El Rafi indulta un novillo en el VI festival de La Flecha
“El Rafi indultó por primera vez en La Flecha al sexto novillo del hierro salmantino de Juan Manuel Criado, de nombre "Cerecillo". El novillero francés paseó las dos orejas y rabo simbólicos tras una faena explosiva. Creatividad, imaginación y variedad, además de colocación y valor, fueron las credenciales que presentó en este coso inaugurando su temporada.
Atención a este novillero de Nimes que apodera Alberto García (Tauroemoción), con Patrick Varin de asesor artístico. Está anunciado en Valencia y en Sevilla, y puede arrasar porque llega al público con facilidad. Varin tiene que limar algunas asperezas lidiadoras del espigado novillero, pero tiene cualidades para triunfar. Lo de irse al platillo y citar de lejos merece especial mención.
El novillo no era de indulto; un picotazo en el caballo y una huida a los tableros en la fase final de la lidia no son virtudes para tan alto premio. Encastado, bajito, chico y gacho. Pero embistiendo como un tejón en los trastos del novillero francés”.
Una vuelta al ruedo hubiera sido un premio acertado y justo. Pero el mismo novillero fue quién movió los hilos para que un público entusiasmado pidiera con mucha fuerza el perdón. Y ahí el palco debió pensar que el graderío siempre tiene razón…
Toñete cortó dos orejas a un novillo reservón con el que no tuvo más remedio que irse a cercanías y allí, a base de exponer y porfiar, pudo sacarle partido. Finalizó con un desplante y una estocada efectiva.
El Fandi paseó un trofeo con el utrero que abrió plaza. Flojo el animal ante un Fandi animoso y siempre con ganas de entregarse y cumplir con el público. Variado con el capote y espectacular con los rehiletes. Con la franela apenas pudo lucirse por la manifiesta flojedad del animal. Alargó la faena y le enviaron un recado presidencial.
Una oreja cortó Pablo Aguado al buen novillo que hizo cuarto en una faena de seda y temple, gustando mucho al público la personalidad del sevillano. De no marrar con la espada hubiera conseguido doble premio. Palmas en el arrastre al utrero.
Saludó desde el tercio un Emilio de Justo que firmó lo mejor de la tarde con diferencia, pero la espada evitó un triunfo importante. Porque importante fue su faena llenando de gusto, torería y pureza el coso cubierto. Vimos al cacereño con una seguridad enorme manejando los trastos y los tiempos.
Tiene poso y fondo torerísimo Emilio De Justo, que busca la perfección en cada uno de sus movimientos en la cara del animal. Pero la espada, él que es tan excelente estoqueador, no funcionó y se atracó de toro. Palmas al buen novillo.
Cayetano también saludó una cariñosa ovación tras sortear un novillo áspero. El torero dinástico quiso y no pudo por las nulas condiciones del animal que casi se lo echa a los lomos en varias ocasiones. Sonó un aviso desde el palco.
Muchos rostros conocidos en los tendidos y en el callejón como Toño Matilla a quién acompañó su gerente pucelano Jorge Manrique.
No faltaron nuestros compañeros de Grana y Oro, con Carlos Martín Santoyo a la cabeza, cuyo programa cumple 25 temporadas. Casi nada. Santoyo compartió nuestro burladero de grabación junto a mi amigo Javi Martín (El Niño del 112). Por cierto que mi jefe televisivo tiene cada día más adeptos, y ya lo reclaman para fotografiarse con él. Y es que la fama…
Y en el burladero de los galenos, el equipo que comanda el Dr. Antonio María Mateo, tanto en el Paseo de Zorrilla como en La Flecha. Y de forma desinteresada, como el resto del personal, así como la colaboración del consistorio arroyano.
Alberto García, cabeza visible de Tauroemoción estaba radiante con el triunfo de su novillero francés y el buen sabor de boca que dejó Emilio de Justo, otro de sus toreros, además del nuevo éxito de su gerente, el vallisoletano Nacho de la Viuda. Hoy día no es fácil llenar un coso taurino.
No faltó a la cita el veterano Simón Caminero a quién acompañaba su hijo Pedro. Quino Monje, el gerente burgalés de Tauroemoción, tampoco quiso perderse el festival. David Luguillano, que este año celebra su 30 aniversario, al que vimos acercarse a Toño Matilla para suponemos, pedirle que lo acartele en Valladolid cuando tenga ocasión.
En fin, tardes buenas de toros. De las que hacen afición. A contar los días que faltan para la VII edición.
Se me olvidaba. Socios del Club Taurino La Flecha y de la Asociación de Esclerosis Múltiple, entregaron obsequios y detalles a los toreros participantes. Buenas gentes, buenos aficionados y entregados por la causa taurina.
Y obviamente el buen son y la sal que, en forma de sinfonía taurina, pusieron al festejo los componentes de la Banda Sinfónica de Arroyo de la Encomienda, que en ese coso cubierto suena de auténtica maravilla. Tras el paseíllo sonó el Himno Nacional que fue acompañado por algunos vivas a España.