Nuevo giro en el ‘caso Reyes’: circulaba a 187 km y reventó la rueda que le recambió su primo
El futbolista iba a más velocidad de la permitida por la autovía A-376 cerca de Utrera (Sevilla).
1 abril, 2020 20:22Noticias relacionadas
José Antonio Reyes, exfutbolista de Sevilla, Atlético, Arsenal y Real Madrid -entre otros clubes-, circulaba como mínimo a 187 kilómetros por hora cuando se le reventó la rueda trasera izquierda de su deportivo, el Mercedes S550 Brabus, y murió en el acto. Esa es la conclusión a la que ha llegado la Guardia Civil después de investigar el siniestro, donde también murió su primo Jonathan Reyes, y resultó herido -aunque se encuentra bien y fuera de peligro- su otro primo Juan Manuel Calderón.
La rueda trasera que estalló había sido reparada por su primo en un taller de Mérida días antes. Sin embargo, reventó cuando José Antonio Reyes puso su bólido a máxima velocidad en la autovía A-376 cerca de Utrera (Sevilla), justo cuando el futbolista realizaba un adelantamiento.
José Antonio Reyes trató de controlar el coche en ese momento, pero dada la velocidad a la que conducía y el reventón de la rueda, no pudo hacer nada para que el coche se saliera de la carretera y se produjese el accidente mortal.
Al salirse de la autovía, el coche, un Mercedes Benz S550 Brabus de alta gama, volcó y se incendió a unos 200 metros de la carretera, tal y como consta en el informe pericial que ha llegado al juzgado de Alcalá de Guadaira, que investiga los hechos.
Su coche, el Mercedes Benz S550 Brabus, modificado por el futbolista, es capaz de pasar de 0 a 100 en apenas 4,2 segundos y tiene un coste de 150.000 euros. Es uno de los muchos deportivos que tenía en su colección el exjugador del Real Madrid, que militaba en el Extremadura de Almendralejo (Badajoz) cuando se produjo el accidente.
Esta conclusión arroja luz sobre un caso que ha dado muchos giros desde que sucediera el 1 de junio de 2019. Hasta ahora, el único que conocía la verdad era Juan Manuel Calderón, que viajaba en el coche y que estuvo ingresado con pronóstico grave.
Él, durante todo este tiempo, ha callado. El accidente lo dejó tocado y, por eso, desde entonces, no ha querido hacer ninguna declaración. Porque la realidad es que él intentó salvar a sus primos y por ese motivo sufrió quemaduras del 60%. Después, fue ingresado en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y estuvo dos meses en la Unidad de Cuidados Intensivos hasta recibir el alta el 29 de agosto. Ahora, él, que se habrá preguntado durante este tiempo qué pudo pasar, también sabe realmente por qué se salieron de la carretera.