La calle Castaños, en una imagen de Shutterstock.

La calle Castaños, en una imagen de Shutterstock.

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El ocio de Alicante se moviliza contra la reducción de horarios en el centro: "No nos vamos a quedar quietos"

El Ayuntamiento activa la Zona Acústica Saturada en el Centro y el Casco Antiguo, aunque se abre un plazo de 30 días para presentar alegaciones.

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Alicante
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La guerra entre el ocio nocturno y el Ayuntamiento de Alicante continúa. El Consistorio ha dado luz verde a la declaración de Zona Acústica Saturada (ZAS) en el Centro Tradicional y en el Casco Antiguo, con la consecuente reducción de horarios para los negocios que allí habitan.

El cierre en zona ZAS será a las 00.30 horas de domingo a jueves y a la 01:00 las noches de los viernes, sábados y vísperas de festivos, debiendo retirar los veladores a la medianoche, salvo en verano del 1 de junio al 30 de septiembre que podrán permanecer en la calle hasta las 00:30 horas.

La ZAS del Centro abarca las calles Castaños, San Ildefonso, Cándida Jimeno Gargallo y San Francisco y la del Casco Antiguo, la Plaza Quijano y calles Virgen de Belén y San Agustín.

Desde la Asociación de Locales de Restauración y Ocio de Alicante (ALROA) llaman a la calma a los hosteleros, pues la nueva normativa no es definitiva. Con su publicación en el BOP se abre un plazo de 30 días hábiles para presentar alegaciones.

El rechazo de la hostelería

El presidente de ALROA, Javier Galdeano, ha expresado el rechazo del sector hostelero ante el anuncio del Ayuntamiento de activar la ZAS en el Centro Tradicional y el Casco Antiguo, así como también mantiene la esperanza de que finalmente no se lleve a cabo.

"Este es el tercer intento de imponer restricciones de este tipo. Los dos anteriores se judicializaron, y conseguimos que el Tribunal nos diera la razón. Estamos convencidos de que volveremos a lograrlo". En esta ocasión, la asociación ya está preparando las acciones legales necesarias para frenar la aplicación de la ZAS.

Para Galdeano, la decisión del Ayuntamiento no responde a criterios técnicos ni jurídicos, sino más bien a una estrategia política. "Esto parece un guiño a un sector mínimo de su electorado y a ciertos sectores políticos del consistorio. No hay argumentos sólidos detrás, lo que facilita nuestra defensa", señala.

El presidente de ALROA también critica que el Ayuntamiento cargue la responsabilidad del ruido nocturno a los locales de ocio: "El problema está en la vía pública, no en los negocios que cumplen con todas las normativas de seguridad y ruido. Si hay desórdenes en la calle, es la policía local quien debe intervenir, no los hosteleros".

Galdeano subraya que, en muchas ocasiones, la presencia policial es insuficiente. "En la calle Castaños, por ejemplo, la policía desaparece después de las diez de la noche. No se puede culpar a un local por lo que ocurre fuera de sus puertas", señala.

Temor en el sector

Desde EL ESPAÑOL de Alicante preguntamos si hay miedo dentro del sector hostelero ante la posible reducción de horarios. "Si a una discoteca le recortas cinco horas de las siete que tiene de actividad, la estás haciendo inviable. No es una pérdida económica puntual; es el cierre definitivo del negocio", advierte.

Galdeano también quiere tranquilizar a sus compañeros del sector, asegurando que cuentan con el respaldo de expertos jurídicos y técnicos para llevar a cabo la defensa: "Hemos vivido esta situación dos veces antes y sabemos cómo afrontarla. Nuestro objetivo es paralizar la aplicación de estas restricciones mientras se resuelve el asunto en los tribunales, aunque eso pueda tardar años", afirma.

En este proceso, Galdeano lamenta la falta de diálogo por parte del Ayuntamiento: "No quieren llegar a ningún tipo de acuerdo. Solo nos queda recurrir a la vía judicial, donde estamos mejor defendidos".

Según el presidente de ALROA, detrás de esta medida hay una "inquina injustificada" contra los locales de ocio de una zona concreta de Alicante. "Si las mediciones de ruido que usan para justificar la ZAS son de 2021, difícilmente un juez podrá sostener eso como argumento válido", explica.

Por último, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad entre sus compañeros del sector, destacando la experiencia acumulada en los últimos diez años. "Hemos vivido esto antes, y siempre nos ha salido bien. Sabemos cómo enfocar el trabajo jurídico y técnico. El procedimiento será largo, pero no nos vamos a quedar quietos".

Activación de las ZAS

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante ha aprobado la declaración de ZAS en el Centro Tradicional y el Casco Antiguo, como respuesta a la demanda vecinal para reducir el impacto del ruido y conciliar la actividad económica con el derecho al descanso. Estas son la zonas afectadas:

La ZAS del Centro Tradicional incluye las calles Castaños, San Ildefonso, Cándida Jimeno Gargallo y San Francisco, mientras que la del Casco Antiguo se aplica a la Plaza Quijano y a las calles Virgen de Belén, San Agustín, Montegón y Padre Maltés.

Restricciones

Entre las principales restricciones, destacan la limitación de horarios: de domingo a jueves, los locales deberán cerrar a las 00:30 horas, mientras que los viernes, sábados y vísperas de festivo podrán hacerlo hasta la 01:00.

En el caso de las discotecas, el cierre será a la 01:00 entre semana y a las 03:00 los fines de semana. Además, las terrazas y veladores solo podrán ocupar el 50% de la superficie autorizada, con horario máximo de funcionamiento hasta las 00:00 horas.

La suspensión de nuevas licencias de actividad y veladores entra en vigor de manera inmediata, mientras que el resto de las medidas se implementarán tras un periodo de alegaciones de 30 días y su posterior publicación en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV).  

Mayor vigilancia policial

El Ayuntamiento intensificará la vigilancia policial para asegurar el cumplimiento de los nuevos horarios y la reducción de ruido, así como la inspección del control de calidad sonora en los locales afectados.

También se creará una mesa de trabajo para evaluar la situación junto con las principales entidades representativas de los colectivos afectados, con el fin de valorar posibles ajustes y promover una convivencia más armoniosa.