Grúas en el puerto de Vigo.

Grúas en el puerto de Vigo.

La tribuna

Las pymes ante el paradigma de la digitalización

Jorge Cebreiros, Presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra, y Socio Director de InfoJC, nos habla de la necesidad de ver a la tecnología como una aliada, no como un obstáculo.

22 mayo, 2021 12:21

En los últimos años, tanto las organizaciones empresariales como los propios empresarios hemos reflexionado y debatido mucho -no sólo a nivel interno, sino también con otros agentes sociales-, sobre la imperiosa necesidad de enfrentarnos al cambio de modelo productivo.

Es un reto no sólo para la provincia de Pontevedra o Galicia entera, sino extensible a todo el territorio nacional y- en clave europea- común a los países que en la UE compartimos economías con características similares: altos porcentajes de desempleo, estacionalidad de sectores de los que el PIB es altamente dependiente, debilidades estructurales, entre otros…

El debate ha tenido que ser aparcado en el último año para atender las urgencias derivadas de la pandemia sanitaria causada por el Covid-19, que ha hecho, si cabe, más acuciante el cambio de modelo productivo. Se ha convertido en una prioridad y la crisis ha derivado en oportunidad que muchas empresas han aprovechado para acelerar reformas internas.

Tanto las iniciativas de los gobiernos autonómicos y nacional como las propias directrices de las autoridades europeas apuntan desde hace tiempo a estrategias que deberían impulsar y guiar la modernización del sistema productivo, para hacerlo a la vez más competitivo y sostenible-

Europa es, en sí misma, un bloque económico que compite con otros grandes productores a nivel global (EEUU, China, India…). Su aspiración de continuar compitiendo pasa, necesariamente, por una adaptación de las economías de los países que la integran a las exigencias de la globalización y del propio mercado.

Yendo de lo micro a lo macro, Pontevedra cuenta con sectores estratégicos arraigados, otros incipientes, todos con un potencial increíble. También podemos presumir de un capital humano altamente cualificado y de contar con centros tecnológicos de primerísimo nivel. Como parte de Galicia, aportamos liderazgos como provincia en el sector de la automoción, de la pesca e industria asociada, del naval, de la piedra natural, del agroalimentario, por citar algunos ejemplos. No es poco. Y, sin embargo, tenemos que exigirnos más y acompasar el paso a los tiempos.

Quizás la gran asignatura pendiente haya sido, hasta ahora, convencer a las pymes y micropymes de que su público objetivo, en este mundo globalizado, ya no se reduce a su entorno inmediato y de que tienen a su alcance, gracias a la tecnología y a los avances logísticos, entre otros, grandes opciones para atraer clientes en cualquier punto del planeta.

Pero también es fundamental, hacer entender a las pequeñas y medianas empresas que el progreso pasa por producir más con menos recursos, empleando energías más limpias, en una economía circular que minimice desperdicios, más inclusiva con las personas, cuyas aportaciones en todo el proceso pueden ser infinitas, y exquisitamente respetuosa con el medioambiente.

Este último año tan difícil hemos vivido una situación inédita que nos ha forzado a adaptarnos a la inestabilidad y la incertidumbre. Sin planificación posible a corto plazo, los efectos sobre la economía, por muy globales que fueran, no dejaban lugar a dudas sobre la necesidad de anticipar medidas paliativas y de recuperación. Los fondos Next Generation han sido la fórmula ideada por las autoridades Europeas para conseguir que el impacto desigual que ha tenido la crisis derivada de la pandemia sea compensado.

Este afán por lograr que el parón económico repercuta lo menos posible es un trampolín al futuro, una oportunidad de oro para superar deficiencias estructurales e imaginar alternativas. Es el momento de convertir las ideas en hechos, de alcanzar alianzas público privadas para garantizar el progreso y sentar las bases de una economía más dinámica y moderna, donde se destierre lo improductivo, lo no sostenible, lo limitante.

Para ello debemos ver a la tecnología como herramienta y aliada, no como obstáculo o enemiga. Precisamente la ventaja es que estamos en el momento álgido de desarrollo tecnológico como especie. Debemos coordinar los esfuerzos y unificar objetivos para que cada contribución individual se sume al gran objetivo colectivo: un futuro mejor para todos sin distinción.

La ciudad de Pontevedra desde el aire.

Coronavirus Pontevedra: 22 contagios nuevos y suben a 371 los casos activos

Anterior
Hórreos gallegos

Un canto a Galicia

Siguiente