Un camarero pone la mesa en un restaurante.

Un camarero pone la mesa en un restaurante. Gtres

Empleo

El sector hostelero de Castilla y León abocado a la "reestructuración": faltan 7.000 trabajadores

Fernando de la Varga lamenta que “ya no llegamos a tiempo” por el “tsunami” con la pandemia, la crisis energética, la guerra de Ucrania y el encarecimiento de materias primas

31 mayo, 2022 17:48

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La “familia” del sector hostelero de Castilla y León necesita entre 6.000 y 7.000 trabajadores cualificados, entre camareros, cocineros, jefes de sala, oficinistas, personal de hoteles, albergues, hostales…. Una situación que “no se podrá revertir a corto plazo” y que supondrá una “reestructuración” de todo el sector, según expuso a Ical, el presidente de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León, el burgalés Fernando de la Varga, según informa Ical.

El consejero de Industria y el director general de Turismo, Mariano Veganzones y Ángel González, se reunirán mañana con Fernando de la Varga para explicarle las “estrategias y planteamientos a futuro” del nuevo Gobierno, aunque “ya no llegamos a tiempo, porque estamos en el gran tsunami”, dijo el hostelero, con la pandemia, la crisis energética, la guerra de Ucrania, el encarecimiento de materias primas y la falta de personal.

De la Varga recordó que ya dieron la voz de alarma hace más de un año, sobre este problema generalizado en toda España, empezaron a trabajar con el anterior Gobierno regional a través del diálogo social “muy enfocado a la formación, porque tenían claro que en poco tiempo iba a explotar esta burbuja”, pero la convocatoria de elecciones lo paralizó y llevan meses esperando al nuevo equipo para reiniciar los trabajos.

Sin embargo, indicó que el problema viene de “muchos años atrás” porque al sector “prácticamente” no se le había tenido en cuenta y carece de una formación dual reglada capaz de absorber sus necesidades, con “casi 40.000 establecimientos” en la Comunidad, que están pagando estas carencias desde hace una década, cuando estalló la anterior crisis.

Fernando de la Varga explicó que en la crisis anterior se produjo un ajuste y realojo de los despidos de la construcción en la hostelería, pero en la pandmeia, el personal cualificado hostelero “se refugió en la industria ante la incertidumbre” lo que “ha provocado no solo la falta sino la fuga de trabajadores del sector”.

En este contexto, remarcó la paradoja de que “está en juego” un volumen enorme de empleo pese a los elevados niveles de paro; una situación que se repite en numerosos sectores empresariales, lo que “debería hacer que el Gobierno se replanteará qué está ocurriendo”. “No hay personal cualificado y ya solo buscamos gente con actitud, aunque no somos los únicos, la falta de mano de obra es generalizada en otros muchos sectores empresariales”, lamentó.

Pérdida de inversiones y falta de relevo

Fernando de la Varga afirmó que se están perdiendo muchas inversiones en el sector, sobre todo, las que requieren de contratación de mucha mano de obra, a lo que se suma que se producirán “cierres progresivos de negocios de segunda o tercera generación” porque “no tiene relevo y al no haber profesionales cualificados es difícil la cesión o el traspaso”. “Este tipo de negocio se muere”, resumió.

El responsable de la Confederación de Hostelería y Turismo de Castilla y León defendió que se trata de un sector “muy atractivo cuando se conoce” porque es “muy dinámico, a pié de calle”, pero tiene el “hándicap” de que cuando todo el mundo está de ocio el hostelero trabaja, algo que a la gente joven no le atrae.

En cuanto a los salarios, afirmó que no suponen un problema, porque cuentan con los mejores convenios de España, con León a la cabeza, y aquí se cobra más que en Madrid. Aseveró que es el “menor de los problemas” porque se irá ajustando a la realidad con hiperinflación, y acabará repercutiendo como el resto de costes en el producto final y “acabaremos viendo cafés y cervezas al precio de París”.

Asimismo, constató que cada día mejora en el sector el aspecto de la conciliación, y les gustaría que avanzase mucho más pero “para ese hace falta personal para ajustar horarios y eso es la gran carencia”.

Por último, lamentó las" leyendas urbanas" de los fraudes generalizados en la contratación del sector, algo que no corresponde a la realidad y que se refleja en el bar de toda la vida, en el que se conoce al personal de siempre, al propietario y a sus camareros.