, analizando la situación laboral de la mujer en función de su nivel educativo, se puede apreciar la "desventaja laboral y salarial" para las mujeres es especialmente preocupante entre adultos que no han alcanzado el nivel de la Educación Secundaria de segunda etapa.
En promedio en los países de la OCDE, la diferencia entre las tasas de empleo para hombres y mujeres de 25 a 64 años con un nivel educativo inferior a la segunda etapa de Educación Secundaria era en 2014 de 20 puntos porcentuales (66% para los hombres, 46% para las mujeres). Esta diferencia se reduce a 15 entre hombres y mujeres con Educación Secundaria de segunda etapa (81% empleo para los hombres y 66% para las mujeres) y a solo 9 entre personas con titulación superior (88% para los hombres y 79% para las mujeres).