trinitarias villoruela

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Región

Monjas de Villoruela buscan un manuscrito prestado hace ocho años

28 diciembre, 2017 10:15

Las monjas trinitarias de Villoruela buscan un manuscrito que prestaron hace ocho años y del que no han tenido noticias desde entonces. Incluso han llegado a publicar un anuncio en el Diario de Córdoba, provincia andaluza donde sospechan que está desde entonces.

Según informa el periódico, el sacerdote Isidro Hernández solicitó un documento de 1495 sobre la fundación de la iglesia del monasterio para reproducirlo, pero falleció tiempo después y las monjas de clausura de Salamanca perdieron la pista al manuscrito. "Es el documento más antiguo de la comunidad y para nosotras tiene un gran valor sentimental", explica la hermana milagros, de origen peruano, que junto a sus compañeras compagina sus oraciones con los trabajos de elaboración de cojines ortopédicos para una fábrica especializada en este tipo de productos.

"El rastro de la escritura conduce al Secretariado Trinitario de Salamanca, cuyo director, el padre Juan Pujane, confirma la historia. El padre Isidro era periodista y tenía mucha relación con Córdoba, donde encargaba la publicación de varias revistas", comenta la monja a Diario de Córdoba, y añade: "Cuando falleció, conociendo lo ocurrido, se buscó en su habitación de Madrid el manuscrito, pero nunca apareció, es un pergamino del siglo XV de gran valor testimonial para las monjas".

Origen del monasterio de Villoruela

El Monasterio de Santa María la Alta, fue fundado en 1510 por Catalina de Anaya, noble salmantina, que la quedarse viuda, asesorada por el trinitario fray Juan de Quincoces, decide hacerse monja y fundar la nueva comunidad.

En el año 1579 el trinitario San Simón de Rojas, tras ser ordenado sacerdote, es nombredo vicario de Villoruela para asistir espiritualmente a la comunidad. Son años de impulsos vocacionales y así, en el año 1588 salen un grupo de siete hermanas para realizar una nueva fundación en San Clemente, Cuenca. Ese mismo año la Comunidad de Villoruela funda también el Monasterio de Monjas Trinitarias de Medina del Campo, Valladolid.

En el período de la invasión francesa, en 1808, la Communidad se ve obligada a abandonar el monasterio que es saqueado y destrozado por las tropas galas. Se pierde la mayoría de su archivo y biblioteca, además de parte de la hermosa sillería renacentista del coro monástico. Este mismo siglo continúa siendo duro para la comunidad, que en 1835, con la ley de la desamortización, las monjas se ven privadas económicamente de muchos recursos.Por otro lado en 1886 la comunidad decide solicitar ayuda a la comunidad de San Clemente dada la escasez de monjas que hay, por lo que llegan tres monjas para procurar reforzar e incentivar la vida comunitaria.

Ya en el siglo XX, en 1901, a instancias del padre Cámara, obispo de Salamanca, pasa a tener un colegio deprimera enseñanza para niñas. La tercera y cuarte década de este siglo también son difíciles para la comunidad, de forma que son las religiosas las que se ponen manos a la obra para amasar y fabricar ellas mismas lo adobes necesarios para reconstruir las paredes. La guerra civil obliga a la comunidad a una nueva exclaustración. Años más tardes florece de nuevo la comunidad con nuevas vocaciones. En el año 1953 un devastador incendio arrasa el monasterio, quedando destruida la mayor parte del cenobio, celdas de las monjas, sala de labor, cocina, refectorio además de muebles. Ninguna de las hermanas de la comunidad sufre daños personales.

La labor educativa se suspende con las nuevas leyes del Concilio Vaticano II, cerrándose el colegio en 1969. Los últimos años del siglo XX están caracterizados por la crisis vocacional que afecta a toda la iglesia y por los deterioros acaecidos en eledificio por el paso del tiempo. Actualmente se conservan los dos típicos campaniles monacales de ladrillo refractario y en ellos sendas campanas accionadas manualmente desde el coro monástico.
Hoy la comunidad continúa con su vida monástica trinitaria, entregando su vida a Dios Trinidad, en el trabajo, el silencio, la oración.