Quique mientras llevaba material de pintura a las zonas afectadas. EE

Quique mientras llevaba material de pintura a las zonas afectadas. EE

Valencia La dana del siglo

Quique, el Guardia Civil de Cádiz que recauda libros para volver a llenar la biblioteca de Picanya, arrasada por la DANA

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La oleada de solidaridad que provocó la DANA en la provincia de Valencia fue todo un ejemplo de unidad. Semanas después, muchos de esos voluntarios y personas que decidieron ayudar a reconstruir Valencia han regresado a sus casas, aunque la huella que deja la catástrofe sigue viva.

Quique fue una de esas personas que tuvo claro en todo momento que debía venir a ayudar. Su nombre completo es José Enrique Caballero y es gaditano. Como Guardia Civil retirado, sabía de la necesidad de aportar su granito de arena. Ahora, un mes después, ha regresado a casa, aunque parte de él se ha quedado en Valencia.

"He estado dos veces en Valencia, en total me he quedado un mes en la zona cero ayudando", explica Quique en declaraciones a EL ESPAÑOL. Su último proyecto consiste en recopilar libros para volver a llenar la biblioteca de Picanya, arrasada por la DANA.

En cuanto supo de la magnitud del desastre, decidió venir hacia la provincia para ayudar. "He estado junto con mis compañeros de RAGCE (Retirados Asociados Guardia Civil España) en las zonas más afectadas: Paiporta, Benetússer, Catarroja, Godelleta, Aldaia, Alginet, Alaquàs, Cheste, Chiva... Hemos tratado de llegar a todos los sitios posibles", asegura Quique.

Sin embargo, pese a ser consciente de la catástrofe que había sucedido en la provincia de Valencia, la realidad al llegar le superó. "Conduje 12 horas para llegar desde Cádiz. Al entrar en Valencia, yo entré llorando. Ni siquiera descansé al llegar, dejé todo en casa de mi compañero en Marines (Valencia) y me fui a ayudar", recuerda con emoción.

Además de ser Guardia Civil, Quique también es psicólogo, un aspecto que fue esencial para abordar el trato con los afectados de los municipios que pudieron visitar durante el tiempo que estuvo en la provincia.

"Ayudamos físicamente con todo lo que pudimos, pero también traté de aportar ese apoyo psicológico, sobre todo a personas mayores y a personas con ataques de ansiedad. Es que realmente lo han perdido todo, no solo casas, sino familiares y amigos", resalta Quique.

Equipo de trabajadores en la DANA. EE

Equipo de trabajadores en la DANA. EE

"Lo volvería a hacer"

Valencia ha dejado una huella imborrable en el gaditano. "Durante este mes hemos trabajado en las labores de limpieza en los accesos a las fábricas, a domicilios particulares, hemos gestionado 10 tráilers de ayuda humanitaria desde Asturias, hemos traído 11 botes de pintura grandes para las zonas afectadas... Ha sido un dineral, pero lo volvería a hacer", asegura.

Tras ser parte activa del inicio de la reconstrucción de la provincia de Valencia, sabe que la población tardará "mucho tiempo en recuperarse". "Es fundamental que no se olvide; todavía hay barro en las calles y muchísimos destrozos. La vida sigue, pero no se puede olvidar a las víctimas", asevera Quique.

Para él, se trata de una labor que requiere una gran fuerza mental y mucha empatía. "Los guardias civiles no podemos venirnos abajo, somos empáticos, pero cuando hay gente que ha perdido tanto tienes que dar lo mejor de ti", resalta.

Ahora, de vuelta ya en su hogar en Cádiz, recuerda con emoción el tiempo y las personas que ha conocido en Valencia durante esta tragedia. "Los echo de menos", recuerda con emoción.

Iniciativa solidaria

Ahora, desde Cádiz no quiere dejar de ayudar. "Antes de irme hablé con la biblioteca de Picanya, necesitan libros urgentemente", explica Quique. Son muchas las demandas de recursos de establecimientos como el de Picanya, que han visto como los libros han sido dañados por las inundaciones. 

"A través de redes sociales he creado una iniciativa solidaria en Cádiz para recaudar libros y enviarlos", concreta. Según Quique, se habilitarán cuatro o cinco puntos de recogida para el envío de libros. "Esa biblioteca volverá a tener libros, te lo aseguro", concluye.

Quique ha regresado a casa un mes después, pero su agradecimiento con Valencia y los voluntarios será "para siempre". Además, no ha vuelto solo, ya que regresó con un gato que rescató de las zonas afectadas. "Le íbamos a llamar DANA, pero al final como es un macho le hemos llamado Danonino", explica con alegría.

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Una parte de él se ha quedado con todas las personas que le han ayudado y a las que él ha podido ayudar. "Volvería a hacerlo una y mil veces", es la frase más repetida del gaditano; quien recordará toda su vida los miles de historias que vivió en el barro en una de las mayores tragedias de Valencia.