Hockey y optimismo contra la esclerosis múltiple
“Nuestra grandeza no está en no caer nunca, sino en levantarnos cada vez que nos caemos”, aseguró el escritor, filósofo y poeta estadounidense, Ralph Waldo Emerson, líder del movimiento del trascendentalismo a principios del siglo XIX, en una suma de vocablos que pueden ser aplicados, perfectamente, a nuestro entrevistado.
Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y la final de Liga por Canterac, con ese bello enfrentamiento que protagonizarán el CPLV y el HC Espanya en esta tarde de sábado, charlamos con una de las referencias de un equipo, el vallisoletano, que busca cerrar un año perfecto tras ganar el pasado 1 de abril la Copa del Rey, alzándose también con el título del campeonato doméstico.
Olmo Ercilla es un pilar del conjunto vallisoletano, tanto dentro como fuera de la pista, que hace cuatro años tuvo que afrontar uno de los palos más duros de su vida cuando le diagnosticaron esclerosis múltiple justo un año después de que su hermana pasara por lo mismo. El jugador del CPLV lidera además la iniciativa ‘Un gol, un árbol’, en un proyecto que busca mejorar el planeta y en el que participan colegios, asociaciones, fundaciones, administraciones y el propio club de fans del pucelano.
Dos copas mejor que una
El jugador del CPLV añade que su equipo “llega con buenas vibraciones tras ganar la Copa hace un mes” y también tras vencer en semifinales del Playoff, y por la vía rápida, a un rival duro como Castellón añadiendo además que arrancan la última eliminatoria “con las ideas muy claras” sabiendo que “las finales hay que jugarlas y ganarlas”.
Este enfrentamiento es, como asegura nuestro entrevistado, el “de toda la vida” ya que son muchas las finales en las que se han enfrentado y afirma que “va a ser bonita e igualada” y además que “su equipo llega preparado” tras un año en el que “han trabajado físicamente muy bien” para llegar de la mejor manera posible a este final de campaña.
Volviendo a ese 1 de abril, con la consecución de la Copa del Rey, nos cuenta que recuerda “el apoyo de la afición” que estaba deseando que su equipo “conquistara un título” con ellos como testigos aseverando además que “el hockey no deja de crecer en Valladolid” y que las victorias ayudan para seguir captando adeptos dentro de un deporte que tiene aún mucho que decir en el futuro en el panorama nacional.
El palo más duro de su vida
Olmo Ercilla recibió hace cuatro años el que es el palo más duro de su vida. Todo comenzó en Barcelona cuando estaba concentrado con la Selección española y comenzó “a ver un poco nublado”. Ya en Valladolid la cosa fue a peor con “visión doble y triple” que derivó en una “pérdida total de visión” y que acabó con el jugador del CPLV ingresado en el hospital.
Casualmente, un año antes, su hermana también fue diagnosticada de lo mismo justo antes de irse a Londres a terminar la carrera. Desde entonces ambos “están más unidos que nunca” y afirma que “no se rinde en la lucha contra la enfermedad” igual que “no dejó rendirse a su hermana”.
“Llevo cuatro años y mi día a día es normal. Tuve un brote fuerte cuando me lo diagnosticaron y se supone que he tenido otro a lo largo de este tiempo. Me cuido bastante de salud y en lo que a la alimentación se refiere. Durante los tres primeros años me pinchaba una vez a la semana con una jeringuilla y lo pasaba fatal. Ahora han sacado unas pastillas, tomo una por la mañana y otra por la noche, y estoy encantado”, asegura nuestro entrevistado.
Implicado con la sociedad
Aunque “no lo lleve muy bien”, Olmo Ercilla tiene un club de fans. Fue su tío el que “le cogió gustillo al hockey” y se encargó de unir a este grupo de personas con el fin de apoyar en cada partido a uno de los jugadores más importantes del CPLV, aunque, como añade, le “dé un poco vergüenza”.
Este club de fans, sin embargo, y como nuestro entrevistado no duda en asegurar, le ha servido para poner en marcha el proyecto “Un gol, un árbol” que surge durante “un verano árido” y “en una conversación con sus amigos” para plantar árboles y contribuir a la mejora de un planeta que, como observamos, se resiente día a día.
Hasta un total de 2.000 árboles han llegado a plantar desde que el proyecto se puso en marcha llegando incluso a “concienciar” y a “implicar a colegios” como la acción que llevaron a cabo en marzo en Pajarillos junto a Pajarillos Educa plantando más de quince árboles para contribuir a que el barrio vallisoletano, como pretende, se convierta en el pulmón de la capital del Pisuerga.
Ercilla se muestra sumamente agradecido por el apoyo que está recibiendo un proyecto en el que “suelen plantar árboles autóctonos de Castilla y León como encinas y robles” pero en el que , dependiendo de lo que demande un centro escolar en cuestión, pueden llegar a dar vida incluso a “eucaliptos”.
El hockey contra todo
“Llevo toda la vida jugando al hockey. Desde los nueve años. He ganado títulos en categorías inferiores, senior, etc. Es una forma de vida porque me paso el día en Canterac tanto jugando con mi equipo como entrenando a los jóvenes de la cantera”, nos confiesa Olmo.
El jugador del CPLV añade además que tras ser diagnosticado de esclerosis múltiple vio un documental sobre el nadador paralímpico canario Enhamed Enhamed que animaba “a seguir para delante y a no rendirse” y “motivaba a entrenar el doble sin tirar la toalla” para superar todas las condiciones adversas que se planteen en la vida.
Ercilla no se plantea dejar su pasión asegurando “encontrarse bien” y nos cuenta que su deseo, a nivel profesional, pasa por “ganar la Liga” primero y “la Copa de Europa el año próximo” y a nivel personal por lograr que “todo siga yendo como hasta ahora porque se siente genial de suerte, salud y alegría”.
Todo un ejemplo de lucha, coraje y superación en esa batalla contra la esclerosis con el hockey como protagonista y vía de escape.