El catedrático Juan Lema Rodicio, doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de Valladolid

El rector de la Universidad de Valladolid Antonio Largo presidirá el próximo viernes, 22 de octubre, el acto solemne de Investidura del grado de doctor ‘honoris causa’ al catedrático de Ingeniería Química Juan Lema Rodicio.

Y es que el Consejo de Gobierno del pasado 4 de mayo acordó otorgar al profesor Rodicio la más alta distinción de la Universidad de Valladolid a propuesta de la Escuela de Ingenierías Industriales, siendo precisamente uno de sus profesores, Rafael Mato Chaín, del Departamento de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente, quien intervendrá como padrino en el acto.

El profesor ha orientado sus actividades, tanto en investigación e innovación como en la formación de científicos, hacia la protección del medio ambiente y recuperación de recursos bajo el concepto de la economía circular, en el ámbito de la Ingeniería Química y Ambiental.

Sus líneas de investigación han mantenido siempre un doble objetivo: Avanzar en el conocimiento de nuevos conceptos y desarrollar, en base a ellos, nuevos procesos orientados a la solución de problemas ambientales o a la obtención de productos químicos, primando siempre la acción formadora.

Paso por Galicia y Cataluña

Tras su doctorado en la Universidad de Santiago de Compostela, el profesor Lema se incorporó a la Universidad Autónoma de Barcelona, donde puso en marcha una línea de trabajo sobre el tratamiento biológico de aguas residuales y residuos con recuperación de energía, iniciativa pionera en España, desarrollando, a escala laboratorio y piloto industrial, soluciones novedosas para minimizar impactos y recuperar recursos.

Además, realizó estancias postdoctorales en el INRA de Lille (Francia) (1979, 1983) y en el INSA de Toulouse (Francia) (1980, 1983) en donde se familiariza con los procesos biotecnológicos de tratamiento de aguas residuales por digestión anaerobia y de fermentación.

En 1984 pasó a formar parte, como catedrático de Ingeniería Química, a la Universidad de Santiago de Compostela donde creó el grupo de Biotecnología ambiental, vigente hasta el momento, y desde el que ha realizado toda su investigación, manteniendo las dos líneas que había desarrollado en la UAB: Procesos biotecnológicos para la eliminación de residuos o para producción de productos químicos.