La clave infalible para tener amigos y amigas de verdad y conservarlos para siempre

La amistad es uno de esos motores capaces de sostener nuestra vida y que siempre están ahí, tanto en los malos como en los buenos momentos. Una de las bases claves para dar y recibir bienestar psicológico y con los que siempre es fácil sacar una sonrisa o simplemente sentirse escuchada o apoyada. Sin embargo, tener buenas amigas y amigos verdaderos es, además de un requisito vital, una tarea que a veces puede ser más o menos complicada.

Lo que sí tenemos claro, es que la calidad de tus amistades puede influir y mucho en tu bienestar, pero también en tu longevidad. De hecho, recientes estudios han confirmado que existe una relación entre las relaciones sociales de las personas con su longevidad, a pesar de que esta en España ya sea relativamente alta. Al mismo tiempo, cuando estos desaparecen, hablaríamos de una de las mayores fuentes de inestabilidad y preocupación.

Hablamos por supuesto de relaciones de amigos, pero también de relaciones románticas o de relaciones familiares... Todos ellos, vínculos claves para nuestra buena salud mental y física. Pero ¿cómo conseguir que estas amistades sean verdaderas y duren toda la vida? La ciencia ha encontrado la respuesta.

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Qué elementos comunes tiene que tener una amistad sana

Una amistad sana siempre deberá basarse en la confianza, el respeto mutuo y la comunicación efectiva. Antes de desvelarte la clave para conseguirlo, queremos que tengas en cuenta los elementos comunes que nunca deberían faltar en cualquier relación de amistad sana:

• Confianza: La confianza es la base de cualquier amistad sólida. Ser honesto y leal es esencial. Cumplir las promesas y mantener la confidencialidad son formas de construir y mantener la confianza.
• Comunicación abierta: La comunicación es fundamental. Hablar abierta y sinceramente sobre tus pensamientos, sentimientos y preocupaciones fortalece la conexión entre amigos. Escuchar activamente a tus amistades también es esencial.
• Respeto mutuo: El respeto por las diferencias y las opiniones de tus amigos es crucial. Aceptar a tus amistades tal como son, sin intentar cambiarlas, es una señal de respeto. Además, respeta sus límites y decisiones.
• Apoyo emocional: Estar allí para tus amigos en los buenos y malos momentos es importante. Ofrecer apoyo emocional, comprensión y empatía demuestra que te preocupas por su bienestar.
• Compartir intereses: Si bien no es necesario que compartas todos los intereses de tus amigos, encontrar actividades o pasatiempos comunes puede fortalecer la amistad y proporcionar oportunidades para pasar tiempo juntos.
• Tiempo de calidad: Dedicar tiempo de calidad a tu amistad es esencial. Organizar actividades juntos, ya sea en persona o virtualmente, fomenta la conexión.
• Solucionar conflictos de manera saludable: Los desacuerdos y conflictos pueden surgir en cualquier amistad. Aprender a resolverlos de manera respetuosa y constructiva es fundamental para superar los obstáculos.
• Independencia: Aunque la amistad es valiosa, es importante mantener tu independencia y permitir que tus amigos también tengan su espacio y vida fuera de la amistad.
• Celebrar éxitos y logros mutuos: Alegrarte por los éxitos de tu grupo y celebrar juntos los logros fortalece la relación y demuestra tu apoyo incondicional.
• Aceptación incondicional: Una amistad sana se basa en la aceptación incondicional. Estar allí para tus amigos sin juzgarles por sus errores o imperfecciones es esencial.

Las dos claves definitivas para tener amigos y amigas de verdad

Si lo que quieres realmente es amigos de verdad y experimentar el verdadero significado y valor de la amistad para toda la vida, hay dos máximas que no deberías dejar nunca de lado:

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Evita la competitividad o la tentación de liderar

En muchos casos, nuestras relaciones de amistad se ven influenciadas desde temprana edad por una fuerte tendencia a la competición. Algo que da lugar a la creación de determinados roles dentro de los grupos de amigas o amigos, donde algunos pueden sentirse constantemente en un segundo plano, incluso cuando ya hemos alcanzado la edad adulta. Esa presión de demostrar que alguien está por encima del resto, puede conducir a una constante competencia por tener el papel de líder en el grupo.

Lo importante para asegurar en este caso las buenas amistades y conservarlas, es dejar a un lado esa necesidad o tentación de establecer barreras entre nosotros y por el contrario, abrirnos a romper este tipo de dinámicas. Es importante que podamos mostrarnos como realmente somos y de que seamos capaces de expresar nuestros sentimientos con libertad, pero que también seamos capaces de escuchar los de los demás. Teniendo esto claro, estaremos en el camino de conseguir verdaderas amistades duraderas.

Hazles partícipes de tu vida

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Pero una vez hemos conseguido esas amistades ¿cómo asegurarnos que estas durarán toda la vida? La realidad, es que no podemos asegurarlo, pero sí podremos facilitar que estas sigan mucho tiempo presentes en nuestra vida si las hacemos formar parte de ella. Puede parecer algo sencillo, pero la realidad actual que viven muchas personas con largas jornadas de trabajo y obligaciones personales, a veces deja poco hueco para cuidar a esas amistades. Tendremos que ser capaces por lo tanto, de darles el espacio que se merecen.

Una opción para conseguirlo es que les invitemos a formar parte de alguna de nuestras actividades diarias como por ejemplo ir al gimnasio, hacer algún deporte, ayudarte con algún proyecto, pedirles consejo sobre algo, ir de compras... Tenemos que asegurarnos de incluirles en aquellas actividades que más nos gusten de nuestro día a día.