Crónicas gastronómicas (con lazos familiares) por tierras de La Santa (Ávila)
“Doña Concha”, de la mano de Koke Muñoz, abre sus puertas para degustar lo típico de Ávila y una cocina de puchero que recordará siempre a su querida abuela Concha
23 julio, 2022 09:49Jóse Muñoz Hernández, “Koke” el chef
Koke Muñoz es un joven emprendedor abulense que ha “mamado” la cocina desde crío, y ahora quiere demostrarlo con su flamante establecimiento en honor a su abuela, a la que adoraba: “Doña Concha”. Abuela a la que uno conoció de joven y que cocinaba de mimo, además de haber sido una mujer con carácter, buena, fuerte y admirable. Tuvo11 hijos.
Ávila y mi historia con los Hernández Hérnandez
Hacía tiempo que no visitaba la ciudad amurallada, lugar a donde llegué por vez primera a finales de los años 60, cuando uno tonteaba con la novia (Pilar, mi mujer desde 1973). Y es que mi futura de entonces tenía, y tiene, a su hermano Ángel de residente perpetuo en Ávila. Y mi cuñado Ángel se ennovió con Mari Carmen (†) y en Ávila se acomodó. Y nuestra cuñada Mari Carmen tiene una hermana menor: Nana, (además de diez hermanas y hermanos, algunos ya fallecidos).
Mari Carmen, Nana y sus hijos
Me refiero a Victoriana Hernández (Nana para la familia), la más apegada a su hermana Mari Carmen, quien fue una mujer fantástica, alegre, generosa, moderna, elegante, buena madre y mejor cuñada. El trato que nos dio siempre esta familia fue admirable. Lástima que se nos fuera tan pronto. Pero nos quedan recuerdos imborrables, además de su esposo Ángel Sánchez y sus cinco hijos: Cari, Marta, Vanesa, Alfredo y Javi.
Pero al grano, (en este caso al plato) tras explicar mis vínculos con esta entrañable familia abulense de pura cepa, y volver a la siempre bella y monumental Ávila. Termino la retahíla comentando que, Nana es la madre de Jóse (Koke), el cheff del restaurante “Doña Concha”; además hay otra hija, Pachi, quién junto a su esposo, Roberto, han puesto el capital para que Koke gestione el nuevo negocio.
“El Mulas” (Ángel Muñoz)
No quiero dejarme al padre de ambos: Ángel Muñoz, “El Mulas”, un tipo simpático y agradable (y del Atleti) que, tanto Nana como él mismo, siguieron la estela del buen trato y el afecto que impartió nuestra cuñada Mari Carmen. El apelativo del padre le viene porque fue contable desde muy joven del conocido almacén Martín Mulas.
El restaurante “Doña Concha”
Y a partir de ahora, lo prometo, nos dedicaremos a lo que decía el místico abulense San Juan de la Cruz: “Y que Dios sería hombre, y que el hombre Dios sería, y trataría con ellos, comería y bebería.” Mucho ambiente con numerosos familiares (sobre todo “conejos”, que así se conocía al padre de los 11 hijos y esposo de Doña Concha) y amigos en torno a “Doña Concha” en su día inaugural. El local es amplio y diáfano. Dividido por la barra y la sala del comedor con unas cristaleras. Gran exposición de bodega encima de la barra y un apartado muy coqueto. Además de dos cavas. No está mal para empezar.
Como en las “Bodas de Camacho”
No faltó absolutamente de nada; hubo abundante generosidad por parte de los nuevos restauradores que ofrecieron su amplio abanico de manduca, que es largo, bueno y de calidad. Los inicios fueron con las típicas patatas revolconas y su torrezno recién hecho; platos de jamón y lomo de Guijuelo por doquier y carne de buey y avileño a la parrilla. Koke y su gente se esforzaron en la cocina. Mientras que el resto del personal y ayudantes oportunos lo hicieron en la barra y en la sala repleta de mesas y de gentes con ganas de manducar y de beber…
El remate fueron unas cuantas paelleras con diversos guisos de arroz, que es una de las especialidades de Koke: a banda, con carne y negro fue la degustación.