¿Qué tareas domésticas son como ir al gimnasio? Un estudio de Sídney tiene la clave

Aunque el número de personas que trabajan en casa con las tareas del hogar no deja de bajar en España (un 40% menos que hace 20 años) según datos de la EPA. Son muchas las personas en nuestro país que tienen que combinar el teletrabajo o el trabajo fuera del domicilio con esas tareas en casa. Obligaciones que, además de dejar poco tiempo para dedicarse tiempo a uno mismo, todavía pueden llegar a poner aún más difícil el poder dedicar unos minutos al día para hacer ejercicio físico o acercarse al gimnasio más cercano. 

Pero ¿y si te dijéramos que un nuevo estudio realizado conjuntamente entre las universidades de Sídney y Oxford, ha relacionado los beneficios que podemos obtener realizando algunas tareas del hogar con la práctica de ejercicio físico? Tareas en el hogar que podrían estar beneficiando a tu salud más de lo que te imaginas.

¿Pueden las tareas de casa beneficiar tanto como ir al gimnasio? 

Este estudio, involucró a más de 22.000 personas de edades entre 42 y 79 años que no estaban físicamente activas y que fueron monitoreadas durante casi siete años a través de dispositivos portátiles, recogiendo actividades comunes como planchar, barrer, lavar platos, tender ropa o hacer las compras.

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Un estudio que la revista 'The Lancet Public Health' se ha encargado de difundir y en el que se han examinado diversas tareas domésticas y rutinas cotidianas de duraciones cortas, comprendidas entre 1 y 10 minutos, que, cuando se realizan de forma enérgica, pueden brindar beneficios comparables a los que se obtienen en un gimnasio.

 Las conclusiones del estudio resultaron sumamente intrigantes, como que los breves lapsos de actividad en la vida cotidiana pueden disminuir el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, si bien es importante tener en cuenta tanto la intensidad como la duración de estas actividades.

La intensidad y la duración son claves en la actividad en el hogar

De acuerdo con los descubrimientos de este estudio, el 97% de la actividad física incidental se compuso de acciones que duraron menos de 10 minutos. Si estas acciones se realizaban con una intensidad moderada a vigorosa, se asociaban con una reducción sustancial en los problemas cerebrovasculares más comunes y graves, como el infarto y el ictus, además de disminuir el riesgo de mortalidad.

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Sin embargo, el estudio señaló que cuanto más prolongadas (y no solo vigorosas) fueran estas actividades, mayor sería el beneficio para la salud. En particular, moverse continuamente durante 1 a 3 minutos proporcionó un beneficio que fue casi un 30% superior en comparación con acciones muy cortas de menos de un minuto.

Los dispositivos que los participantes llevaban consigo en el estudio indicaron que aquellos que realizaron actividad intensa durante al menos 10 segundos por minuto obtuvieron el mayor beneficio.

Todo ello quiere decir, que llevar a cabo actividades cotidianas con una intensidad de moderada a vigorosa, manteniendo el movimiento durante al menos 1 a 3 minutos, puede reducir significativamente el riesgo de padecer problemas cardíacos y cerebrovasculares graves.

¿Qué tipos de tareas en el hogar pueden equivaler a ir al gimnasio?

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Algunas de las actividades domésticas en la vida cotidiana que podrían aportar beneficios similares a los que podríamos obtener yendo al gimnasio o haciendo ejercicio físico por nuestra cuenta incluyen:

• Barrer y limpiar: Realizar estas tareas de forma enérgica, con movimientos amplios y repetitivos, puede implicar un esfuerzo cardiovascular y fortalecer los músculos de la parte inferior del cuerpo.
• Limpiar ventanas: Al limpiar ventanas grandes y difíciles de alcanzar, se pueden involucrar músculos de los brazos y el torso, lo que aporta beneficios de tonificación.
• Labores de jardinería: Excavar, plantar, podar y cuidar el jardín puede ser una actividad física considerable. También puede incluir levantamiento de peso (como macetas) y trabajo cardiovascular.
• Lavar los platos: Cuando se lavan los platos de manera vigorosa, se ejercitan los músculos de los brazos y los hombros. Además, estar de pie y moverse mientras lo haces puede contribuir al gasto calórico.
• Hacer las camas: Cambiar las sábanas y hacer las camas de manera enérgica puede requerir flexión, estiramiento y levantamiento, lo que ejercita diferentes grupos musculares.
• Subir escaleras: Si tienes escaleras en tu hogar, subirlas repetidamente puede ser un excelente ejercicio cardiovascular y puede fortalecer las piernas.
• Cargar bolsas de la compra: Llevar bolsas pesadas desde el coche hasta la casa puede ser un ejercicio eficaz para los músculos de los brazos y la espalda.
• Planchar la ropa: Planchar con movimientos constantes puede fortalecer los músculos de los brazos y los hombros, además de mantenerse de pie mientras lo haces, lo que ayuda a quemar calorías.
• Pasar la aspiradora: Empujar y tirar de la aspiradora con fuerza implica trabajo en los músculos de la parte superior del cuerpo y puede ser un ejercicio cardiovascular si se hace de manera vigorosa.
• Hacer ejercicio en el hogar: Además de las tareas domésticas, puedes incorporar ejercicios específicos en tu rutina diaria, como flexiones, sentadillas o ejercicios de resistencia con bandas elásticas, para obtener beneficios adicionales.

Es importante destacar que la intensidad y la duración de estas actividades desempeñan un papel crucial en los beneficios para la salud. Para obtener resultados similares a los del gimnasio, debes realizar estas actividades de manera enérgica y durante un tiempo significativo.