Una palabra con mucha historia
Un término que resulta muy molesto en las últimas noches de verano pero que ayuda a conseguir vinos de calidad. Usado en pueblos de la provincia de Valladolid y de toda España
12 febrero, 2024 09:20El término “amargacenas”, como apunta la Real Academia de la Lengua (RAE) hace referencia al “cierzo que sopla por la tarde en el mes de septiembre”. Incluso, dicho viento se puede adelantar a las noches de final del mes de agosto siendo muy molesto para el día a día de los vecinos, pero muy bueno para la vid, antes de proceder a la vendimia, ya que genera un cambio de temperatura brusco entre el día y la noche y hace que la calidad del vino, en su producto final, aumente.
Es un concepto que pasan por utilizar los vecinos de varias localidades de la provincia de Valladolid y también de toda España. Sobre todo, los más longevos. En Cubillas de Santa Marta, un municipio pucelano que se encuentra ubicado en el Valle del Pisuerga a 25 kilómetros de la capital, usan este concepto.
Cubillas de Santa Marta fue propiedad del Mayorazgo que fundó el contador de Juan II, Fernando Alonso Robles y se trata de una localidad que está formada, principalmente, por casas de piedra o de adobe de uno o dos pisos. Sin lugar a duda destaca en el lugar la Iglesia Parroquial de estilo cisterciense y construida de piedra del siglo XIII.
“El término “amargacenas” se utiliza aún con frecuencia en Cubillas de Santa Marta en esas noches de septiembre y de agosto. Incluso un poco antes, en julio. Hace referencia a días en los que el calor ha sido protagonista y, durante la noche, se levanta un aire que hace que la temperatura baje mucho”, asegura el alcalde del pueblo, Julio Fernández Portela, de 38 años, y que afronta la primera legislatura con el bastón de mando, aunque ha sido 8 años teniente de alcalde.
El también profesor de Geografía en la UNED de Madrid no se atreve a confirmar que el concepto “naciera en Cubillas” pero sí afirma que “su madre y sus antepasados más lejanos lo usaban”, de forma habitual y también a lo largo de la historia.
“Es un concepto que también tiene sus cosas buenas. En verano hace mucho calor y por la noche se duerme mal. Cuando aparece el “amargacenas” nos ayuda a conciliar mejor el sueño. También le viene muy bien a la uva para la elaboración del fino en ese contraste de temperaturas que ayuda a obtener unos caldos de gran calidad”, apunta nuestro entrevistado en declaraciones a EL ESPAÑOL de Castilla y León.
El “amargacenas” y el análisis del concepto que estamos haciendo a través de este escrito nos lleva a ensalzar la importancia que el vino tiene para localidad vallisoletana. Lo es todo. Desde mediados del siglo XX tanto la uva, como los viñedos como las bodegas tradicionales han alcanzado un calado supino en el lugar.
“Antes, hace muchos años, era un complemento a nuestro día a día y, también a la sociedad. Ahora, en la actualidad, se ha convertido en la clave de la economía y la sociedad de la localidad. El vino es el motor de la economía de Cubillas de Santa Marta y juega un papel muy importante aquí”, añade el primer edil.
Julio Fernández estudió en Valladolid e hizo el doctorado en la ciudad del Pisuerga. Ahora es docente y, además, ha escrito un libro sobre la historia de Cubillas de Santa Marta desde el siglo XVIII a la actualidad, en el que explica la importancia del vino en el lugar y todo lo que ello genera.
“Hoy, Cubillas cuenta con 10 bodegas industriales que elaboran vino en cantidad elevada. Ocho forman parte de la DO Cigales y dos son de fuera. Se elabora clarete, tinto, blanco o espumoso. Nuestro vino más afamado es el clarete, aunque también destaca el vino tinto de buena calidad ya que somos tierra de viñedos”, explica nuestro entrevistado.
Además, cuentan con 80 bodegas tradicionales que con la ganadería y la agricultura son la base de todo en Cubillas de Santa Marta, un pueblo de 389 habitantes que crece, poco a poco.
“Queremos seguir mejorando nuestro municipio para que resulte atractivo. Estamos renovando la plaza y acometeremos obras en la travesía de entrada al pueblo. También queremos construir un local social que funcione como bar-restaurante”, finaliza Julio.
Un municipio marcado por el concepto “amargacenas” que guarda una curiosa historia en el lugar.