Era un día normal para Javier Calvo. O eso creía él. El vallisoletano de 40 años, amante del deporte y miembro de Triatlón Pisuerga llegaba puntual a Medina de Rioseco para participar en el Triatlón de Medina de Rioseco que arrancaba a eso de las 17.00 horas en la localidad vallisoletana.

Completó la prueba y a eso de las 18.30 horas traspasó la línea de meta. Allí le esperaba la que es su pareja desde hace dos años, Raquel Ordax, de Vitoria y 33 años de edad para darle la sorpresa más especial de su vida.

“Al pasar por la línea de meta, a las 18.30 o así, me encontré con Raquel. Yo pensaba que estaba trabajando, pero nada más lejos de la realidad. Pasé la meta y me cogió el speaker, Jesús, al que conocía de cuando era vigilante de seguridad en el Hospital Río Hortega de Valladolid y todo fue muy especial”, asegura Javi en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.

Allí le esperaba ‘Chulo’ que tenía una medalla con la pregunta de: “¿Quieres casarte conmigo?” y Javier no pudo decir que no. Dio el sí para fundirse en un abrazo con la que será su futura esposa.

“Me hizo mucha ilusión porque no me lo esperaba. Sí que teníamos la broma de pedir matrimonio de una forma original pero nunca piensas que pueda hacerse realidad”, asegura el varón protagonista de esta preciosa historia.

Los presentes aplaudían ante el emotivo momento y después tanto Javi como Raquel se fueron por la Ciudad de los Almirantes a tomar unas cañas antes de irse a cenar, ya como prometidos.

La idea que tienen en mente es casarse el próximo año, aunque por tema de reservas de restaurantes y demás puede ser algo complicado, como asegura nuestro entrevistado porque el problema “no es casarte, sino que te den de comer”, afirma.

Sea cuando fuere, la verdad es que la pareja ha protagonizado un bello momento en Medina de Rioseco con una pedida emotiva y muy especial.