Una mujer con aspecto triste, en una imagen de Shutterstock.

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David, psicólogo explica cómo identificar la depresión: "La tristeza no siempre es el síntoma principal"

Desde cansancio y apatía hasta dolores físicos; en 2020 más de dos millones de personas pasaron por un cuadro depresivo, según datos del INE.

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Alicante
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La depresión es uno de los trastornos de salud mental más recurrentes y preocupantes en la sociedad actual. Afecta a millones de personas en todo el mundo y puede manifestarse de diversas formas, desde una tristeza persistente hasta la pérdida de interés por actividades cotidianas.

A menudo, quienes la padecen no son plenamente conscientes de su situación o tardan en buscar ayuda profesional, lo que puede agravar sus síntomas y complicar su recuperación.

En España, los datos reflejan una realidad inquietante. Según la Encuesta Europea de Salud del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2020, un 5,4% de la población de 15 años o más presentó algún tipo de cuadro depresivo. Esto equivale a aproximadamente 2,1 millones de personas.

Cómo identificar la depresión

Para ayudar a identificar las señales de alerta de este trastorno, el psicólogo alicantino David López explica a EL ESPAÑOL de Alicante cuáles son los principales síntomas de la depresión y cómo diferenciarlos de la tristeza pasajera.

Según expica este profesional de la salud, la depresión es un trastorno del estado de ánimo que puede manifestarse de distintas formas y que no siempre se asocia a la tristeza evidente. "A veces vemos a personas que sonríen, pero que en realidad atraviesan un problema grave de salud menta", advierte.

Según López, la clave para diferenciar un bajo estado de ánimo de un trastorno depresivo es la durabilidad de los síntomas. "El ser humano es como un corcho que tiende a subir por inercia, pero hay circunstancias que impiden esa recuperación natural", señala. Explica que la depresión afecta a diferentes niveles: fisiológico, emocional, cognitivo y conductual.

A nivel físico y emocional, los signos pueden incluir cansancio, falta de energía, desmotivación, apatía, tristeza, irritabilidad, alteraciones en el sueño o la libido e incluso dolores corporales. "No todos los casos presentan tristeza o llanto; algunos se caracterizan por una gran irritabilidad", añade.

En el plano cognitivo, la depresión suele traer consigo un pensamiento negativo recurrente. "Puede dirigirse hacia uno mismo, con ideas de incapacidad o inutilidad; hacia los demás, con molestias e incomodidad en la interacción social; hacia la vida diaria, con una visión negativa de la realidad, y hacia el futuro, con desesperanza”, detalla.

Este último tipo de pensamiento, según el experto, es especialmente peligroso, ya que puede desembocar en problemas más graves.

En cuanto a la conducta, la depresión suele provocar inhibición. “La persona deja de hacer actividades placenteras, como leer o salir con amigos, y con el tiempo incluso descuida obligaciones diarias, como hacer la cama o ducharse”, indica.

Sobre el tiempo que debe transcurrir antes de preocuparse, López insiste en que no hay un criterio estricto. "No me baso en diagnósticos cerrados que exigen un tiempo determinado. Lo importante es detectar si la persona es incapaz de remontar y ha pasado un tiempo significativo en esa situación", explica.

Causas

Respecto a las causas de la depresión, el psicólogo distingue entre factores endógenos, de origen biológico, y exógenos, relacionados con cambios en el entorno.

"Pérdidas significativas, como la de una pareja o un empleo, pueden provocar un estado depresivo, ya que afectan a los 'reforzadores' de la persona, es decir, a aquellas actividades o relaciones que le aportan bienestar", expone.

Además, factores como la baja autoestima, el sentimiento de culpa, la rigidez mental ("vivir en el 'debería'"), la falta de habilidades sociales o la dificultad para tomar decisiones pueden aumentar la vulnerabilidad ante la depresión.

"Las personas con vidas monótonas o con pocas áreas trabajadas (amistades, trabajo, ocio, deporte) son más propensas a deprimirse cuando atraviesan una crisis", advierte.

Por dónde se sale

Para salir de la depresión, López recomienda la terapia de activación conductual, que tiene una base científica sólida. "Es fundamental moverse, recuperar una estructura y volver a realizar actividades gratificantes", sostiene.

En este proceso, también es clave aceptar el malestar sin luchar contra él de forma inútil y comprometerse con los valores personales para recuperar la estabilidad emocional.