• La lucha de una gallega que puede cambiar la vida de 400.000 empleadas de hogar en España

Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha sido claro. "La normativa española que excluye de las prestaciones por desempleo a los empleados de hogar, que son casi exclusivamente mujeres, es contraria al Derecho de la Unión". Así de contundente se ha mostrado la justicia europea sobre las leyes españolas a este respecto.

La lucha de una empleada de hogar gallega, que inició su reivindicación por el derecho a la prestación por desempleo hace ya dos años, ha obtenido un resultado favorable por parte de la justicia europea.

"Días como hoy nos recuerdan que ante leyes injustas no se puede perder la fe en la Justicia. También de la importancia que tiene para nosotros el derecho europeo y que, como derecho superior de nuestro ordenamiento jurídico, puede ser alegado en nuestros juzgados y tribunales, lo que nos da esperanza en poder avanzar en la defensa de derechos fundamentales en una pelea que desde nuestro ordenamiento interno muchas veces nos parece imposible", ha resaltado Javier de Cominges, letrado del área laboral de Vento Abogados & Asesores que ha llevado el caso.

Esta sentencia histórica, que obliga a España a revisar su legislación, podría cambiar la vida de 400.000 empleadas de hogar que carecen del derecho a contar con esta prestación. Aunque, según señala el documento europeo "le corresponde al juez español verificar si así sucede en este caso, el Tribunal de Justicia le proporciona indicaciones a esos efectos. El Tribunal de Justicia observa que, con arreglo a la normativa española, todos los trabajadores por cuenta ajena sujetos al Régimen General de la Seguridad Social, en el que está integrado el Sistema Especial para Empleados de Hogar, tienen derecho en principio a las prestaciones por
desempleo".

"En el año 2012 se perdió una primera oportunidad al integrarse en el régimen de la Seguridad Social con la sangrante exclusión de la protección por desempleo. Desde entonces, el Estado ha tenido innumerables ocasiones para impulsar su protección, varias de ellas con reformas de la Ley de Seguridad Social que se produjeron después de que el Abogado General del TJUE se pronunciara señalando que España estaba vulnerando sus derechos. No es secundario que se trate de un colectivo compuesto mayormente por mujeres, muchas veces extranjeras y con ausencia de recursos, para convertirse en un grupo olvidado", explica el letrado gallego.

Discriminación por razón de sexo

Así, el comunicado enviado por el TJUE sobre este asunto señala específicamente que "esta exclusión constituye una discriminación indirecta por razón de sexo en el acceso a las prestaciones de seguridad social".

Javier de Cominges ha alabado, además, que la agilidad y rapidez en la tramitación del TJUE en comparación, por ejemplo, con la "casi imposibilidad de acceder en España al Tribunal Constitucional. Tribunal al que es prácticamente imposible llegar por las trabas inherentes a los filtros de acceso".

"Ahora le toca al Gobierno dar el siguiente paso legislar y regularizar el derecho al desempleo eliminando toda discriminación por razón de género. Desde Vento Abogados & Asesores hemos impulsado este proceso con decisión e ilusión entendiendo su dimensión social y ética, su valor en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, por lo que hoy podemos afirmar satisfechos que estos dos años de duro trabajo han valido mucho la pena", concluye el abogado laboralista Javier de Cominges.

Agradecida

Por su parte, la mujer que ha luchado este tiempo por la consecución de unos derechos que en todo momento creía merecidos y que ha logrado una sentencia histórica que afectará a decenas de miles de mujeres de toda España, ha querido agradecer el apoyo a la que fue fue empleadora y cuyo apoyo ha sido fundamental en el proceso.

"En primer lugar, quería darle las gracias a mi jefa por apoyarme y al equipo de abogados por acompañarme y asesorarme durante estos dos años. Ha sido un proceso duro que empezó al verme desamparada frente a una enfermedad. Fue así: enfermé y me di cuenta de que estaba totalmente desamparada, sin ninguna garantía y ningún derecho, con la incertidumbre de qué pasaría en el futuro. Por eso tomé la decisión de acudir a los tribunales, con la esperanza de que algo cambie. Y así ha sucedido. Estoy muy satisfecha de haber tomado esa decisión y del resultado que hemos obtenido".