La Junta apuesta por la teleasistencia avanzada gratuita para garantizar igualdad en el acceso
La Junta de Castilla y León trabaja ya en la implantación de una nueva e innovadora plataforma, capaz de integrar la atención social y sanitaria, con el objetivo de garantizar a las personas en situación de dependencia y a sus cuidadores nuevos servicios proactivos de apoyo y seguimiento de la atención que reciben a través de la teleasistencia avanzada. Dicha plataforma tecnológica de atención permitirá prestar servicios más personalizados, con un modelo de datos centrado en la persona, en sus decisiones y preferencias, y en sus necesidades individuales, incorporando para ello soluciones innovadoras a través de las nuevas tecnologías. Todo ello permitirá mejorar la autonomía y calidad de vida de las personas, favorecerá la coordinación con otros servicios públicos sociales y sanitarios y permitirá detectar mejor los problemas o emergencias de los usuarios, mediante aparatos tecnológicos instalados en el domicilio como sensores de presencia, detectores de humos o de caídas.
Castilla y León ha sido la primera comunidad en regular la prestación de teleasistencia avanzada, un servicio que ha evolucionado y que hoy ofrece muchas más oportunidades de atención a personas vulnerables que residen en su domicilio, definiendo servicios integrales que aseguran la continuidad asistencial, a través de la puesta en marcha de procesos transversales focalizados en la gestión de casos, implantando modelos de atención integrales, integrados, preventivos, proactivos, personalizados y predictivos, haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación como herramientas para complementar la atención presencial con la no presencial.
Asimismo, la Junta de Castilla y León trabaja en la eliminación de la aportación del usuario y en prestar el servicio de forma gratuita para los usuarios, con el objetivo de que puedan beneficiarse de los servicios que ofrece esta prestación todas las personas que lo necesiten. Además, se establecerá un contrato único que permitirá reorganizar las infraestructuras de prestación del servicio de teleasistencia integrando recursos, optimizar costes al aplicar la economía de escala, consiguiéndose extender la prestación del servicio a más usuarios con costes menos elevados, la homogeneización de los contenidos del servicio de teleasistencia en todo el territorio y para todos los ciudadanos, integrar el servicio de teleasistencia con el resto de prestaciones en la historia social única de la persona y garantizar a las personas en situación de dependencia y a sus cuidadores nuevos servicios proactivos de apoyo y seguimiento de la atención que reciben a través de la teleasistencia avanzada.
En el año 2019, las personas atendidas con este servicio en Castilla y León han sido 26.000. De ellas, 14.000 son personas que tienen reconocido algún grado de dependencia.