Edificio de Telefónica en la Gran Vía de Madrid, realizado en la década de los 20 del siglo pasado con piedra de Alicante.

Edificio de Telefónica en la Gran Vía de Madrid, realizado en la década de los 20 del siglo pasado con piedra de Alicante. Ayuntamiento de Madrid

Economía

A qué se debió el auge y el actual declive de la industria de la piedra y el mármol en la provincia de Alicante

Junto con la uva de mesa embolsada y el calzado, las exportaciones de piedra natural constituyen parte del esqueleto económico del Medio Vinalopó.

3 octubre, 2024 06:30
Alicante

La industria del mármol (piedra natural, en general), ha constituido en los dos últimos siglos uno de los sectores económicos más potentes de la provincia de Alicante. Sobre todo, gracias a las canteras del Monte Coto en Pinoso, hasta veinte abiertas al mismo tiempo, que han dado trabajo a miles de personas en otros municipios de la comarca como Monóvar o Novelda. Esta semana la mayor empresa comercializadora, Levantina, ha anunciado un ERE del 75% de su plantilla.

El protagonista de la industria es el mármol "crema-marfil", un producto de extraordinaria belleza y dureza que ha viajado durante décadas a todo el mundo: desde Arabia Saudí o Emiratos Árabes, a China, pasando por México, Estados Unidos, Francia o Reino Unido.

Junto con los colores "rojo Alicante" y la "piedra bateig", que hace tiempo pasaron de moda en el escenario mundial de la decoración, el "crema-marfil" compite desde hace años sin embargo con productos sintéticos de mucha calidad, y con los mármoles naturales blancos, grises de Italia y Grecia y otras "cremas" de Turquía y Egipto.

La industria del mármol ha sido tan productiva que durante años el municipio de Pinoso, independiente de Monóvar en 1826, ha sido uno de los más "ricos" de España en relación con sus ingresos. Destacaba incluso por encima de la famosa uva embolsada de mesa y el calzado de la comarca alicantina.

El canon que pagaban las industrias extractivas permitía a finales del siglo XX acometer más del 50% de su presupuesto municipal sin cargarlo sobre los bolsillos de los vecinos. Y todavía se calcula que quedan 40 años de mármol al ritmo de extracción actual.

Pero todo eso cambió con las crisis de la construcción y el cambio de modas. Actualmente las exportaciones están cayendo año a año pese a los intentos del sector por vender su producto en las principales ferias internacionales.

La semana pasada la Generalitat Valenciana, en la persona de la consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, se trasladó a Verona, a Marmomac, la Feria Internacional del Mármol, Piedra, Diseño y Tecnologías, para anunciar la implantación de una Indicación Geográfica Protegida. 

Los comienzos

En la revista Canelobre número 73 se publicó recientemente un artículo de Encarni Abad, de la Asociación del Mármol de Alicante y la Comunitat Valenciana, en el que se da cuenta de los inicios de esta industria. Unos inicios que la autora relaciona con la llegada del ferrocarril.

Sala VIP del aeropuerto de Dubai.

Sala VIP del aeropuerto de Dubai.

Así, Abad narra como la aristocracia local, y más concretamente Pedro Caro y Maza -marqués de La Romana y de las baronías de Monforte y Novelda-  creó en 1754 una fábrica de serraje y pulido que finalmente cerró por la dificultad de transporte del producto.

No obstante, un siglo después, en 1858, la llegada del ferrocarril MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) posibilitó el traslado de los mármoles y piedras a los puertos nacionales e internacionales desde la ciudad de Alicante. El hecho de que Novelda, sin canteras, haya adquirido especial importancia en el proceso final de elaboración se halla en su estación de ferrocarril, las más cercana al lugar de origen de la piedra.

Fue entonces cuando familias de la burguesía de la zona se introdujeron en el sector industrial consiguiendo grandes fortunas por la extracción, transformación y comercialización del mármol. Fueron muchas las obras nacionales e internacionales que usaron el mármol de Alicante.

El Monte Coto en Pinoso y La Algueña, el mayor yacimiento a cielo abierto de piedra natural de Europa, fue abierto en 1923. Con una extensión de 3,5 kilómetros y una superficie de 450 hectáreas, ha llegado a producir 500.000 metros cúbicos de mármol al año. Ahora, por los problemas de comercialización, no llega a los 100.000 metros cúbicos.

Además de Pinoso, otros municipios como Novelda, La Romana, Monóvar (en estos últimos destaca La Carravasa, de rojo-Alicante) e incluso Elda y Villena (con la variedad "dark emperador", de marrón profundo) cuentan con sus propias canteras, explica la autora.

Dos personas pasean por la Explanada de España, en imagen de archivo.

Dos personas pasean por la Explanada de España, en imagen de archivo. Patronato de Turismo

En su artículo, Encarni Abad citan un sinfín de edificios y obras públicas que se han nutrido de la piedra natural alicantina, desde la cercana Explanada de España de Alicante al edificio de Telefónica en la Gran Vía de Madrid, pasando por el interior del Museo del Prado, el aeropuerto Charles de Gaulle en Francia, L'Oceanogràfic de Valencia, a Sagrada Familia de Barcelona o el aeropuerto de Dubái.

No obstante, como ha explicado el presidente de la Asociación del Mármol de la Comunitat Valenciana, Luis Horcajuelo a EL ESPAÑOL, siete crisis económicas, energéticas, de transporte o incluso sanitarias desde 2007, han terminado por marcar el declive del producto alicantino. Además de los cambios de moda y los avances en sectores afines, como el porcelánico. Y el ERE de Levantina en Novelda y Pinoso ejemplifica con creces la situación en la que se halla el sector.