Benicàssim: escaparse para tener playa, montaña, música y diversión en un mismo lugar
Situada en la provincia de Castellón, la ciudad de Benicàssim se ha convertido, en los últimos años, en un destino único que une la magia del mar y la paz de la naturaleza con la música y la diversión.
Tranquila y vibrante, así es como muchos definen la ciudad de Benicàssim. Desde hace más de cien años, esta región situada en la provincia de Castellón se ha convertido en uno de los destinos turísticos por excelencia para aquellos que buscan la paz del mar y la naturaleza y, por otro lado, el ocio y el bullicio típico de una ciudad que rebosa energía y buena vibra.
Así, entre los límites del mar y la montaña, el paisaje mediterráneo que ofrece Benicàssim es estimulante y lleno de contrastes, dado que en esta ciudad podemos encontrar desde zonas montañosas para los más aventureros, hasta cinco playas de arena fina con recónditas calas de agua transparente para quienes busquen momentos de paz y desconexión.
A esta tranquilidad que ofrece la ciudad se suma también el color y la diversidad de los festivales que empapan de música y energía positiva el ambiente durante el verano. Y no solo eso, en ella los más deportistas también pueden encontrar su sitio, con actividades acuáticas que encuentran un paraíso todo el año (paddle surf, windsurf, surf y kayak). Además, siempre, o casi siempre, con la generosidad de un clima excelente gracias a sus más de 300 días de sol al año.
Qué ver en Benicàssim
Uno de los lugares que no puedes dejar de visitar en Benicàssim es el Parque Natural del Desierto de las Palmas, un verdadero oasis de tranquilidad. Desde laderas de montañas tapizadas de verde y múltiples rincones en los que se pueden realizar retiros espirituales, hasta castillos y ermitas, esta localización tiene mucho que ofrecer. Además, en este paraje natural podemos encontrar rutas de senderismo y ciclismo con olor a plantas aromáticas, entre pinos y formaciones caprichosas, como las agujas de Santa Águeda. Todo ello con unas vistas panorámicas para relajarse y disfrutar de la naturaleza.
A este parque natural se suma también otro plan exclusivo de la zona: la Ruta Verde del Mar. Se trata de un itinerario de 5 kilómetros entre la costa agreste de Benicàssim y Oropesa del Mar, una ruta ideal para fundirse con el mar. Quienes apuesten por este itinerario pasarán por zonas de gran valor medioambiental y podrán descubrir pequeñas calas a la vez que disfrutan del olor a salitre con el aroma de los pinos. Está diseñado para todos los públicos y todo tipo de edades y cuenta con áreas de descanso, aproximaciones a antiguas torres vigías y calas salvajes.
Ruta de las Villas
La esencia de Benicàssim también pasa por su arquitectura y su historia. Para conocer de cerca esta parte de la ciudad basta con poner un pie en el famoso paseo de las Villas, que fue levantado como barrio entre finales del siglo XIX y principios del XX, en plena belle époque, por las familias adineradas, y aún conserva 51 casas señoriales, auténticas joyas arquitectónicas capaces de competir en belleza con el mar que tiene por vecino.
La famosa Ruta de las Villas en Benicàssim se divide en dos itinerarios. El primero se centra en la corriente artística predominante en el momento de construcción y, por su parte, el segundo abarca el carácter de los residentes originarios. También destaca la conocida ruta del “Infierno”, cuyo nombre se debe a las escandalosas fiestas que se celebraban en las villas de esa zona, y la ruta de la “Corte Celestial”, que destaca por la tranquilidad de sus calles. Al mismo tiempo, resaltan Villa Elisa, Villa Amparo o el actual Hotel Voramar.
Aparte de estos puntos turísticos clave para quienes visiten Benicàssim, la gastronomía es, como en el resto del Levante, una manera excelente de conocer la ciudad. Sus bares y restaurantes podrán deleitar a todos los visitantes con especialidades como la paella valenciana, el arroz al horno, la paella de bacalao y col o el arroz a banda, que tan bien maridan con los vinos de la Comunitat Valenciana.
Aquellos que tengan pensado visitar la ciudad próximamente podrán adelantar la escapada asomándose a las dos webcams turísticas de la ciudad, situadas en el Hotel Palasiet, un balcón con las mejores vistas de Benicàssim, y en el Club de Vela, con vistas a un entorno natural tan especial como la playa dels Terrers.