El plato típico de un pueblo medieval de Castellón que no se come en el resto de la región y tiene una forma peculiar

Morella es una de las ciudades medievales con más historia de la provincia de Castellón. Su cultura, sus calles y su castillo imponente construido en la cima de la montaña hacen de la capital de la comarca de Els Ports un destino que visitar.

Asimismo, la gastronomía morellana destaca por su tradición, con recetas que han ido pasando de generación en generación. Los platos combinan materia prima de primer grado (carnes, setas, trufa o quesos) con las elaboraciones más caseras. Así se obtienen sabores intensos propios de los lugares de montaña.

De hecho, tiene un plato típico y único que apenas se conoce en el resto de la Comunitat Valenciana, y tiene forma triangular o de media luna que se asemeja a una empanadilla.

Si hay un producto típico español, ese es la croqueta. Sin embargo, en Morella destaca una versión diferente: las croquellanas. Son croquetas con forma de media luna y su relleno, unido a la textura crujiente de su fina capa exterior, las convierten en un producto gurmé exquisito.

Para la elaboración de la croqueta morellana es necesario preparar un caldo a base de diferentes carnes. Como ocurre con las clásicas, se trata de una receta de aprovechamiento que le da una segunda vida a la carne de cerdo, ternera y pavo.

Después, consiste en acompañar a la carne con una besamel más ligera de lo habitual, y con una oblea humedecida, ya sea con agua o con huevo. Luego esta oblea se dobla y crea una forma triangular o de media luna, y se reboza en huevo y pan rallado. Finalmente, se fríen en aceite como una croqueta normal.

Este alimento desvela una "explosión de sensaciones" que nacen desde el mordisco crujiente y ligero hasta la degustación del relleno, que transporta a un viaje de tradición, sabor, cultura y montaña, según indica la marca Croquellanas, que nació para rendir homenaje a Morella y este producto.

Origen

La historia de las croquellanas se remonta a las décadas de 1950 y 1960, cuando un grupo de mujeres guisadoras del pueblo comenzó a prepararlas para los banquetes que se celebraban en el pabellón municipal, tal y como informó Qué!. 

Para darle un toque de originalidad, decidieron darles una forma triangular, similar a la de las empanadillas. La idea fue un éxito y se convirtieron rápidamente en un plato popular en Morella. Hoy en día, se encuentran en la mayoría de los restaurantes y bares del pueblo, así como en algunas tiendas de alimentación.

Interior de las croquellanas morellanas. EE

12 tipos diferentes

La compañía Croquellanas inició su proyecto en 2007 con la idea de elaborar las recetas típicas de la zona de manera artesanal y que los sabores típicos de la zona pudieran llegar lo más lejos posible. Hoy por hoy, produce doce tipos diferentes de croquetas, saladas y dulces:

• Croquellana Morellana: Es la más típica y está basada en el cocido tradicional de Morella. Los ingredientes son: carne 52% (cerdo, ternera y pavo), leche, harina de trigo, aceite vegetal de girasol, cebolla, ajos, sal y especias.
• Croquellana de boletus edulis: Boletus edulis 53% leche, harina de trigo, aceite vegetal de girasol, cebolla, ajos, sal especias.
• Croquellana de setas: Se combina el sabor de las setas de cardo con la suavidad de los champiñones. Setas de cardo 26%, champiñones 26%, leche, harina de trigo, aceite vegetal de girasol, cebolla, ajos, sal y especias.
• Croquellana de foie: Las definen como la búsqueda sin descanso de "lo mejor". Elaboradas con Foie (hígado de pato) 60%, leche, harina de trigo, cebolla, sal y especias.
• Croquellana de cordero trufado: Al ternasco de Aragón se une el sabor de la trufa negra. Carne de cordero 52%, leche, harina de trigo, aceite vegetal de girasol, cebolla, ajos, sal, brandy trufado y especias.
• Croquellana de rape: Rape 60%, leche, harina de trigo, aceite vegetal de girasol, pimiento, vino blanco, cebolla, zanahoria, ajo, sal y especias.
• Croquellana de espinacas con queso: Se realizan con espinacas que llegan de Persia y se mezclan con queso del pastor de Morella. Espinacas 52%, leche, harina de trigo, queso de oveja, aceite vegetal de girasol, cebolla, ajos, sal y especias.
• Croquellana de morcilla con piquillo: La fuerza de la morcilla de Els Ports con la textura de los pimientos del piquillo. Morcilla de arroz, pimiento piquillo, leche, harina de trigo, aceite vegetal de girasol, ajos, sal y especias.
• Croquellana de setas con foie: Setas de cardo 35%, foie (hígado de pato) 35%, leche, harina de trigo, cebolla, sal y especias.
• Croquellana de alcachofa con jamón: Alcachofa de Benicarló junto con jamón de Teruel, dos productos con denominación de origen. Alcachofas de Benicarló 52%, leche, harina de trigo, jamón, aceite vegetal de girasol, cebolla, ajos, sal y especias.

• Las croquellanas dulces se elaboran con la oblea, leche, azúcar moreno y uno de los dos rellenos dulces, que pueden ser de requesón con almendra o de turrón.