La naturaleza ha ido dando al hombre durante millones de años de capacidades para enfrentarse al medio tales como la inteligencia, e incluso un sistema inmunológico para defenderse de los virus. Llegan las farmacéuticas y desarrollan en unos pocos meses una sustancia que dicen es mejor que nuestro sistema inmune. El final lo rematan los políticos que nos dicen cuando empieza y cuando acaba la pandemia. La gente calla y les dan ictus, canceres y mil enfermedades e intolerancia más. El culpable también el cambio climático. Hace frío chaval.
Los embalses parecen que cuanto más llueve o llueve lo mismo, más secos están. Necesitamos otro comité de expertos para que nos lo expliquen. El progresismo autóctono nos quiere vender la moto de que trabajando menos vamos a cobrar lo mismo. Premio Nobel en economía. A los que generan empleo se les castiga más, autónomos y pequeñas empresas. No pinta bien. La oferta de vivienda en alquiler se reduce un 30 por ciento con la nueva Ley de Vivienda. El precio de la carne parece que se triplicará con la Ley de Bienestar Animal. Mejoran la vida de la gente. Cuántas más pobres más votos. Para salir de la pobreza hay que tener ganas de trabajar, lo primero, después salir de la ignorancia y analizar la realidad. Difícil en estos tiempos que enseñar asignaturas está sobrevalorado.
No tenemos ni más tranquilidad ni bienestar, están arriesgando nuestro futuro y nuestro patrimonio para intereses espúreos. Se ha oído decir que cuando se rehabilita a los condenados, se libera a los presidiarios, se hace regresar a los exiliados y se invalidan las sentencias judiciales el Estado va colapsando. Cuando un político decide perdonar a otro político porque necesita sus votos es corrupción. En Argentina rizando el rizo han votado al ministro de economía que ha provocado una inflación del 120 por ciento y una tasa de pobreza por encima del 40 por ciento, entre otras lindezas. El problema lo empiezan a tener los ciudadanos en sí mismos.
Da la sensación que vivimos en el mundo de fantasía, el mundo Disney de la política. La cumbre de paz de Egipto dejó claro que los países árabes no van a aceptar a los refugiados de Gaza. ¿Entonces esto de qué va? ¿Más refugiados a Europa? Siguiendo el Plan k. Los que hemos navegado entre las costas africanas y canarias sabemos del color negro del océano y de los peligros que conllevan las mínimas olas de dos metros. Aguas gélidas incluso en verano. Toneladas de aguas moviéndose contra una embarcación en condiciones. Habría que explicarse como se mueven 22 toneladas de un cayuco de madera de mierda durante 1400 km desde Senegal hasta la isla de Hierro en alta mar con trescientos bigardos dentro. ¿Quién lo facilita y lo permite? Es una travesía complicada y que sin duda da terror a uno que no ha navegado. Llegan todos los días. No es una proeza puntual para unas personas que no saben ni orientarse. Asombroso.
Parece que todo lo construido durante siglos se está desmoronando. Un siglo XXI indescriptible e inexplicable. Da la sensación que cerraron los psiquiátricos y los imbéciles, gandules y delincuentes se organizaron para votarse entre ellos. Empezaron a hacer leyes para protegerse y vivir del cuento. No digo más.