Cuando me preguntan qué es lo que creo que Aragón-Teruel Existe puede aportar al debate de la Sanidad, siempre contesto lo mismo: una visión pegada al territorio, que no olvida a nadie por ser pequeño. Una visión menos urbana, menos centralista y más rural. Pienso que los planes políticos, en muchas ocasiones, se elaboran con buena voluntad pero con poco conocimiento a pie de calle.
Y en el caso del reciente debate sobre la Atención Primaria, me preocupan algunas conclusiones del último Congreso de Atención Primaria en el que el Colegio de Médicos se pronunció sobre una optimización del Mapa Sanitario de Aragón con criterios que, seamos francos, a nosotros, los que vivimos en zonas con muy poca densidad de población, nos penaliza sin justificación.
Soy alcalde antes que político, sé cómo piensan mis vecinos de Utrillas y coincido con la posición de toda la comarca de la Cuenca Minera, porque llevamos muchos años sufriendo la escasez de medios y personal sanitario. Sé de primera mano las dificultades que hay para atraer médicos a nuestro Centro de Salud, y hago todo lo que está en mi mano para facilitar esa venida.
Los alcaldes, sea del signo político que sea, trabajamos por todos los vecinos, voten a quien voten. O eso quiero creer. Cuando escucho los planes del gobierno no veo cifras, veo a mis vecinos. Por eso vuelvo al Colegio de Médicos y no entiendo que hablen de optimizar los consultorios pequeños, que apuesten por repartir la actual precariedad. Quieren eliminar los consultorios locales de los que dependan menos de 300 cartillas sanitarias, para centralizar el servicio en poblaciones más grandes.
En política, optimizar siempre significa que alguien va a sufrir. Y eso no tiene nada que ver con redistribuir, no se puede redistribuir nada si el resultado es que se van a ver mermados los derechos de una parte de la población. En este caso, esos vecinos y vecinas que viven y resisten pegados al territorio y que van a ver mermada la calidad de su atención sanitaria.
Recortar no es la solución. Dotar de más fondos la atención sanitaria tampoco es suficiente por sí solo. Hay que compaginarlo con otras medidas. La gerente de Atención Primaria adelantó el otro día algunas medidas, como intentar cubrir puestos de difícil cobertura mediante concurso de méritos.
Al colegio de Médicos tampoco le parece bien. Con el enorme respeto que tengo a estos profesionales y como defensor de su tarea imprescindible para fijar población, les digo: trabajen con el territorio para aportar soluciones razonables. No nos hablen de optimización desde Zaragoza. Somos sus pacientes, y para nosotros son ustedes imprescindibles.
Que los profesionales de la medicina prefieren grandes hospitales y grandes poblaciones parece un hecho probado. Que por el camino actual, esa tendencia no se revierte, también. Entonces, ¿qué hacemos? Desde Aragón – Teruel Existe pedimos más dotación para la Atención Primaria, porque eso es lo que fija población. Nos preguntan de dónde va a salir ese dinero.
¿No se dan cuenta de que trabajar en el primer escalón de la Sanidad ahorra muchísimo dinero porque minimiza la atención hospitalaria, mucho más cara? Ese es el ahorro directo. Pero por otro lado, sigue habiendo un problema de incentivos. Sobre eso también habrá que trabajar.
Se pueden acelerar las convalidaciones de títulos de personas de otros países. Se puede trabajar con jóvenes perfectamente formados que no han entrado en el MIR. Es un problema que habrá que enfocar desde muchas perspectivas. Como facilitar el alquiler de una vivienda, por ejemplo. De esas soluciones pegadas al territorio, los alcaldes y alcaldesas tenemos un máster hecho.
Lo único que pido, que pedimos, es que la solución no sea repartir la miseria. Parece que se nos está obligando a elegir entre el modelo del doctor House o el de Doctor en Alaska, cuando lo correcto sería que pudieran convivir ambos.