Darío Serrano-Puente, economista segoviano que teme por un desplome del crecimiento

Darío Serrano-Puente, economista segoviano que teme por un desplome del crecimiento DSP

Economía

Darío Serrano-Puente, execonomista de la AIReF: "Castilla y León podría cerrar 2022 al límite de una recesión"

A pesar de que las autoridades insisten en que la Comunidad terminará este año con un alza del PIB de en torno al 5%, este analista económico castellano y leonés advierte de que el crecimiento real podría rozar niveles de riesgo

5 junio, 2022 07:00

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Ha desempeñado su labor, entre otras, como investigador economista en el Banco de España y junto al equipo de economistas de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal). Un organismo que por primera vez ha visto cómo un Gobierno de España ninguneaba sus análisis económicos tras haber corregido a la baja una y otra vez las previsiones de crecimiento anunciadas por el Ejecutivo.

Precisamente este organismo advertía el pasado mes de abril de que Castilla y León no sólo no crecería al 7% previsto a comienzos de año (antes del estallido de la guerra en Ucrania), sino que, además, rondaría como mucho el 3%. Una cifra nada desdeñable para cualquier escenario económico estable si no le precediera el desplome anterior del PIB que experimentaron las economías de la Comunidad (8,7%) y del resto de España (11%) tras la irrupción de la pandemia en 2020.

¿Cuánto va a crecer la economía de Castilla y León finalmente? ¿Habrá cambios si continúa sin controlarse la inflación desbocada, actualmente en un 8,7%?

A pesar de su juventud, Darío Serrano-Puente (Segovia, 1994), es una respetada voz en el ámbito académico (en el que publica sus análisis económicos) y también en el terreno profesional. Graduado en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid y Máster en Economía Analítica e Investigación en la Universidad de Mannheim (Alemania), cuenta para EL ESPAÑOL-Noticias de Castilla y León las claves sobre las que se asienta la recuperación económica de la Comunidad y del resto de España.

Por de pronto, considera que las previsiones de crecimiento del 5% del PIB para Castilla y León que se anunciaron en su día, podrían caer a cierre del presente ejercicio "hasta un crecimiento levemente por encima del riesgo de recesión". Nos explica el porqué.

"La inflación descontrolada es el principal problema que lastra la recuperación económica de Castilla y León y del resto de España. El BCE pretende subir los tipos para controlar la inflación, pero se encuentra con un problema: en qué medida hacerlo para que sean asumibles para los países que más deuda pública tienen, como es el caso de España, que arrastra un déficit del 120% de su PIB".

El dato de previsión de crecimiento para Castilla y León lo supedita a la alta inflación, que ha escalado ya hasta el 8,7% en la Comunidad y que sobrepasó hace unos meses los dos dígitos. La cifra más alta desde hace 25 años.

"Los indicadores del consumo de los hogares apuntan ya a una contracción, una vez descontada la cantidad de consumo absorbida por el incremento de los precios. Además, el nuevo embargo parcial a los hidrocarburos rusos, que habrá que ver en qué términos se ejecuta, podría restarnos algo más de crecimiento aún. Esto sitúa el 5% como una cifra poco realista, y algunos incluso apuntan a un crecimiento mínimo", advierte.

Un término, el de recesión, "que nadie quiere siquiera mencionar porque ahuyenta la inversión, pero que puede ocurrir por la contracción del consumo de los hogares y el actual escenario económico", apunta.

En este sentido, el punto económico más débil de Castilla y León "no es tanto la despoblación como la dinámica poblacional", dado que el talento lo estamos exportando y "el coste de generar ese talento no se queda en Castilla y León para generar la industria del futuro".

Evaluar políticas para ajustar los gastos

El déficit estructural en España está en el 4%, lo cual implica que aún teniendo un balance fiscal ideal, seguiría habiendo un diferencial entre gastos públicos e ingresos de un 4% del PIB que se cargan a deuda pública, "y es lo que preocupa en las instituciones europeas", señala.

"Los Gobiernos suelen mirar hacia otro lado y el que venga detrás, que se apañe, cuando lo que hacen es cargar a las generaciones futuras con una deuda pública que tendrán que ir pagando sí o sí".

"Cuando un policy maker introduce una medida de gasto social, hay evaluaciones que pueden decir por dónde van los efectos de esa política, pero otras veces no. Pero una vez que se toma hay que medir los resultados, porque si no se mide, no se puede evaluar si destinar esos recursos cumplen con el fin para el que se crearon, o no", advierte.

"Además, falta cultura financiera porque la gente cree que cuando el Gobierno anuncia subvenciones o ayudas salen del bolsillo del Ejecutivo, y no del de los ciudadanos. Las partidas de gasto no pueden ser indiscriminadas".

Más inversión en las fortalezas de Castilla y León

La educación, sin embargo, es uno de los puntos fuertes de la Comunidad, además de disponer de un sector primario y patrimonial muy fuerte, pero se necesita "una visión más clara de cuáles serán los tractores económicos del futuro".

No obstante, Darío considera que no se puede dejar en estos dos sectores (más volátiles) el futuro económico de Castilla y León. "Necesitamos mucha más industria, más verde y más digitalizada", y en este sentido, este economista cree que "la Comunidad está muy atrasada aún con respecto al resto de España".

Otro de los puntos que Darío considera claves es el de la movilidad sostenible. "Lo de ir todos en bicis eléctricas y en transporte público está muy bien, pero eso no puede aplicarse en todos los entornos por igual. Necesitamos una estrategia de movilidad sostenible realista".

La energía marcará el futuro económico

La crisis desatada tras la guerra en Ucrania ha hecho que los Gobiernos aceleren sus inversiones en energías para no ser tan dependientes de otros Estados. En este sentido, Castilla y León cuenta con una ventaja precisamente por su baja densidad de población y por ser la comunidad más extensa de Europa.

"Hay personas que van a retirar ya sus cultivos porque les beneficia económicamente más alquilar esos terrenos a las empresas energéticas. Esto también genera un valor, pero habría que ir pensando en incentivar estas inversiones, que generarán nuevos puestos de trabajo en el futuro". 

Para lograrlo, la única vía según Darío es hacerlo "desde la cooperación entre países, porque solos no podemos ir a ningún lado. Por eso los nacionalismos, periféricos y centralistas, son una traba indudable a este respecto, y es vital que Castilla y León y el resto de España dispongan de una mejor posición geoestratégica en el futuro", añade. Pero para ello, "debe apostar por las nuevas industrias que van a marcar las economías de las próximas décadas. Si no, llegaremos tarde".

Subida de impuestos para la recuperación, ¿sí o no?

Se trata de uno de los debates políticos más controvertidos: bajar impuestos para recaudar más vía consumo o subirlos necesariamente en épocas de crisis.

Un debate del que hay que mirar la 'letra pequeña' dado que, según datos oficiales, "un tercio de la recaudación real no procede de la actividad económica sino de la inflación". Es decir: las administraciones cada vez ingresan más vía impuestos pero porque cada vez pagamos más caro lo que consumimos.

En este sentido, Darío considera que "políticamente, no parece buena idea subir impuestos, aunque muchos indudablemente subirán, como por ejemplo, los medioambientales. Pero lo que creo que no hay es margen para bajarlos, por la deuda pública del 120% del PIB, con un déficit público estructural del 4% y con un encarecimiento del coste de financiación en los mercados derivado de la subida de tipos de interés para controlar la pandemia, que no permite un margen de reducción impositiva generalizada".

Sin embargo, Darío indica que "tampoco podemos pagar más del 50% en impuestos para luego recibir servicios públicos deficientes. Los impuestos son el precio que todos pagamos por vivir en sociedad. Ahora bien, entiendo que debemos plantearnos calmadamente en qué sociedad queremos vivir. Creo que los discursos de cero impuestos y libertad económica absoluta o todo provisto desde el Estado y con cargas impositivas confiscatorias no van a ningún lado. Lo que sí creo que es necesario hacer ya es evaluar la eficiencia de nuestro sistema impositivo y de gasto público. Hay muchos ejemplos de estos programas de impuestos y gastos totalmente ineficientes", asegura.

Fondos Next Generation

El maná de fondos de la Unión Europea puede ser clave en la recuperación económica, "si se sabe ejecutar ese dinero. Tenemos la experiencia de que todos los Gobiernos, también el de Castilla y León, han dejado sin ejecutar partidas presupuestarias, y debería tener mayor relevancia en el debate público"

Este reparto de fondos "no puede hacerse a modo 'Plan E' como en el pasado ni estar beneficiando a entidades capturadoras de fondos, como algunas empresas de digitalización. Necesitamos más control", asevera. Es precisamente "la Administración la que produce ese 'cuello de botella' que impide que esas ayudas lleguen a tiempo y a quienes pueden generar mayor valor con estas subvenciones".

Pacto de rentas

Los acuerdos laborales son otro de los caballos de batalla que "hay que abordar y tomarse en serio. Se está descompensando porque ha habido mayor crecimiento de los márgenes empresariales en relación con la subida de la masa salarial, y los aumentos salariales no suben en consecuencia. Queremos recuperar los niveles de consumo, pero esto sólo aumenta el consumo de forma nominal, es decir: en aquellos empleados que tendrán más poder adquisitivo para consumir, pero que hará que los empresarios suban los precios también al consumidor, lo cual lleva a una complicada espiral inflacionista".

Para atajar este problema, este economista aboga porque ese pacto de rentas debería ser nacional para establecer indicadores para estas subidas salariales.

Tipos de interés y euríbor

Las subidas de los tipos de interés previstas para este año y del euríbor (que se espera cierre 2022 en el 0,4%) sumado al coste de la inflación, va a menguar más aún "la capacidad de consumo de los hogares", lo cual repercutirá directamente en las cuentas de resultados del tejido empresarial.

Estas subidas "van a incrementar los riesgos de impago que pueden ser importantes en el sistema financiero. Además, las empresas necesitan devolver las ayudas recibidas durante la pandemia, y estas ayudas están indexadas a otros índices, y verán cómo sus costes de financiación de nuevo crédito como los de pagar los ya solicitados, van a subir. Si suben los tipos, emitir o repagar la deuda nueva que seguiremos emitiendo por nuestro déficit estructural, hará que aumente también el riesgo de impago, lo cual hace temer por una nueva crisis financiera como la de 2008", advierte.

Según este economista, estamos añadiendo ingredientes para apuntar "a una nueva recesión", aunque nuestras cifras de crecimiento sean mayores, lo cual es consecuencia de que veníamos de una caída del PIB mayor que el resto.

Dumping fiscal y revisión del sistema de financiación

Es una de las cuestiones que más ampollas ha levantado durante el pasado invierno tras los constantes anuncios de la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, de bajar impuestos.

Es un hecho que la autonomía fiscal de cada comunidad autónoma ha provocado fuertes debates en el Congreso. A este respecto, Darío cree que "debería haber un suelo fiscal en todos los impuestos (no sólo en el IRPF) y donde después cada autonomía tenga margen para subirlos a partir de ese suelo o para bajarlos (no más de ese suelo). Y para poder abordar esta cuestión hay que abrir el melón de por qué hay regiones que tienen Haciendas propias o forales, como es el caso del País Vasco y Navarra".

"Esto evitaría ciertos problemas de competencia fiscal perniciosa y daría margen para que los distintos gobiernos autonómicos, dependiendo del signo político que tengan en cada momento en cada comunidad, sigan teniendo la autonomía fiscal que por la propia Constitución Española tenemos".

En Castilla y León "debería perseguirse el establecimiento de este suelo impositivo nacional, porque esta Comunidad, con su estructura demográfica y económica, no aguantaría una competencia fiscal a la baja como la que ya se está iniciando desde comunidades autónomas como Madrid". 

Además, la salud de las finanzas públicas de Castilla y León "pasan por una revisión del Sistema de Financiación Autonómica para hacerlo más justo y progresivo", indica. En Castilla y León, "con los tributos que tenemos, no podemos competir con Navarra o Madrid". En este sentido, Darío considera que aunque la posición de la Comunidad está en la media, los criterios de nivelación para hacer el sistema progresivo, para que ese reparto no perjudique a algunas comunidades autónomas.

Reducir tasas de paro con empleo público

Una de las medidas más polémicas del Gobierno de Pedro Sánchez ha sido la de aumentar las ofertas de empleo público, con 144.000 nuevas plazas sólo en 2022. Cuestión que ha servido para que la oposición haya calificado esta decisión como herramienta de "maquillaje" en los datos reales de crecimiento.

Sin embargo, Darío asegura que "un empleo público no es peor que uno privado por definición. Ni que haya más empleados públicos que privados es un mal signo de la economía por sí mismo, dado que hay países como Noruega o Dinamarca, con tasas de empleo público muy altas, menores tasas de desempleo y mayor riqueza".

En este sentido, "lo que debe alertarnos es la prima de sobre retribución que ofrece el sector público a determinados empleados. En empleos de alta formación, el sector público más o menos está retribuyendo cantidades similares a las ofrecidas por el sector privado (salvo para altos directivos, para los que el sector privado ofrece retribuciones mucho mayores)". 

Así, Darío considera que "si nos centramos en empleados con baja cualificación, el sector público sobre retribuye a los mismos en relación con el sector privado. Esto quiere decir que si estos trabajadores hubieran sido asignados eficientemente por el mercado de trabajo, estarían teniendo una retribución menor. Y esta prima de sobre retribución que ejerce el sector público en este tipo de empleados hace que haya incentivos en estos estratos de baja cualificación para optar a una plaza pública, lo cual mina la eficiencia y productividad de este tipo de empleo en el sector público", aclara.

La solución pasa, a su juicio, "no porque todos ellos cobraran como si los retribuyera el mercado de trabajo privado, ni todos como el público, pero quizá deberíamos plantearnos un equilibrio. No hay receta mágica, y posiblemente hoy, a estos empleados, el mercado de trabajo privado no les estaría dando plaza. La manera de reequilibrio pasa por proporcionar mayores incentivos al reciclaje y la formación de estos empleados".

Jornada de 32 horas y SMI diferenciado por edad

Tras abrir este debate la ministra de Trabajo y Economía Social, el debate también está servido. ¿Permitiría una jornada de 32 horas semanales mejorar las tasas de desempleo de Castilla y León y del resto de España?

Este economista considera que "no se puede implementar en todos los trabajos sino sólo en aquellos donde la productividad del empleado consigue generar el valor necesario para esas 32 horas". Una jornada que, en su opinión, sí podría aplicarse a sectores como el de las tecnologías y las telecomunicaciones.

Sin embargo, también hay estudios que apuntan a que esta reducción de horas semanales "puede llegar a aumentar la productividad del empleado, pero si viene por regulación, no puede hacerse de forma generalizada porque hay sectores cuyos niveles de productividad no lo permiten".

El efecto eficiencia agregado puede ser positivo y generar empleo en Castilla y León con una jornada de 32 horas, "pero si esta medida se introduce de forma repentina y generalizada, los efectos perniciosos y no deseados podrían llegar a ser mayores", por lo que considera es necesario un estudio concienzudo y su aplicación por sectores.

Respecto a la subida del SMI y su impacto sobre la economía, Darío cree que "beneficia al 90% de aquellos que estaban en una banda salarial próxima al umbral del SMI, pero perjudica al 10% restante, principalmente jóvenes, mujeres y asociados a actividades laborales en el medio rural, que ven como aumentan los contratos de menos horas y su posibilidad de estar empleado disminuye", indica.

En este sentido, este economista aboga por un SMI "ajustado y diferenciado por edad para tratar de eliminar los potenciales efectos perniciosos de una subida generalizada de este salario mínimo interprofesional".