Descubre las bibliotecas europeas que guardan los secretos ocultos de la historia de la humanidad

Las bibliotecas han dejado de ser espacios solo para el estudio o la investigación. Hoy estos espacios que forman parte del recorrido histórico que debemos hacer para conocer una ciudad, además de guardar textos e historia, son una obra de arquitectura que apreciar por sí misma. Las bibliotecas son espacios únicos en el mundo que se han convertido en verdaderos refugios donde sumergirse en apasionantes historias.

Algunas bibliotecas de Europa se han ganado el apodo de templos del saber gracias a la importancia de sus manuscritos, incunables y volúmenes de incalculable valor, son testigos inmutables de la historia, de los cambios en las costumbres y en la sociedad. Para cualquier amante de los libros, una biblioteca es, por tanto, un auténtico santuario. Un lugar para perderse en los estantes llenos de conocimiento, la cultura. Un lugar donde se guardan libros y publicaciones para el público los estudie, lea y consulte. También son espacios de silencio y santuario para una experiencia única, no solo proporcionada por el contenido, sino por la arquitectura del espacio.

El distrito del convento de San Galo con su importante catedral barroca conforma un conjunto histórico único. La biblioteca de la catedral es una de las más antiguas y bellas del mundo. Ya en el siglo VIII, el monasterio de San Galo poseía una colección importante de libros, que creció con rapidez. La biblioteca del convento, con la sala barroca laica más hermosa de Suiza, alberga 170.000 ejemplares, 50.000 de los cuales están expuestos en la sala barroca, compartiendo espacio con la momia egipcia Schepenese, de 2700 años. Los 2100 manuscritos constituyen la joya de la colección; una parte de ella se puede admirar en las exposiciones actuales. La biblioteca fue declarada en 1983 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

La Biblioteca Apostólica del Vaticano tiene 82.000 manuscritos y 1,6 millones de libros impresos.

La Biblioteca del Vaticano, en la que se puede contemplar una gran variedad de documentos y manuscritos de un valor incalculable. En ella se encuentra documentada toda la historia de los Papas que han estado al frente de esta institución, sus legados y mucha más información acerca del cristianismo. La Biblioteca Apostólica Vaticana se encuentra en el Palacio Apostólico y se accede a ella por el patio del Belvedere en la Ciudad del Vaticano. Su fundación se remonta al pontificado del Papa Nicholas V (1447-1455). Además de información religiosa, concentra en sus pasillos importantes textos de historia universal, política y artística. Con 82.000 manuscritos y 1,6 millones de libros impresos, de los que más de 8.000 son incunables, la Biblioteca Apostólica del Vaticano custodia una parte destacada de la memoria editorial de la humanidad. Es uno de los lugares del mundo con más sabiduría y belleza por metro cuadrado.

La biblioteca de la Abadía de Admont es una de las creaciones más amplias del barroco tardío.En su interior están representados diversos géneros artísticos (arquitectura, frescos, esculturas manuscritas y obras impresas) que se suman para formar un conjunto impresionante. Es un depósito del conocimiento recogido a lo largo de los siglos. Con su espléndida cúpula con notables frescos, la sala de la biblioteca es una muestra del barroco tardío. El enorme vestíbulo con sus tres cámaras es la sala de la biblioteca mayor del mundo. Esta joya arquitectónica se encuentra dentro del monasterio de Admont, en Estiria, al suroeste de la República de Austria.

La espectacular Biblioteca Nacional de Francia es una de las más antiguas del mundo. Es heredera de las colecciones con más historia del país. Su sede desde 1996 es el distrito XIII de París, localizado en la orilla sur del río Sena y con una arquitectura impresionante en la que alberga miles de libros. Es heredera de las fundaciones culturales con más historia del país.

La Biblioteca de Salamanca es la biblioteca universitaria más antigua de Europa.

La Biblioteca General Histórica de la universidad de Salamanca es la biblioteca universitaria más antigua de Europa; está en el edificio de las Escuelas Mayores y fue fundada por el rey Alfonso X el Sabio en el año 1252. Su fondo biográfico cuenta con obras únicas como el manuscrito del Libro del buen Amor, del Arcipreste de Hita y una copia del “Códice Calixtino”. Alberga casi 3.000 manuscritos y 500 incunables. La portada de acceso a la biblioteca, de estilo gótico, se encuentra en el claustro alto del edificio de las Escuelas Mayores. Fue labrada en piedra por los mismos artistas que esculpieron la portada de la catedral Nueva de Salamanca y la reja de hierro colocada junto a dicha portada y destinada a cerrar el acceso a la biblioteca data de 1526. Para llegar a ella hay que subir por la escalera del Conocimiento, una escalinata renacentista del siglo XVI. Como curiosidad, la gran sala que ocupa la biblioteca, cerrada en 1749 para comenzar las obras que dieron lugar a la Antigua librería, tal como hoy podemos contemplarla: una sala abovedada con estanterías de pino natural en dos niveles, una estatua alegórica en cada esquina y cartelas que reflejan la clasificación dieciochesca de los libros.

La Biblioteca Malatestina de Cesena, Emilia Romana, Italia, es una biblioteca monástica pública de particular importancia histórica. La biblioteca Malatestina, fue fundada a mediados del siglo XV, fue la primera biblioteca pública de Europa abierta a todas las personas, y es el único ejemplo de una biblioteca monástica medieval perfectamente conservada en cuanto a su edificio, mobiliario y códices desde que fuera inaugurada hace más 550 años. La misma fue encargada por el Señor de Cesena, Malatesta Novello.

La Biblioteca Nacional de Francia es una de las más antiguas del mundo.

Las obras fueron dirigidas por Matteo Nuti natural de Fano y se extendieron desde 1447 hasta 1452. Con su edificio, sus enseres y su colección de manuscritos, constituyen un complejo monumental y bibliográfico de importancia sobresaliente, y está reconocida en todo el mundo como la única biblioteca del siglo XV que aún conserva intacta. Además de las grandes obras de la cultura medieval, Malatesta Novello reunió los frutos de las tradiciones clásicas latinas, griegas, hebreas y árabe, para poder realizar su proyecto de una cultura universal de perfiles humanistas.

Los inestimables 343 códices siguen estando en el mismo lugar donde han estado durante siglos, unidos a su cadenilla original del Quattrocento sobre los mismos bancos de lectura, constituyendo así la dotación ideal de una biblioteca principesca de la primera mitad del Renacimiento.

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