En estos días estamos viviendo, en la política nacional, la última representación absurda del "Superagente 86" (a los más jóvenes les recomiendo que lo busquen en San Google y se reirán un poco), en la que, como no podía ser de otro modo, aparece en acción 99 (ministra de defensa) el Jefe (Sánchez) y 86 (la directora del CNI) que dan pena, cuando no dan risa, pero no podía faltar la parte más patética, absurda y ridícula de KAOS (los independen, podemos y resto la jarca).
Que cuando a un espía se le pilla, el estado renegará de él, forma parte del manual de agente y el que no lo sepa es que no ha visto películas ad hoc. Que todos los Estados, en todo momento y por obligación estratégica, hacen uso de los espías, no hace falta más que ver la existencia del CNI, CIA, MI5, MOSDA... o es que ¿alguien piensa que estos servicios están jugando al mus? Sólo recuerden que "coletas" quería dirigir el CNI antes que ser "menistro" o "vicepre", otro que ¿quería jugar al mus?
Que el espionaje debe de ser secreto, no accesible a todos los grupos del parlamento y que debe estar sometido a un control discreto y secreto de los jueces que eviten la desviación de poder más allá de lo estrictamente necesario para la defensa nacional, es el fundamento de su existencia, de la legislación ad hoc y cursa dentro de la lógica.
Que se ha espiado, o intentado espiar, el teléfono del Presidente por otros servicios de inteligencia, es algo de lo que no sólo no cabe duda, sino que es seguro, lo ha sido, lo es y lo será, como nuestros servicios han investigado a la ETA, a los independentistas, en la medida que pretendieron un golpe de Estado y generaron violencia generalizada, a los islamistas radicales, etc. pues, si no lo hiciesen, el resto de ciudadanos correríamos peligro y podríamos sufrir atentados, violencia, agresiones, etc que el Estado existe para evitar.
Si el gobierno afirma que no lo sabía miente, pues no sólo es una actividad habitual, sino una obligación de la que no pueden eludirse. Si lo que pretenden es acallar la investigación de los "independen" con la revelación de un intento de espionaje al presidente del gobierno, dejan en mal lugar a nuestros servicios de inteligencia, vuelven a mentir, pues lo sabían, no resuelven el conflicto político y presenta a nuestros servicios de inteligencia como la TIA de Mortadelo o Superagente 86. Vamos, que quedamos todos como "Cagancho en Almagro".
Cuando a la política no se dedican profesionales que acuden a servir, sino políticos profesionales que lo hacen para servirse, al final no sirven para nada y lo estropean todo.
A ver, la comisión de secretos oficiales debe de ser secreta y no acceder a ella los que pretenden destruir el Estado Español para el que trabajan y del que lucran suculentos sueldos; pero, es que los servicios de inteligencia no pueden, no deben, no es posible que se transparentasen sin perder su esencia, sentido y fundamento. Lo exigible es un control judicial secreto y parlamentario limitado y oculto o recóndito en aquellos que conforman el Consejo de Estado, oposición, Consejo General del Poder Judicial, etc., es decir, controles institucionales y no de desgarramantas destructores del Estado.