La Consejería de Agricultura de la Junta de Castilla y León, en representación de su consejero, Gerardo Dueñas, se ha comprometido a activar ayudas para los ganaderos afectados por la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE) durante el Consejo Agrario celebrado en la mañana de este martes, según ha dado a conocer la Alianza UPA-COAG.  

De este modo, Castilla y León se suma a las dos comunidades que ya han anunciado ayudas para este fin, Cantabria y Aragón, aunque si bien es cierto que no ha establecido un importe concreto para estas subvenciones, expresando como justificación que las disponibilidades presupuestarias de la Consejería son muy exiguas, dado que este año parte de los recursos de la institución han ido destinados a la crisis de la sequía.

Por su parte, UPA-COAG considera que, ante la magnitud de este problema, la Junta debe corresponsabilizarse e implicarse en la financiación de las ayudas y que, con ello, Mañueco tiene "la oportunidad de plasmar en hechos concretos su compromiso con el sector agroganadero de Castilla y León". 

Según los datos presentados hoy por la Dirección General de Producción Agrícola y Ganadera, la incidencia de la EHE es variable y está muy zonificada, llegando en las comarcas más afectadas a un porcentaje de entre el 10 y el 70% de animales con síntomas de la enfermedad.

Además, tal y como indican los datos comparativos entre las muertes oficialmente declaradas de la especie bovina en las mismas fechas de los años 2022 y 2023, entre la semana 35 hasta el 25 de septiembre, en 2023 han muerto 2.018 animales más. Desde la Alianza aclaran que este dato no acredita que todas las muertes sean debidas a la EHE, "pero es muy significativo, porque el censo se mantiene en números similares y la variación de muertes entre un año y otro, en condiciones normales, no suele presentar una diferencia tan acusada como en el presente año". Por ello, consideran que la circunstancia diferencial entre uno y otro periodo comparado es, precisamente, la EHE.

Además, recuerdan que un ganadero pierde entre 900 y 1.500 euros cuando fallece una vaca; otros 400 euros cuando se produce un aborto; y otros 10 euros diarios, aproximadamente, por cada res debido al tratamiento sanitario de prevención de la EHE, afecciones a las que habría que añadir las restricciones de mercado y, sobre todo, los efectos a largo plazo que pueden tener los animales y sobre las parideras.