Un desafío en las entrañas de las ciudades
Este lunes se celebra el Día Mundial del Saneamiento, en un momento en el que las inundaciones urbanas son cada vez más frecuentes en todo el mundo. ¿Están preparadas nuestras ciudades?
19 noviembre, 2018 11:18Las ciudades, donde vive ya el 55% de la población mundial, afrontan un reto para el cual no fueron diseñadas: el saneamiento y drenaje de las aguas de lluvias torrenciales, inundaciones y tormentas tropicales, cada vez más frecuentes a consecuencia del cambio climático.
Además de pérdidas materiales y humanas, como las ocurridas el pasado mes de octubre en Mallorca, el agua de las lluvias torrenciales y el desbordamiento de cauces fluviales también arrastra consigo elementos contaminantes procedentes de la atmósfera y el tráfico rodado, que acaban contaminando ríos y mares, como han demostrado diversos estudios científicos.
Esta situación, según expertos, obliga a realizar una auténtica revolución en los sistemas de saneamiento, drenaje y alcantarillado de las áreas urbanas. ¿Están preparadas nuestras ciudades para absorber tanta lluvia? ¿Qué hacer para que el nuevo flujo de aguas residuales y de agua sucia de lluvia no contamine los ríos y el mar a los que vierten?
“España tiene pendiente aprobar una nueva normativa sobre desbordamiento de sistemas de saneamiento y escorrentía pluvial contaminada que será la más completa de Europa”, destaca Pere Malgrat, Director de Drenaje Urbano y Resiliencia de SUEZ España.
La nueva regulación tendrá en cuenta un enfoque más integral y obligará a los ayuntamientos a redactar planes directores integrales de saneamiento, con compromisos temporales, para mejorar el mantenimiento del alcantarillado y del tratamiento de aguas.
Además, las autorizaciones de vertido por parte de los organismos competentes se supeditarán al cumplimiento de las actuaciones, lo cual obligará a los municipios en los próximos cinco años a un importante esfuerzo de planificación y mejora.
‘Descontaminar’ el agua de lluvia
Si en el siglo XIX el saneamiento urbano se empezó a expandir extensivamente en las ciudades con una función exclusivamente de higiene y salud pública frente a enfermedades y epidemias, dando paso a un enfoque hidráulico en el siglo XX para la protección de las personas y sus bienes frente a las inundaciones, la realidad actual obliga a una revolución en las entrañas de las ciudades.
El desafío, según los expertos, es que el sistema de drenaje urbano no se limite solo a la recogida y transporte de aguas residuales y pluviales, sino que además sea capaz de evacuar cada vez un mayor flujo de agua con el menor impacto ecológico posible.
Según Pere Malgrat, director de Drenaje Urbano y Resiliencia de Suez España, se va a necesitar un planteamiento global que suponga la integración del alcantarillado con las depuradoras, con el objetivo de restituir las aguas captadas al medio natural en las mejores condiciones posibles y teniendo en cuenta que el agua de lluvia no está limpia, especialmente en las grandes ciudades, debido al arrastre de la contaminación atmosférica y de la depositada en la superficie urbana, principalmente procedente del tráfico rodado y las industrias.
En este sentido, Pere Malgrat señala que en Alemania ya se han construido 41.000 depósitos anticontaminación para evitar la contaminación de ríos y mares. A nivel mundial, la mayor actuación tiene lugar en Londres y su área metropolitana, con una inversión de 5.500 millones de euros para un enorme túnel soterrado con el que se busca disminuir el impacto ambiental en tiempo de lluvia en el Támesis.
En España, el grupo SUEZ busca ser un referente en esta nueva concepción del saneamiento: Viaqua está llevando la explotación de ocho depósitos anticontaminación en Ferrol (Galicia); Aigües de Barcelona está gestionando cuatro depósitos anti-inundación en el área metropolitana de Barcelona; AMAEM dos depósitos en Alicante; e HIDROGEA uno en Murcia.
Un desafío que obliga a un cambio de mentalidad en la gestión de las redes y para el cual, según explican desde SUEZ España, es necesario introducir sensores en toda la red de drenaje, tratar de forma global los datos, además de elaborar programas de limpieza del alcantarillado y de gestión integral de tanques y depósitos, en coordinación con las depuradoras.
Una revolución en las entrañas de las ciudades para la que faltan recursos en España. Según el presidente de la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento (AEAS), Fernando Morcillo, en nuestro país existe un déficit de inversión de 60 euros per cápita/año para poder atender las necesidades de obra nueva y renovación de la infraestructura del agua.