Ganadería Montebayón: toros, amigos y buen yantar
Volvimos a la ganadería pucelana de Javier Fernández para el herradero, donde el trato volvió a ser exquisito
28 abril, 2024 13:33Noticias relacionadas
En el Páramo de La Parrilla, entre esta localidad y Montemayor de Pillla, (territorio de La Empalizada) se encuentra la ganadería de bravo de nuestro amigo Javier Fernández, un industrial vallisoletano con negocios en Barcelona; un tipo generoso y un romántico del toro que, cada año, reúne en su cuidada finca a un buen número de amigos, donde disfrutamos de su amistad y de su exquisita gastronomía.
El herradero y los amigos catalanes
En esta ocasión también pudimos gozar del herradero, que se desarrolló con normalidad a pesar de las inclemencias del tiempo. Tuvimos ocasión de conocer a unos amigos catalanes del ganadero. Gente interesante como el que fuera matador de toros, Enrique Guillén, actual director de la Escuela Taurina de Cataluña; el catedrático universitario y miembro de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña, Vicente Royuela. Y el novillero sin caballos, Mario Vilau, al que apodera el propio Guillén, entre otros.
El buen yantar
Como siempre en esta casa, volvimos a degustar un abundante aperitivo a base de lomo ibérico, queso, jamón del “güeno” y unas deliciosas almendras fritas, que a uno le encantan. Todo ello regado con Verdejo de Rueda de La Soterraña: “Eresma” y un tinto “Prima” de Toro. Esos fueron también los vinos de la comida.
Los espárragos tudelanos del Duero
Y de inmediato, “toque a la generala” para ocupar los más de setenta sitios donde había un cubierto. De entrada, unas espectaculares puntas de espárragos de la vecina Tudela, aderezados con ese oliva virgen extra de Rioseco, (Valdecuevas) donde el plato queda limpísimo a base de toma pan y moja. Un plato cumbre.
Los pinchos de lechazo a la brasa del sarmiento
Insuperable esa deliciosa vianda que, con primor y experiencia, asa Luis Parra, un personaje muy querido en esta casa, así como la cocinera y responsable de los eventos culinarios de Montebayón, Gracia Ramírez, junto a Ismael, su esposo. Todos ellos de la cercana Montemayor. Las fuentes de tomates, (creo que eran de la variedad Raf) con el añadido del virgen extra citado, son también de nota alta. Ah, y unas patatitas cocidas, tamaño huevo, y envueltas en papel de aluminio para mantener el calor, regadas con el extra virgen resultaron un complemento perfecto.
Postres de fruta, pasteles y pastas de la zona
Los postres, a base de piña natural y mango, fueron una combinación idónea para rebajar “grasas”. Y con los cafés, unos cortados de nata y almendra y unas pastas de la comarca sumamente delicados. Chupitos, licores, wiskises, gintonic, etc., sin tope alguno; hasta hubo una partida de mus con gente joven en la terraza del salón, más propia del verano que en este día ventoso, lluvioso y frío. Pero la juventud puede con todo.
Los amigos y las tertulias
Durante el almuerzo nos sentamos con gente conocida de otros años como Aníbal Asensio, quién fuera creador, junto a un grupo de socios, de las bodegas La Soterraña, en Olmedo. Ahora es su hijo Rubén quién lleva las riendas de la sociedad. Juan Pedro Medina, (vice consejero de Agricultura de la Junta), Rafael Sáez González, director general del Itacyl, Rafael González, viticultor de Rueda, José Luis Cantalapiedra (fundador del Bar Mi Casa) y mi entrañable amigo Raúl Redondo, amigo del ganadero y secretario de esa ejemplar institución taurina de Montemayor de Pililla como es La Empalizada. Que por cierto, el próximo sábado tienen actividad en las ganaderías vallisoletanas de Brazuelas y Raúl Nieto.
El tentadero
Salvo el novillero catalán y el apoderado, todos los participantes eran aficionados prácticos, sobre todo Javier y su hijo Pablo, que manejan las telas con auténtico primor y pasión. También se puso delante Cholo, el mayoral del hierro, además de criar bueyes berrendos en colorado en la subida de La Parrilla, junto a su compañera sentimental Raquel.
Se tentaron cuatro eralas, con nobleza, celo y fijeza; dos de ellas para el joven novillero catalán Mario Vilau, que tiene muy buenas maneras y dejó prometedoras sensaciones, sobre todo en la primera vaca. No pudo resistir la tentación de ponerse delante el apoderado, Enrique Guillén, un diestro de alternativa, doctorado en Barcelona en agosto del año 2009 en presencia de Luis Bolívar y El Payo con astados de Fidel San Román, ahora está al frente de la Escuela de Tauromaquia de Cataluña.
En definitiva, una jornada fría en lo climatológico, pero llena de calor y sentimiento humano en lo que se refiere a la amistad y al trato generoso que siempre nos ofrece nuestro amigo Javier Fernández Salgueiro. Gracias.