Un silencioso paseíllo abrió la novillada de triunfadores. Los pasos, el crepitar de los petos y el soniquete de las mulillas acompañaron a los tres chavales. No cabía más tristeza en un puñado de hombres. El minuto de silencio acotado y rompió la banda. El pasodoble es la marcha fúnebre de los toreros. Iván Fandiño bocabajo. Sobre él Provechito. La imagen directa al imaginario colectivo, una manta sobre la plaza esta tarde. "Ivan Fandiño, siempre en el recuerdo de la afición", colgaba tiesa una pancarta del '7'. La historia tiene ese hueco preparado. Los novilleros brindaron todos los primeros toros de su lote al cielo. Alguna lágrima aguantó Ángel Sánchez.



El luto evidente, la bajísima tensión, acompañó a una novillada con posibilidades. Excepto el tercero, se dejaron los de José Luis Marca, remendados por dos utreros de El Cortijillo. La clase amasada por los Lozano se dejó ver en los dos últimos.

Rompelindes fue un novillo precioso. Colorao, remendado por el blanco como esas calcetines de Punky Brewster. Las hechuras de toro dentro de un novillo, bajo de manos, con la expresión noble, las puntas hacia delante y un hocico más claro. Colombo banderilleó con la potencia de siempre y menos eficacia: cayeron al suelo algunos palos. Luego toreo vertical, templado, a Rompelindes. El utrero tenía clase, dos embestidas siempre muy buenas. Colombo no se salió de la media distancia, siempre ahí. Qué fijeza la del novillo. Tiró de él. Quizá le faltó empuje al nuñez. En un desarme se lanzó a comerse la muleta, rebuscó con ansia todo lo que hubiera dado de sí el muletazo y se paró de repente. El final de faena se fue hasta la buena estocada. Y Colombo cogió por fin su oreja en Madrid.

El tercero se quedó en nada. Carbonero, negro salpicado, el tercio de banderillas fue suficiente para él: Colombo descarga un aluvión en cada par. Apenas pudo componer algo.

Los mejores muletazos de la tarde los dio Ángel Sánchez al quinto. Atigrado, el pitón blanquísimo, sin fijeza, recorrió la plaza antes de centrarse. La muleta puesta del madrileño encontró la profunidad. Ningún toque al natural, de arriba abajo, toreando con la muñeca. Embestía Musiquero humillando muchísimo, casi hasta el final. Cuando Ángel Sánchez encontró la distancia y midió el trazo logró esa tanda fue muy buena, limpia y templada, arrastrando la muleta. Personalidad en los dos. 

Menos serio de comportamiento fue el anterior. Ese utrero se quedaba encima. Jabonero, un poco enrazado. Ángel Sánchez se abrió con unos doblones. Se le notaba algo ido, toreando al borde del llanto. Algunos naturales tuvieron buen trazo. Las manoletinas tuvieron ese aire de si me coge me da igual.

Ángel Jiménez lidió con un lote bueno. Toreó con mucha expresión a los dos. Con menos rotundidad al primero, que embestía descompuesto, se abría demasiado. No había reunión aunque sí un trazo distinto. La plaza entraba a veces. Muy descarado el novillero, elástico. Flexible el muletazo. Una tanda de naturales fue muy buena, jaleada y redonda. Los ayudados tuvieron cosa.

Rajadito el castaño de Marca, no atendió a los capotes. Jiménez le ganó el paso con la muleta. No se lo pasó cerca. Por la derecha decía poco el novillo. Mejor al natural los dos, entregado el sevillano de Écija. Lo encerró en el tercio y logró buenos momentos. Rozaba el trofeo, muy arrebatado el final, pero lo pinchó. Después, el utrero se tragó la muerte un pelín desprendida del espadazo. Lo levantó Pirri y terminó esfumándose la oreja. Todavía quedaban dos toros para acabar con esta montaña rusa de toros que ha durado un mes, qué gran mes.



















Ficha del festejo





Monumental de las Ventas. Domingo, 18 de junio de 2017. Novillada de triunfadores. Menos de media plaza. Utreros de José Luis Marca, 1º se dejó, 2º a menos, se paró el 3º, 4º rajadito, y El Cortijillo con profundidad el 5º, 6º se dejó.

Ángel Jiménez, de blanco y oro. Medio espadazo algo trasero (saludos). En el cuarto, pinchazo arriba y estocada un pelín caída (saludos).

Ángel Sánchez, de grana y oro. Pinchazo hondo (aplausos). En el quinto, estocada perpendicular (saludos).

Colombo, de obispo y oro. Estocada (silencio). En el sexto, buena estocada (oreja). 

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