Mingo, Darío y el fiscal…
Volvimos a tierras charras donde abunda la gente seria, amable y generosa. Hablamos de los López Chaves, ganadero y torero (Ignacio y Domingo respectivamente). Ambos son primos carnales y esta tarde cargada de nubes tocaba tentadero en la finca ganadera de Ignacio, a cuatro pasos de Ledesma.
Y a ellos se unió el novillero iscariense Darío Domínguez, que progresa adecuadamente. Y un fiscal de carrera que torea como los ángeles. Como lo oyen. Pero es que además lo siente y se siente. Y te hace disfrutar. Pero y las becerras?
Punto y aparte lo que soltó el bueno de Ignacio por los chiqueros centenarios y berroqueños de “Calzadilla”. Las domeqc del ganadero ledesmino fueron miel pura, dulzura en las embestidas pero con su picante, con su chispa como diría “Tiri”, el patriarca de los Chaves. “Todas las que empinan el rabo no falla ni una, Santos”. Me decía el veterano ganadero con ese convencimiento que dan los años y la experiencia de toda una vida dedicado a bravo.
Compartió tarde con su hermano de alma: “Mingo”, padre de Domingo López Chaves, matador de toros por la Gracia de Dios. Cuanta sabiduría entre ambos hermanos y cuanto aprende uno a su lado en una tarde bochornosa de junio.
La primera becerra como es obvio la lidió magistralmente el matador ledesmino que, a fuer de sobarla y poderla, exhibió sus dotes ante la concurrencia. Excelente el estado de forma de López Chaves que prepara sus fundones para Orthez (Francia) de inmediato.
Luego, Mingo -familiarmente- estuvo asesorando tanto a Darío Domínguez como al fiscal en sus respectivas vacas. La experiencia y conocimientos del diestro salmantino conectan enseguida con los lidiadores y con el palco de invitados. Da gloria escuchar sus consejos. Y Darío firme y toreando con mucho gusto ante dos vacas encastadas, repetidoras y nada fáciles. Por eso el campo enseña tanto.
El iscariense prepara una temporada importante de festejos que arrancará de forma continuada el 1 de julio en Mombeltrán (Avila). Y ya está anunciado en Cuéllar, Pedrajas y alguna plaza más del sur de Andalucía. A Darío le acompañaba su padre, Félix Domínguez, y el subalterno pucelano Luis Angel Muelas en tareas de lidia.
Y vamos con el fiscal. Se trata del joven ledesmino Javier Rodríguez, fiscal de sala con destino en Avila, que no pierde la oportunidad que de vez en cuando le brinda su amigo Domingo López Chaves para cambiar la toga por los vaqueros y ponerse delante de las becerras y hacerles diabluras.
Pero toreando con sentimiento y llegando a los invitados del tentadero con fuerza. No se cansa de estar en la cara de las vacas -se llevó el lote- y dio un recital en su calidad de aficionado práctico. Y es que la afición llega por donde menos te lo esperas…
Y no faltó algún muletazo del ganadero y de su sucesor, otro Ignacio que lleva el toro en la sangre. Ignacio junior a sus 14 años ya ayuda en las tareas camperas. Ya lo comprobamos días atrás en un herradero y lo hemos vuelto a comprobar en el tentadero que, capote en mano y pertrechado en los burladeros, sigue fiel a la costumbre y afición que tuvo su abuelo y su padre.
Y mientras Lola, con su camiseta de “La Roja”, corriendo entre los anchos muros de granito y a su aire. Lola es la pequeña de la familia y, criada entre toros, suponemos que no le faltará afición. Fue una de las animadoras principales para que su hermano Ignacio cogiera los trastos por vez primera y se pusiera a torear a una mamona que le soltó su padre. Y lo hizo bien. Malo es empezar…
Y la ganadera, Loly, volvió a mostrar su generosidad cacereña obsequiando a los invitados con productos típicos de la tierra y algo de bebida refrescante. Todo un lujo volver a esta casa donde el trato es más que exquisito. Entre los invitados pudimos saludar al taurino vallisoletano Francisco José Lorenzo, apoderado del novillero Miguel Angel Pacheco, que tomará la alternativa en la próxima feria de La Línea, su ciudad natal.
Cuando hacíamos las fotos de la galería que ilustran el reportaje me acordé de mi amiga Natalia Calvo, gran aficionada a la fotografía y al mundo del toro y que ha firmado algún que otro reportaje en NCYL. Pero sus quehaceres profesionales le impidieron desplazarse hasta Ledesma. Habrá más ocasiones.