San Petersburgo es la segunda ciudad más poblada de Rusia y una de las grandes urbes de Europa, del mismo modo, se denomina como la capital cultural de Rusia. Es una de las ciudades más hermosas del mundo por sus palacios y catedrales, las cúpulas doradas que brillan cuando los rayos de sol impactan sobre ellas, sus puentes sobre los canales y la naturaleza que la envuelve. Pero esta ciudad rusa aún cobra más encanto en Navidad, cuando se inunda de un sinfín de actividades típicamente navideñas, adornada de una manera muy especial y combinada con el color blanco que caracteriza sus inviernos.
Una de las principales atracciones de la ciudad en fechas navideñas es la particular celebración del Año Nuevo. La principal fiesta de San Petersburgo se celebra tradicionalmente en la Plaza de Palacio el 31 de diciembre, la gente se congrega en torno al árbol navideño para dar la bienvenida al nuevo año. En vísperas de Año Nuevo, la avenida Nevskiy, la calle principal de la ciudad, acoge el desfile de carnaval navideño, y en el propio día las actividades son muy diversas y se alargan hasta la madrugada: el concierto de Nochevieja en la Plaza de Palacio comienza a las 22:00 horas y en él actúan diversos grupos populares de danza y música, también hay otros en la avenida Nevskiy, en la calle Malaya Konyushennaya y en la Plaza de Pionerskaya. A las 3:00 horas se lanzan unos impresionantes fuegos artificiales que cautivan a los asistentes.
Un festival muy típico y popular de la ciudad es el Festival de esculturas de hielo en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo (Petropavlowskaya krepost). Desde finales de diciembre hasta principios de febrero se celebra este famoso festival en el que unas 60 preciosas esculturas de hielo destacan y sorprenden a los visitantes. En la edición del pasado año destacaron las figuras de Ded Moroz, el Papá Noel ruso; Hachiko, el perro más fiel del mundo; el Castillo Nido de golondrina de la península de Crimea y el conjunto arquitectónico de la Plaza de Palacio. Además de una visita de todas las esculturas se ofrecen otras actividades para toda la familia: pista para trineos, sesiones fotográficas con perros husky y con los personajes de Navidad, música…
Otra gran actividad navideña de San Petersburgo son las populares ferias de Año Nuevo, donde hay una amplia oferta gastronómica y artesana. La feria navideña principal de la ciudad tiene lugar desde el 23 de diciembre hasta el 8 de enero en la Plaza de Pionerskaya, donde se pueden degustar platos típicos de Cuba, China o Israel, entre otras gastronomías populares además, también se celebran concursos, talleres, regalos y varias sorpresas. Por su parte, en la Feria de Año Nuevo de Moskowskiy Univermag se pueden encontrar accesorios para el hogar, artículos de decoración, textil y regalos.
Algo típico entre las ciudades del norte donde la nieve está muy presente durante los inviernos son las pistas de patinaje sobre hielo. En San Petersburgo se abren numerosas pistas, cubiertas o al aire libre, que se vuelven un lugar ideal para todas las edades donde poder disfrutar haciendo giros, saltos y piruetas. La pista de hielo descubierta de Holanda Nueva cuenta con 2.000 metros cuadrados de superficie, mientras que la de Park Pobedi es la más antigua de la ciudad y tiene una extensión de 9.000 metros cuadrados de hielo natural o la de Tavricheskiy Sad, una de las más modernas de San Petersburgo, utilizada para eventos deportivos, pero que también está abierta al público fuera de los horarios de estos eventos.
San Petersburgo es la capital cultural rusa por algo, y es que su filarmónica, la Filarmónica de San Petersburgo, organiza varios conciertos de Año Nuevo, una actividad fundamental para inmiscuirse por completo en la cultura rusa. Otros conciertos que se pueden disfrutar son los de Jazz Philharmonic Orchestra, un big band profesional formado por los mejores músicos jóvenes de jazz; los de Terem-Quartet, un grupo musical de la ciudad conocido mundialmente por interpretar música tradicional rusa; o los de Singolo Orchestra, que representan los mejores fragmentos de los musicales más conocidos de Broadway o del cine de Hollywood.
Finalmente, nadie puede ir a San Petesburgo sin efectuar una obligada visita al museo Hermitage, una de las pinacotecas más importantes del mundo. Además, si lo que apetece es alejarse del bullicio de la ciudad, el mejor lugar para hacerlo es el Parque de Ojta, donde se puede practicar deportes de invierno como snowtubing, esquí, snowboard o patinaje. Está situado en medio de un bosque de pinos, dentro de un bonito paisaje natural digno de vivir y disfrutar tranquilamente.
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