De Fefiñáns a Montesacro: así son los pazos que recorren el casco histórico de Cambados
La localidad todavía conserva siete históricos pazos en su casco antiguo, algunos de ellos reconvertidos en importantes complejos hoteleros, bodegas, espacios culturales y hasta gastronómicos
3 junio, 2024 05:00Histórica, señorial y marinera, Cambados es conocida en toda Galicia como la tierra de los pazos, vinos y bodegas. Es preciso recordar en este punto que esta villa enmarcada a orillas de la ría de Arousa está considerada como la gran capital del albariño en las Rías Baixas y que es la primera Ciudad Europea del Vino. En su faceta más monumental, la localidad pontevedresa es en muchas ocasiones comparada también con un museo al aire libre tallado en granito. Sus calles nobles, plazas, mansiones y monumentos rezuman historia por los cuatro costados. De hecho, el casco antiguo de Cambados conforma una de las zonas históricas mejor conservadas del grueso del territorio gallego, declarada hace más de dos décadas como Bien de Interés Cultural.
Entre los elementos de la arquitectura popular gallega más interesante que podemos encontrar en el callejero cambadés destaca el caso de los pazos, todo un símbolo de prosperidad y poder en Galicia, sobre todo entre los siglos XVII y XIX. Estas majestuosas viviendas de la hidalguía gallega en Cambados albergan entre sus muros una parte importante de su historia. Entre los límites del municipio todavía se conservan siete antiguas casas solariegas, la mayoría de ellas reconvertidas en complejos hoteleros, culturales, vitivinícolas e incluso gastronómicos. Desde el emblemático Pazo de Fefiñáns hasta Montesacro, así son las viejas casas nobles que sobreviven al paso del tiempo entre las avenidas de la Cambados más señorial.
Pazo de Fefiñáns
Enmarcado en el corazón de Cambados, el Pazo de Fefiñáns alberga el alma histórica de la localidad. De carácter renacentista y con ciertos matices de la arquitectura italiana, la propiedad fue declarada Bien de Interés Cultural ya desde el año 2012. Sus orígenes se remontan al siglo XVI, época en la que fue construido por orden de Juan Sarmiento y Valladares, entonces señor de Fefiñáns y consejero de Felipe II. La estructura presenta una forma de "L", en cuyo conjunto puede observarse una armoniosa fachada en la que destacan pequeños balcones. En uno de los extremos se alza majestuosa la torre del homenaje, mientras que en la esquina norte se mantiene intacto un puente de trazos barrocos.
Los escudos heráldicos también se dibujan todavía en la fachada principal, permitiendo descubrir algunos de los importantes linajes gallegos vinculados a este histórico pazo. Cabe destacar que, en la actualidad, la titularidad de Fefiñáns todavía se encuentra en manos de los marqueses de Figueroa y que su actividad principal se encuentra dedicada a la producción de vino albariño con Denominación de Origen bajo las firmas de Bodega Palacio de Fefiñanes y Bodega Joaquín de Armada.
Pazo de Montesacro
El pintoresco barrio marinero de San Tomé do Mar también presume de pazo histórico entre sus dominios. El conocido como Pazo de Montesacro ―o de Santo Tomé, por razones evidentes― se alza majestuoso en un entorno privilegiado a un solo paso del mar y el puerto pesquero. La propiedad fue construida ya en el siglo XVIII por Diego de Zárate y Murga, siguiendo el típico estilo arquitectónico barroco de la época. En el presente, unas señoriales escalinatas conducen hacia su fachada principal, en la que destaca un refinado escudo de armas perteneciente a la familia fundadora y en el que todavía se pueden apreciar la cruz de Santiago y la corona del marqués grabadas sobre la heráldica.
Cabe destacar asimismo que anexo al edificio principal se encuentra la llamada Capilla de la Virgen de la Valvanera, cuyos orígenes también se remontan al siglo XVIII y que representa la tradición importada desde La Rioja por los marqueses fundadores. Sobre su historia merece la pena mencionar la particular metamorfosis que vivió en la década de los 40, cuando las instalaciones fueron cedidas a las "Hermanitas de la Caridad" y fue entonces cuando la propiedad fue rehabilitada para acoger un centro de mayores.
Pazo de Torrado
En la céntrica Rúa Príncipe, el Pazo de Torrado es uno de los edificios históricos más conocidos de Cambados y una de las obras más significativas del patrimonio arquitectónico local. Esta antigua casa solariega fue erigida por la familia Torre de Asadelos allá por el siglo XVIII, en pleno Siglo de las Luces. A lo largo de las décadas, sus muros y paredes han estado habitados por un buen número de destacadas personalidades de la villa, entre ellas el propio alcalde del municipio, don Joaquín Antonio Torrado. En una de sus múltiples facetas, el edificio también sirvió como residencia para las personas de la tercera edad desde el año 1939, al menos así fue hasta el traslado del centro al ya citado Pazo de Montesacro. Ya a partir del siglo XX, el ayuntamiento de Cambados se hizo con la propiedad para convertirla en una sala de exposiciones en la que tienen cabida todo tipo de disciplinas artísticas.
Pazo de Ulloa
Enclavado en la parte alta de Cambados, el Pazo de Ulloa conforma uno de los palacetes más representativos de Galicia y la historia de Cambados. También conocido por el nombre de la "Casona dos Pazos" o "Pazo da Quintanilla", sus orígenes se remontan al siglo XV, erigido sobre un solar que en el pasado ocupaba la antigua casa familiar de los Sánchez de Ulloa. De hecho, la propiedad llegó a convertirse con el tiempo en la residencia habitual de varios descendientes de la familia fundadora, entre ellos del militar don Diego de Acevedo o de don Alonso Fonseca III, arzobispo de Santiago y Toledo y uno de los grandes impulsores de la Universidad de Santiago de Compostela. En los años en los que el Pazo de Ulloa acogió la morada de la Casa de Alba y el Marqués de Riestra, la propiedad sufrió varias modificaciones en su estructura e interior, si bien en la cara noroeste todavía se conserva una curiosa torre con gárgolas y almenas y en la fachada también se pueden observar los blasones de las familias nobles que allí vivieron.
Pazo de Moltó
Construido alrededor del siglo XVI bajo la petición de los señores de Bazán y Alonso Troncoso, el Pazo de Moltó es conocido por haber albergado en su interior el antiguo Hospital Real de la villa cambadesa. De hecho, en el centro eran ingresados y tratados los enfermos que habían sido contagiados de la peste. También en el complejo destaca la bautizada como Capilla del Hospital, conocida del mismo modo por el sobrenombre de "La Purificación", el cual aludía a su consagración en una época en la que la población estuvo asolada por las grandes epidemias de la peste.
Por otro lado, cabe destacar el hecho de que son varios los personajes ilustres que se encuentran sepultados en la citada capilla, entre ellos Josefa Ozores de Saavedra, madre del Conde Amarante. En esta misma línea religiosa, también merece la pena hacer mención a la ya desaparecida capilla de Santa Margarita, la cual perteneció durante un tiempo al Pazo de los Abrales. En cualquier caso, en la actualidad el conocido Pazo de Moltó acoge en sus entrañas el afamado restaurante con Estrella Michelin de Yayo Daporta.
Pazo de Fajardo
El patrimonio de Cambados no podría entenderse sin el emblemático Pazo de Fajardo, una señorial construcción que se erige en el corazón histórico de la villa desde el siglo XVII. Lo cierto es que el también llamado Pazo de Salgado conforma una excelente muestra de lo que fueron las casonas nobles de la villa, pertenecientes a las familias con mayor poder adquisitivo de la época. De hecho, entre las personalidades más destacadas que habitaron la vivienda se encuentra el Obispo de Buenos Aires y Arzobispo de Santiago de Compostela, Sebastián Jerónimo, propietario hasta finales del siglo XVIII.
Este pazo cambadés perteneció también a la familia Fajardo ya a mediados del siglo XIX, más concretamente al teniente de artillería don Bernardino Rodríguez Fajardo. De hecho, la familia residió en el majestuoso edificio hasta el año 1918, siendo Julio Ricoy y Rodríguez Fajardo su último habitante. El pazo fue entonces adquirido por un conocido abogado del municipio llamado Juan Salgado, cuyos herederos todavía mantienen a día de hoy la titularidad del edificio.
Pazo de Bazán
Levantado allá por el siglo XVII por orden del párroco Pedro Bazán y Heredia, la propiedad alberga en el presente el conocido Parador de Cambados. Lo cierto es que a lo largo de su historia la casona sufrió varias reformas, una de las primeras en el siglo XVIII de la mano de don Pedro Bazán de Mendoza, escritor y político en la época de la Revolución francesa. Durante varias décadas, el histórico pazo se mantuvo habitado por distintos familiares de la familia Bazán, entre ellos la reconocida escritora Emilia Pardo Bazán.
Ya en la década de los 60, la propiedad fue adquirida por el Estado y adjudicado al Ministerio de Información y Turismo, dando paso a una transformación completa de su actividad. El edificio fue rehabilitado por completo con el propósito de albergar el actual parador. No obstante, la realidad es que debido al pésimo estado de conservación del pazo, terminaron derribando la construcción y erigieron una totalmente nueva.