Los míticos gofres de la calle Príncipe no se han ido de Vigo, ahora están en Bouzas
La cafetería Xabiios, en la calle Poeta Añón, heredó la receta, la maquinaria e incluso a los proveedores del propietario del establecimiento de Príncipe antes de su jubilación
14 marzo, 2021 06:00La misma receta, la misma maquinaria, los mismos proveedores y hasta la misma caja registradora. Todo esto han "heredado" Sofía y Alejandro del propietario de la tienda de gofres de Príncipe. Su cafetería Xabiios, en la calle Poeta Añón, se ha llevado estos dulces a "las afueras" y ha conseguido mantener el sabor (y el olor) que durante tres décadas conquistaron la calle peatonal más transitada de Vigo.
Clientes habituales y amantes de los gofres de Príncipe, este matrimonio decidió hace ya tres años que querían vender aquellos suculentos dulces en otra zona de la ciudad. "Hablamos con él entonces y nos dijo que estaría encantado, mientras no nos pusiéramos en la misma zona no seríamos competencia", dice Alejandro. "La sorpresa fue que, este agosto, nos llamó para decirnos que se jubilaba y nos lo quería vender todo".
Los hosteleros llegaron a un acuerdo y en la actualidad la cafetería Xabiios vende los mismos gofres, cubiertos con el mismo chocolate y el mismo dulce de leche, al mismo precio que los del establecimiento del centro.
Treinta años de gofres
Pocos vigueses pueden decir que nunca han sentido un cosquilleo en el estómago cuando, entrando en Príncipe, se empezaba a oler el caramelo de la pequeña tienda situada casi a mitad de camino entre la Farola y la Puerta del Sol. Por eso, cuando el dueño del establecimiento colgó el cartel de "cierre por jubilación" fueron muchos los que se llevaron las manos a la cabeza: se iba un mítico.
La noticia fue un mazazo y se llegó a hacer viral. Los dueños del local recibieron cientos de llamadas de personas que quería alquilarlo y continuar con el negocio, pero el establecimiento ya se alquilaba vacío, porque en el momento del cierre Alejandro y Sofía ya habían hablado con propietario y el acuerdo era que ellos se lo llevarían todo.
"Con el tema de la pandemia decidió jubilarse este verano y me llamó antes de dejar el local para preguntar si estábamos interesados". Alejandro cuenta que ellos eran clientes habituales y el tema de vender los mismos gofres en otra zona ya se lo habían planteado. "Llegamos a un acuerdo y nos vendió la maquinaria, la montadora, el congelador, la gofrera, la caja registradora… incluso nos dio los contactos de sus proveedores para que fuese todo igual".
¿Y qué pasó con la receta? "Claro, la receta también nos la dio: los gofres son iguales en todo, no hemos cambiado ni el precio".
Una pizca de morriña
La nostalgia, la buena localización del sitio y el saber hacer de estos hosteleros hizo el resto. "Llevamos años trabajando en hostelería y nos apetecía muchísimo abrir un local en Bouzas, que es donde vivimos".
Alejandro reconoce que las restricciones están dificultando un poco el despegue del negocio "porque la gente todavía tiene miedo, entre semana no estamos llenando más de la mitad de las mesas que nos permiten poner". Confían en que pronto se vaya relajando todo poco a poco porque "Bouzas es un barrio con mucha vida, sobre todo los fines de semana la gente viene mucho y el reclamo de los gofres es lo que más suele atraer".
También admite que hay gente "que viene adrede desde otros sitios de Vigo", bien porque los han visto en redes sociales o por el boca a boca. "Al principio nos conocía menos, pero últimamente hay clientes que incluso nos llaman por teléfono para encargarlos a domicilio". Porque sí: también envían a domicilio a través de Glovo, ahora se puede disfrutar de un gofre en cualquier sitio.
Cuentan además con otro reclamo, pues tienen empanadillas caseras "por las que vienen también muchas personas". No tienen cocina por el momento, por lo que solo venden los gofres, bocadillos y las riquísimas empanadillas, que ya son conocidas en todo el barrio.
En los próximos meses cuentan con añadir a su oferta crepes y helado artesanal: "estamos hablando con varios proveedores gallegos y portugueses, recomendados por compañeros del sector o por nuestros proveedores de otras materias primas, queremos ofrecer productos excelentes a nuestros clientes".
Alejandro reconoce que por eso están tardando más en implantar los helados, porque buscan que los dulces que completen su carta sean "los mejores que se pueden ofrecer", por lo que los incluirán el próximo verano.