El complejo hidroeléctrico denominado ‘Sistema Duero’, o ‘Saltos del Duero’, comprende los saltos de Aldeadávila y Saucelle sobre el río Duero y el salto de Villarino sobre el Tormes, en la provincia de Salamanca, y los saltos de Ricobayo en el río Esla y los de Villalcampo y Castro sobre el río Duero, en la provincia de Zamora.
Una vez construida la presa de Saucelle y ya culminado el proyecto definitivo del 'Sistema Duero', a la espera de un cuarto embalse en el río Huebra que nunca se llegó a construir, en 1956 se inicia la construcción del Salto de Aldeadávila, que será la central hidroeléctrica de mayor potencia de Europa Occidental. Para erigirla se optó por utilizar el llamado 'Llano de la Bodega', que ofrecía una buena simetría para su ubicación y a la vez permitía aprovechar la totalidad del desnivel. Comienza a funcionar regularmente en 1963 con 718,2 MW, lo que supuso doblar la capacidad de producción de Iberduero (actual Iberdrola tras la fusión de Iberdurero e Hidroeléctrica Española), y en 1986 se incrementa su potencia en 421 MW más, lo que la convierten, todavía hoy, en la más importante del panorama hidroeléctrico español con sus 1.139 MW.
En el proyecto del salto de Aldeadávila se consideró por primera vez la construcción de una central subterránea que, en aquellos momentos, fue novedad en España. Situada por debajo del nivel del embalse de Saucelle aprovechaba el desnivel de cerca de veinte metros que quedaba entre el pie de presa de Aldeadávila y el máximo nivel normal del embalse de Saucelle. Otra de las razones por la que se adoptó esta disposición fue la dificultad de situar la central bajo la presa, ya que se necesitaba todo el paramento para evacuar los elevados caudales de avenida del Duero, y ante la dificultad de hacerlo de otra forma. A considerar, que el de Aldeadávila fue un proyecto innovador y de récord para la época, la primera central hidroeléctrica que se construía bajo el suelo, horadada en la roca, en un espacio en el que cabría la catedral de León.
Desde el punto de vista de la Ingeniería de Presas, uno de los aspectos relevantes de esta presa fue que por primera vez en España se utilizaron técnicas y medios de puesta en obra que se habían desarrollado en Estados Unidos en la década de los 30 y 40, y que debido a los problemas políticos y económicos por los que pasó España, no se pudieron utilizar en España hasta más de dos décadas después.
En Aldeadávila, el paisaje muestra esa componente de verticalidad que es esencial a las presas; cualquier elemento exige subir o bajar, hay escalones, rampas y túneles por todas partes. La presa tiene unos 130 m de altura, pero, por encima de ella, los paredones de granito suben el doble. El cañón del Duero tiene 400 metros de profundidad y la presa solo ocupa un tercio de esa altura: queda muy bien encajada en dimensiones pues, a pesar de su altura, se subordina al cañón. Éste está formado por grandes panes graníticos que se suceden y yuxtaponen con diferentes potencias y anchuras. Entre ellas surgen grietas que se desarrollan como barranqueras o trochas de mucha pendiente llenas de exuberante vegetación.
El conjunto de los trabajos realizados para llevar a cabo esta infraestructura tuvieron lugar entre 1956 y 1963, justo tras el período de autarquía de la dictadura franquista, en el comienzo de la apertura hacia el exterior. Las primeras tareas de desviación del río se emprenden en 1956, solapándose con la finalización de las obras de la presa de Saucelle.
La introducción de nuevos métodos aceleró los trabajos de construcción con respecto a los de otras presas anteriores. Las obras afrontaron con éxito varias crecidas del río. La más importante tuvo lugar los días 2 y 3 de enero de 1961, la presa tuvo que hacer frente, a medio construir, a una avenida de caudal récord: 9500 m³/s. Según los registros históricos, estas crecidas se suelen producir con un periodo de alrededor de cien años. La anterior de similares dimensiones ocurrió en 1860. El Duero se elevó 25 m sobre el cauce y entre los bloques en construcción de la presa pasaron esos 9.500 m3/s y se llevó por delante el puente que unía las dos laderas. Se estimó que la reparación del puente tardaría tres meses, durante los cuales habría que parar el hormigonado pues los camiones de cemento no llegaban a la hormigonera. El Ejército salvó la situación y en solo diez días restableció el paso con un puente Bailey, permitiendo terminar la obra en 1963.
La presa posee una altura de 139,50 m, es de tipo Arco Gravedad y está construida a fuerza de hormigón. Dispone de un aliviadero de superficie con ocho compuertas de segmento de 14,00 metros por 8,30 metros. Además, posee un túnel aliviadero con dos compuertas tipo segmento de 12,50 m x 9,70 m.
El embalse se extiende por 368 hectáreas de superficie por la que discurre el cauce natural del río Duero a su paso por Las Arribes salmantinas. La superficie de la cuenca vertiente es de 73.458 km². Posee una capacidad total de 114,3 hm³ de agua. El nivel máximo es de 327,83 msnm. La cota de desagüe es de 190 msnm. La presa está preparada para desaguar avenidas de alrededor de 11.000 m³/s.
El 17 de noviembre de 1962 se pone en marcha y comienza a producir energía la primera de las seis turbinas 'Francis' instaladas. El 30 de diciembre de 1963 comienzan a funcionar todas. Constituyen lo que se conoce como Aldeadávila I, la primera de las dos centrales existentes hoy. En su día fue la mayor de su tipo en Europa Occidental y su puesta en marcha supuso doblar la producción total de Iberduero. Entre 1983 y 1986 se realizó la segunda central, Aldeadávila II. Se dio entrada a ella por un túnel abierto por la galería por la que se entra a Aldeadávila I.
El acto de inauguración protocolario se realizó el 17 de octubre de 1964. En la explanada de acceso a Aldeadávila I se dieron cita Francisco Franco (jefe del estado español), António de Oliveira Salazar (jefe de gobierno portugués), Jorge Vigón Suero-Díaz (ministro de Obras Públicas), Pedro de Careaga y Basabe (presidente de Iberduero) y los gobernadores civiles de las provincias de Salamanca y Zamora, entre otros.
A modo de recordatorio histórico, decir que en 1987 se intentó llevar a cabo en las galerías profundas de las instalaciones de la central el proyecto IPES, un laboratorio experimental que la sociedad confundió con un cementerio nuclear y que fue cancelado por la dura oposición social, ya que puso en 'armas' a toda la comarca de Arribes del Duero.
Escenario cinematográfico
La presa de Aldeadávila se ha convertido en un atractivo turístico natural por los impresionantes miradores que caen sobre el embalse. Pero lo que dio fama internacional a esta impresionante obra de ingeniería para orgullo de Franco y la España franquista fue su presencia como plató de algunas escenas de la mítica película 'Doctor Zhivago', una de las más taquilleras en los cines. La película, estrenada en el verano de 1965, mostró al embalse en todo su esplendor al mundo entero de la mano de la película de David Lean basada en la novela de Boris Pasternak, prohibida por las autoridades rusas del momento.
La prohibición de la novela de Boris Pasternak en Rusia, hizo que David Lean eligiera diversos escenarios fuera de Rusia para rodar el película, y entre ellos escogió la presa de Aldeadávila como construcción Bolchevique.
Pero terminó aquí la aventura cinematográfica del Salto de Aldeadávila en el séptimo arte, puesto que aparece también en una de las películas cumbre del cine español, 'La Cabina', de Antonio Mercero, estrenada en 1972, durante el tardofranquismo, con José Luis López Vázquez como protagonista.
En 'La cabina' acaparan el protagonismo las galerías subterráneas de la presa en algunas de las escenas. Mercero rodó allí, en una especie de fábrica de rehabilitación de cabinas en las entrañas de la presa, la parte final de la película.
La tercera de las apariciones en cine de la presa de Aldeadávila es en la sexta entrega de 'Terminator'; James Cameron eligió este lugar para esta impresionante superproducción-
En 2016, el embalse fue protagonista de una campaña publicitaria de la empresa japonesa Fujitsu en el que mostraba la libertad de trabajar con su nuevo modelo de ordenador portátil de hace cinco años. En el anuncio se veía a cuatro empleados saltando de su oficina a paisajes naturales de nuestro país entre los que se encontraba la presa de Aldeadávila, a los que se podían acceder a través de una máquina.
Más reciente, la serie '30 monedas', de Álex de la Iglesia, también ha tenido a esta central como escenario.
Hace poco fue un documental sobre las 'Megaestructuras Franquistas', en el que también se han referido a esta presa, que fue la primera que se construyó horadada en la roca. Y, finalmente, la grabación de un desfile de moda de la diseñadora salmantina Fely Campo.
El megaproyecto Saltos del Duero abordó la presa de Aldeadávila que sería su obra emblemática, y pudo ya acometer el gran embalse de Almendra (tercero de España) perteneciente a la Central Hidroeléctrica de Villarino, para regular el Tormes con una gran reserva de capacidad de 2.650 Hm3, que permite optimizar la gestión de los recursos de todo el sistema.
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